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Manejo del lechón en lactación – Caminando hacia un destete exitoso

Escrito por: Sara Crespo Vicente - Veterinaria de producción en Cefu, S.A.

Doctoranda en Biotecnología y fisiología de la reproducción animal por la universidad de Murcia.

Colaboradora en el departamento de fisiología de la facultad de veterinaria de Murcia.

Master en Biotecnología de la reproducción en mamíferos y licenciada en Veterinaria por la Universidad de Santiago de Compostela (Campus de Lugo).

Como es sabido, el pasado mes de enero del 2022 entró en vigor una nueva legislación dictada en el 2019 en lo que respecta al uso de antimicrobianos en las explotaciones ganaderas y al empleo del óxido de zinc (ZnO).

Los reglamentos 2019/6 y 2019/4 incluyen cambios tan relevantes como evitar el uso rutinario profiláctico y metafiláctico de antimicrobianos, limitando y estableciendo un control más estricto de su uso.

En lo relativo al óxido de zinc, el Comité de Medicamentos de Uso Veterinario (CVMP) decide prohibir su uso el 26 de junio del 2022.

¡El sector porcino se enfrenta a un gran reto este año!

Las mejoras de las instalaciones, instauración de nuevas tecnologías, calidad del lechón, calidad del ambiente, formación específica del personal, técnicas de manejo, bienestar animal y sostenibilidad del medio ambiente van a pasar a un primer plano.

Desde el punto de vista de las parideras españolas, el manejo del lechón será determinante para la producción de animales inmunológicamente estables, de calidad y con un buen peso al nacimiento y al destete.

Posiblemente, se verá un aumento en los días de lactación necesarios para que en su etapa de transición no sufran problemas de adaptación nutricional que puedan traducirse en patologías digestivas que hasta este momento podían haber estado controladas mediante el manejo actual de la producción.

A continuación, repasamos los factores que contribuyen a la calidad del lechón.

Viabilidad

Las sus primeras horas de vida, los lechones menos viables tienen menor capacidad de recuperar su temperatura corporal y la hipotermia les provoca afectación en la capacidad de succión y letargia, y la mayoría terminarán siendo aplastados por la cerda (Alexopoilos et al., 2018).

Sin embargo, la vitalidad del lechón postparto no solo depende de su morfología externa. El hecho de que un lechón continúe su crecimiento, independientemente del peso al nacimiento, también dependerá de su capacidad de supervivencia.

La realización del test de APGAR (Randall, 1971) es una de las técnicas más actuales en el control de viabilidad del lechón del siglo XX (Farmer., 2020). Esta técnica consiste en la evaluación del lechón recién nacido de acuerdo con cinco parámetros fisioanatómicos simples:

Existe una relación directa entre la duración del parto y el tamaño de la camada, por lo que los lechones que nacen en último lugar tras un parto largo presentan una menor viabilidad que sus hermanos, pudiendo tener alterado el comportamiento de succión (Crespo y Gadea, 2021).

Asimismo, cuando el tamaño de camada es mayor, hay una mayor competencia entre los lechones para la obtención de leche, lo que implica mayores diferencias en el crecimiento entre los lechones de la camada (Houben et al., 2017).

Peso al nacimiento

Se ha demostrado que el bajo peso al nacimiento de los lechones afecta de manera crucial todos los parámetros productivos, siendo uno de los principales factores que afectan a la mortalidad en la lactación y al crecimiento de los animales durante todas sus fases productivas.

El peso al nacimiento influye mucho en el manejo en la paridera, ya que los lechones que presentan pesos bajos al nacimiento (< 0,8 g), necesitarán más cuidados que sus compañeros con pesos superiores durante toda la lactación y las fases posteriores.

Estos lechones presentan reservas limitadas de nutrientes y una menor capacidad para tomar calostro, estando limitada su viabilidad en las primeras fases de la lactación y elevando las tasas de mortalidad (Crespo y Gadea, 2021). No obstante, también se ha demostrado que lechones que presentan una masa corporal más baja que sus hermanos (lechones más delgados, pero no necesariamente con bajo peso al nacimiento) presentan altas mortalidades en esta fase (Farmer, 2020).

Cabe destacar que, tras el análisis de la etapa fetal, una de las principales causas de bajo peso al nacimiento puede deberse a una alteración en la alimentación en la fase de gestación.

El aporte insuficiente de nutrientes durante la gestación puede inducir a problemas intrauterinos en el desarrollo de los fetos (Crespo y Gadea, 2021).

Encalostramiento

El calostro juega un papel fundamental en la supervivencia de los lechones, no solo debido a la trasferencia de inmunoglobulinas, sino que es la principal fuente de energía en las primeras horas de vida del lechón.

La producción de calostro es muy variable. Hay estudios que indican que las cerdas de 2º y 3er ciclo producen más que las cerdas primerizas (4,3 kg frente a 3,4 kg), pero siempre teniendo en cuenta que las cerdas de más de 4 ciclos producen menos calostro que las primerizas (Devillers et al., 2007).

El aumento del tamaño de camada hace que la ingesta de calostro a nivel individual se vea reducida, por lo que habrá más animales cuyo encalostramiento haya sido menor del necesario (Farmer et al., 2020).

Además, desde un punto de vista hormonal, la caída de progesterona se produce simultáneamente al aumento de la prolactina, jugando un papel importante en el alto rendimiento productivo de calostro (Foisnet et al., 2010).

Una ingestión deficiente de calostro puede llegar a suponer el 72% de las bajas en lactación.

Los lechones que consumen menos calostro son menos vigorosos y serán menos capaces de sobrevivir en los días posteriores al nacimiento. Por lo tanto, la ingestión de calostro es necesaria para garantizar un aporte de energía adecuado y una buena transferencia de inmunidad pasiva (Cuadro 1) óptima ayudando en la prevención de enfermedades (Farmer, 2020).

Para un buen encalostramiento se pueden utilizar cajas donde se introducen a los lechones más grandes durante un tiempo determinado permitiendo que aquellos más pequeños puedan encalostrarse bien.

La suplementación de leche a los lechones más débiles durante 3-4 días también nos va a garantizar un mejor arranque en los animales más desfavorecidos.

Control rutinario en salas de maternidad

Las adopciones se deben realizar cuando los lechones han sido encalostrados por su madre, siendo importante que alcancen un buen nivel inmunitario al nacimiento ya que condicionará el resto de la vida del animal.

Los movimientos de lechones deben realizarse dentro de una misma sala.

Las salas de maternidad son estancas y se debe establecer una disciplina estricta para que el flujo de los lechones vaya siempre hacia adelante, evitando que los lechones retrasados sean trasmisores y perpetúen las infecciones en la explotación (Zimmerman et al., 2012). Por ello, la formación correcta del personal es muy importante.

El número de lechones tiene que ser el mismo que el de mamas funcionales.

Es necesario comprobar el estado de las ubres para detectar la posible presencia de edemas, mamitis o agalaxia. Se controla cuántos lechones tiene cada madre, los que puede criar y los que necesitamos adoptar.

Un correcto manejo de las adopciones favorecerá la homogeneidad de las camadas, consiguiendo un mejor peso al destete.

El personal debe de estar cualificado para identificar rápidamente los animales que están sufriendo deficiencias en la alimentación por enfermedad o por falta de ingestión de leche para realizar de forma adecuada el cambio y adopción de los animales.

Edad, alimentación y peso al destete

  Edad al destete  

El lechón presenta una capacidad de crecimiento extremadamente rápida después del destete, pero existen una serie de factores que limitan en qué grado se expresa este potencial, y son los que debemos trabajar en las salas de maternidad.

El peso, la edad al destete y la nutrición en paridera condicionan el arranque de los lechones en la fase de transición.

La edad al destete y el peso al nacimiento son parámetros variables, por lo que el peso de los lechones destetados en una misma semana puede variar entre 2 y 4 kg entre el más grande y el más pequeño (Pulske et al., 2007).

Generalmente, y dependiendo de la genética, se destetan lechones entre las 3 y 4 semanas de vida. Se considera que con menos edad los lechones aún no están familiarizados con el consumo de pienso.

Sin embargo, el punto más importante es mantener una disciplina de flujo de lechones y que no existan diferencias de edad importantes en el destete, ya que esta es la manera más eficiente de disminuir la presión de infección y transmisión de determinadas patologías, condicionando los crecimientos y consumo de pienso en la etapa de lactación.

Los flujos continuos en las lactaciones son sistemas que mantienen bolsas de infección y de recirculación continua de patógenos, por lo que pasar a sistemas de Todo Dentro-Todo Fuera es el mejor método de control de patologías (Farmer, 2020).

Cuando los lechones se destetan tienen que ser capaces de aprender a distinguir los mecanismos fisiológicos del hambre y la sed.

La falta de familiaridad con el agua y el alimento sólido implica que el lechón tarde un tiempo en aprender a cubrir sus necesidades.

Por ello, debemos encargarnos de que la calidad del agua y la palatabilidad del pienso sea lo mejor posible para que los animales demuestren su capacidad de crecimiento.

  Agua y pienso  

El periodo de tiempo durante el cual un lechón no come tras el destete es especialmente importante.

El revestimiento epitelial del intestino es el tejido del organismo que crece con mayor rapidez y muchos de los nutrientes se absorben a través de la luz intestinal. Por ello, el aporte de nutrientes es esencial para el mantenimiento de la estructura de las vellosidades.

Tanto la calidad físicoquímica como la microbiológica del agua que suministramos debe cumplir los estándares de calidad y los niveles óptimos para mantener la salud intestinal de los lechones.

lactación.

La higiene y desinfección de depósitos y tuberías de agua es un punto clave para evitar problemas de diarreas o bajadas de consumo de agua y pienso.

Se pueden utilizar dosis altas de dióxido de cloro o ácido peracético con peróxido con un colorante alimentario (quitaremos el chupete más alejado del depósito hasta que salga agua coloreada y dejaremos inundar durante 24 horas todas las tuberías). El control de cloro o dióxido de cloro se debe efectuar semanalmente y registrarse en el libro de D.D.D.

Para verificar la calidad fisicoquímica se debe realizar un análisis cada 6 meses si se trata de agua de consumo público, mientras que si el agua es de pozo la analítica debe realizarse trimestralmente.

Formación del personal

El trabajo con este tipo de cerdas y un mayor tamaño de camada implica que las granjas hayan reforzado el manejo en las parideras donde los protocolos de encalostramiento, adopciones, alimentación y tratamientos adicionales de los lechones, manejo del consumo de agua e ingesta de pienso, como hemos visto, tengan un mayor peso en esta fase productiva.

La formación del personal tiene una gran importancia para alcanzar la excelencia en las salas de partos, por lo que es necesario establecer protocolos de formación del personal estandarizados, donde todo el personal de la granja sepa realizar todas las actividades de la misma.

La entrada de personal sin la debida formación da lugar a menores consumos de pienso en lactación y menores pesos de lechones al destete. Simplemente es una muestra de la importancia que tiene un personal formado adecuadamente en la granja.

Bibliografía

Pulske. J. R.; Dividich; Verstegen M.W.A (2007). El destete en el ganado porcino. Servet.

Zimmerman J. J., Karriker A. L., Ramirez A., Schwartz J. K., Stevenson W. G., 2012. Diseases of swine ,10 edition. Wiley – Blackwell.

Farmer C (2020). The suckling and weaned piglet. Wageningen Academic Publishers.

Alexopoulos JG, Lines DS, Hallett S, Plush KJ (2018). A review of success factors for piglet fostering in lactation. Animals, 8: 38. https://doi.org/10.3390/ani8030038

Crespo S, Gadea J (2021). Relación entre el peso al nacimiento de los lechones de cerdas hiperprolíficas y los parámetros productivos y económicos en los cerdos de engorde. ITEA Información Técnica Económica Agraria 117(2): 173 190. https://doi.org/10.12706/itea.2020.022

Houben MAM, Tobias TJ, Holstege MMC (2017). The effect of double nursing, an alternative nursing strategy for the hyper-prolific sow herd, on herd performance. Porcine Health Manag, 3: 2. https://doi.org/10.1186/s40813-016-0050-1

Devillers, N., Farmer, Le Divinich, J and Prunier (2007) Variability of Calostrum yied and calostrum intake in pig animal1 (1033-1041)

Foisnet, Aurélie & Farmer, Chantal & David, Chrystèle & Quesnel, Helene. (2010). Relationships between colostrum production by primiparous sows and sow physiology around parturition. Journal of animal science. 88. 1672-83. 10.2527/jas.2009-2562.

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