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Manual manejo reproductoras III: Maternidad

Escrito por: Alejandro Martínez Molina - Nacido en Lorca (Murcia) en 1992, Graduado en Veterinaria en 2016 y Máster en Biología y Tecnología de la Reproducción de Mamíferos en 2019 por la Universidad de Murcia. Tras terminar la carrera se colegió en el Royal College of Veterinary Surgeons para trabajar como Meat Health Inspector en Inglaterra durante 2 años (2016-2018). Tras volver de Inglaterra, cursó el Máster en Biología y Tecnología de la Reproducción de Mamíferos, obteniendo posteriormente un puesto en Agropecuaria Casas Nuevas, Grupo Francés (Fuente Álamo) como encargado de los Centros de Inseminación Artificial Porcina (2019). Actualmente trabaja como veterinario en todas las fases de producción porcina (madres, transición y cebo) en la misma empresa. , Ángela Gallardo Marín - Ángela Gallardo Marín, nacida en Murcia en 1988, es Licenciada en Veterinaria en 2016 por la Universidad de Murcia. Tras terminar la carrera, realizó los siguientes cursos, impartidos por el Grupo TRAZA Servicios Integrales S.L., en Puente Tocinos, Murcia (España):
  • Protocolos IFS y BRC en Seguridad Alimentaria (2017).
  • Responsable de APPCC (2017).
Seguidamente comenzó a trabajar en la Clínica Veterinaria Andrada, en Santo Ángel (Murcia) (desde 2017-2018), como veterinaria de pequeños animales. Tras finalizar en la clínica ha trabajado en Agropecuaria Casas Nuevas, empresa de Fuente Álamo, como veterinaria de producción en el sector porcino, ocupándose de las fases de transición y cebo, además de ser auditora interna, tras realizar el Curso de Auditorías Veterinarias en Bioseguridad y Bienestar Animal en Explotaciones Ganaderas Intensivas (2020) y el Curso de Auditores Internos de Bienestar Animal Welfair (2022). Durante su estancia en esta empresa ha participado en el desarrollo de la Fase 3 de una vacuna frente a disentería porcina. (Desde 2017-2023). En el año 2023 estuve trabajando en el Grupo Galindo como veterinaria de producción en el sector porcino en fases de maternidad y transición. Actualmente trabajando en Cefu S.A. como veterinaria de producción en el sector porcino en fase de cebo. Realización del Curso de formación para Realización de autocontroles Welfair Porcino (M02-Reproductoras y M01-Cebos) (Mayo de 2024). Realización del Curso de Capacitación para veterinarios habilitados para la expedición de la certificación sanitaria de explotaciones ganaderas para las exportaciones (DVR) (Julio de 2024).
, Elena Goyena Salgado - Doctora en Medicina veterinaria por la Universidad de Murcia. Licenciada en Veterinaria por la Universidad de Murcia. Entre su larga carrera profesional destaca su trabajo de veterinaria en Sumgasur SL, veterinaria de producción en Piensos Cartagena SL. y veterinaria de producción de Agropecuaria Casas Nuevas. , José Manuel Pinto Carrasco - Ingeniero Agrónomo por la Universidad de Valladolid. Entre Julio de 2005 y octubre de 2018 trabajó en Juan Jiménez García SAU en distintas áreas, desde control de producción hasta en el diseño y ejecución de obras en explotaciones porcinas. Desde octubre de 2018 hasta abril de 2019, pasa a ser gestor de granjas en Manzana Piensos Compuestos SL. En la actualidad, trabaja en S.A.T. Hermanos Chico como Responsable de logística , Manuel Toledo Castillo - Doctor en Veterinaria, Agropecuaria Casas Nuevas , Rocío García Espejo - Nacida en Cartagena (Murcia) en 1989, Licenciada en Veterinaria en 2015 por la Universidad de León con una Estancia en México durante un año con la Beca Amicus. Tras terminar la carrera y experimentar el mundo de los pequeños animales en varias clínicas de Cartagena y Caravaca de la Cruz, estuvo trabajando en una Asociación de Defensa Sanitaria de ganado porcino en Fuente Álamo de Murcia (ADESPOFA), durante 3 años (2016-Julio 2019). Tras su puesto como responsable técnica de la ADS, decidió centrarse en el mundo de la producción porcina obteniendo un puesto en Agropecuaria Casas Nuevas, Grupo Francés (Fuente Álamo) como veterinaria de producción, experimentando en la actualidad, las dos fases de producción porcina (reproductoras, y cebo). En la formación académica continua destaca el Curso de Auditorías Veterinarias en Bioseguridad y Bienestar Animal en Explotaciones Ganaderas Intensivas

En la primera y segunda parte de este manual abordamos los aspectos clave del manejo de nulíparas y del manejo reproductivo. En esta tercera parte abordaremos el manejo de reproductoras en maternidad.

La fase de lactación es una de las más complejas de la producción porcina, no solo por las instalaciones necesarias, sino porque tenemos que manejar dos tipos de animales diferentes (la cerda y sus lechones) con exigencias nutricionales y ambientales totalmente distintas.

Este manual intenta ofrecer herramientas de trabajo sencillas y útiles que permitan optimizar los procedimientos y mejoren los resultados obtenidos.

Dado que los lechones solo disponen del calostro y la leche de la madre para sobrevivir, nos fijaremos como objetivo prioritario establecer medidas de manejo para alcanzar un correcto desarrollo de la glándula mamaria y una buena producción de leche.

Una vez conseguido este objetivo, el siguiente será conocer las principales causas de mortalidad de los lechones para intentar reducirlas al máximo.

 

 

 

 

MAMOGÉNESIS

Durante el desarrollo de la glándula mamaria, podemos establecer tres fases en las que podemos intervenir para que se produzca un correcto desarrollo del tejido secretor y de la producción de leche.

95 días de vida hasta la pubertad

Durante el período de crecimiento de la nulípara se produce un gran desarrollo del tejido mamario debido a la acción de los estrógenos, por lo que restringir el consumo de pienso en esta fase tiene repercusiones negativas sobre la mamogénesis.

Final de la gestación

Al final de la gestación los estrógenos de origen fetal contribuyen al desarrollo de la glándula mamaria, siendo importante no sobrealimentar en exceso a la cerda durante esta fase ya que podemos cometer dos fallos:

Provocar un engrasamiento de la mama, obteniendo más porcentaje de tejido graso que de tejido secretor.

Las cerdas gordas tienen una resistencia a la insulina que dificulta el transporte de glucosa a la glándula mamaria para generar lactosa. Como consecuencia, la cerda tendrá limitada la producción de leche en la lactación.

Fase de lactación

El vaciado completo de la glándula mamaria es esencial para poder seguir produciendo leche. Por ello, este vaciado, completo o incompleto, determinará gran parte del rendimiento mamario y es lo que hará que se produzca mayor o menor cantidad de leche.

Cuando los lechones son de pequeño tamaño o con vitalidad reducida, la glándula no se vaciará totalmente, quedando restos de leche en los alveolos que impedirán una producción adecuada.

En este sentido, la vitalidad de los lechones y su tamaño juegan un papel crítico en la producción de leche por parte de la cerda.

En el caso de las cerdas primerizas, las mamas que no sean amamantadas en al menos dos días no recuperarán la producción lechera en la siguiente lactación.

Por este motivo, es importante que las cerdas tengan suficientes lechones durante los primeros días para asegurarnos de que todas las mamas sean estimuladas y vaciadas, contribuyendo así a una mayor producción de leche en la siguiente lactación.

Maximizar el número de mamas funcionales ayuda muchísimo en el manejo. Cuantas más mamas activas tenga la cerda, menos adopciones serán necesarias, lo que supone una gran ventaja desde el punto de vista sanitario.

No obstante, lo normal es que [registrados]las cerdas tengan más lechones nacidos vivos que mamas disponibles, siendo las adopciones inevitables en muchas ocasiones.

Este punto lo abordaremos en la cuarta parte de este Manual donde nos centraremos en el manejo del lechón, ya que es de gran importancia para mantener la salud de la explotación.

Debemos recordar que la producción lechera de una mama que ha estado inactiva se puede recuperar durante las primeras horas, pero si se superan las 48 horas, esta recuperación no será posible. Este hecho es más acusado en las primerizas que en las multíparas.

LACTOGÉNESIS

La lactogénesis se divide en dos fases:

Fase I (a partir de los 105 días de gestación). Comienza la diferenciación de la glándula y se encuentran algunos componentes específicos de la leche.

Fase II (en el momento del parto). Se produce un descenso brusco de los niveles de progesterona y un incremento de prolactina, y comienza la producción de calostro.

Todos los cambios hormonales ocurren al final de la gestación e inicio del parto, existiendo una correlación entre el incremento de prolactina, la caída de progesterona y el aumento de la relaxina, lo que promueve un cambio metabólico, pasando de un estado anabólico a catabólico necesario para generar una intensa producción de leche.

En aquellos casos en los que las reproductoras no tienen una fuerte disminución de los niveles de progesterona se observa un incremento en la mortalidad de los lechones como consecuencia de la falta de ingesta de calostro y de leche. En la Gráfica 1 se observa cómo desciende la mortalidad de los lechones cuando el consumo de calostro es mayor.

La calostrogénesis se inicia 7-10 días antes del parto, pero también se produce calostro en el momento del parto, incrementando con el vaciado de la mama por parte de los lechones recién nacidos.

Sabemos que las reservas energéticas con las que nace el lechón no son suficientes para cubrir sus necesidades, por lo que es muy importante la ingesta de una cantidad adecuada de calostro (Gráfica 2).

 

FALLO LACTACIONAL

La falta de producción de leche en los primeros días tras el parto es uno de los mayores problemas y retos a los que nos enfrentamos. Puede deberse a varias causas y nuestro objetivo será evitarlas o, al menos, reducirlas en todo lo posible para minimizar las consecuencias:

Partos distócicos

Los partos distócicos o con una duración mayor a las 5 horas aumentan el riesgo de sufrir metritis y, como en cualquier proceso infeccioso, pueden generar un síndrome febril que conlleve una falta de consumo de pienso y agua y, por lo tanto, a una pérdida de producción de leche.

Estreñimiento

Los partos distócicos o con una duración mayor a las 5 horas aumentan el riesgo de sufrir metritis y, como en cualquier proceso infeccioso, pueden generar un síndrome febril que conlleve una falta de consumo de pienso y agua y, por lo tanto, a una pérdida de producción de leche. Cierto grado de estreñimiento antes del parto es fisiológico para favorecer la recuperación del agua del intestino necesaria para la producción de leche. Cuando este estreñimiento es persistente o grave, puede derivar en un Síndrome de Disgalaxia postparto.

Por lo general, la agalaxia como tal se suele manifestar en las primerizas, mientras que las multíparas suelen presentar una hipogalaxia que puede pasar desapercibida, ya que el estado general de la cerda no se ve afectado.

Nos daremos cuenta de la escasa producción de leche cuando veamos que los lechones, sin presentar ningún signo de enfermedad, se van quedando delgados.

Para evitar el estreñimiento se recomienda suministrar un pienso periparto rico en fibra o añadir sulfato de magnesio a la ración de la cerda tres días antes del parto.

No hay que olvidar fomentar el consumo de agua, ya que es determinante para estimular el consumo de pienso y favorecer la producción de leche.

Se debe conseguir que la cerda beba más de 20 litros de agua al día durante la fase de lactación.

Es fundamental disponer de un adecuado caudal de agua en la sala de partos y de una adecuada limpieza del comedero, ya que la cerda tendrá un consumo de agua óptimo si el agua está limpia y sin restos de pienso por lo que, si es necesario, habrá que retirar el pienso no consumido.

Estrés de adaptación

El estrés de adaptación puede aparecer cuando introducimos a las cerdas en las maternidades poco antes del momento del parto.

Teniendo en cuenta que el estrés disminuye la eyección de leche al inhibir la liberación de oxitocina, hay que imponer como norma de trabajo que las cerdas entren a las parideras al menos 5 días antes del parto.

VER VÍDEOS DE PLAZAS DE LACTACIÓN

Modelo de maternidades libres para cerdas reproductoras – 1

Modelo de maternidades libres para cerdas reproductoras – 2

 

Altas temperaturas en la sala de partos

La elevación de la temperatura en la sala de partos favorece la aparición de estrés, lo que, sumado al cansancio de la cerda por el aumento de la frecuencia respiratoria en un intento de eliminar calor, contribuye a prolongar la duración del parto.

A este respecto, realizar un buen dimensionado del sistema de ventilación y refrigeración es fundamental, así como el correcto mantenimiento de los mismos.

Manejo erróneo de la alimentación de la cerda en el último tramo de la gestación

La alimentación de la cerda al final de la gestación debe estar limitada dado que una ingesta excesiva de pienso se asocia a la aparición de edemas mamarios. Éstos suelen ser más frecuentes en las cerdas de primer parto y provocan una reducción en la producción de calostro y de leche.

LECHONES NACIDOS MUERTOS

El número de lechones nacidos muertos es una de las mayores pérdidas de producción en la fase de maternidad y debemos minimizarlos. Para ello, revisaremos una serie de puntos:

Uso de oxitocina

La oxitocina es una hormona ampliamente usada para reducir el intervalo entre el nacimiento de los lechones, pero hay que evitar la sobredosificación ya que aumenta los traumatismos sobre el cordón umbilical por una mayor probabilidad de ruptura y, por tanto, el riesgo de asfixia de los lechones.

Condición corporal

Las cerdas gordas padecen un estrechamiento del canal del parto que dificultad la salida de los lechones, incrementando la probabilidad de que nazcan lechones muertos.

Paridad de la cerda

Las cerdas primerizas tienen el canal del parto más estrecho, mientras que las cerdas multíparas tienen pérdidas de tono muscular, lo que hace que las contracciones para la expulsión de los lechones sean de menor intensidad.

Duración de la gestación

Las gestaciones más cortas dan lugar a mayor número de nacidos muertos, lo que podría deberse a la inmadurez de los lechones y su incapacidad de iniciar la respiración.

Prolificidad

Si bien, no existe una relación directamente proporcional, la probabilidad de tener más nacidos muertos se incrementa con un mayor número de lechones nacidos vivos.

Duración del parto

En aquellos partos que superan las 5 horas de duración, hay un incremento de lechones muertos por asfixia por ruptura del cordón umbilical o desprendimiento de la placenta.

Bajo peso de los lechones al nacimiento

Los lechones con un peso inferior a 0,8 kg tienen mayor probabilidad de nacer muertos al presentar una mayor susceptibilidad de sufrir hipoxia durante el parto.

El nacimiento de estos lechones es un indicador de baja calidad del soporte uterino de la cerda. Además, la baja eficiencia que tiene la placenta de estos lechones conduce a su debilidad al nacimiento, lo que implica que estos animales no serán capaces de amamantarse y tendrán una rápida pérdida de calor corporal que les conduce a la muerte.

Estreñimiento

Los casos graves de estreñimiento pueden conducir a la obstrucción del canal del parto, dificultando la expulsión de los lechones que nacerán muertos.

Inducción del parto

La inducción del parto es una buena práctica que se puede convertir en un gran error.

La inducción antes de los 113 días puede dar lugar a una hipoplasia de las miofibrillas musculares que incrementa la presentación de lechones Splay-leg.

Si la inducción se realiza antes de los 112 días de gestación, se produce un incremento de los nacidos muertos por inmadurez de los lechones.

Lo ideal sería saber el día del parto para poder inducirlo sin las consecuencias mencionadas, pero esto es prácticamente imposible ya que el rango de duración de la gestación es variable.

En la Gráfica 4, aunque observamos que cerca del 80 % de los partos se producen entre los días 115 y 117 de gestación, aún hay un 20 % de cerdas que paren fuera de ese rango. Esto dificulta conocer el momento adecuado para la inducción al parto.

 

 

 

MORTALIDAD PERINATAL NO DEBIDA A CAUSAS INFECCIOSAS

El 80% de la mortalidad de los lechones se produce en los primeros 5 días de vida y la mitad de este porcentaje ocurre en los 2 primeros días. Estas pérdidas deben ser analizadas con el debido detenimiento para poder minimizarlas.

En la Figura 1 vemos que la mortalidad perinatal puede asociarse a factores dependientes de la cerda, del lechón, del ambiente o de las instalaciones, estando muchos de estos factores interrelacionados. Esto es importante tenerlo en cuenta de cara a su abordaje.

A continuación, comentaremos algunas de estas causas por su importancia:

Peso al nacimiento

Los lechones nacidos con bajo peso tienen mayor probabilidad de morir en los primeros días de vida porque tienen una gran superficie corporal en relación a su peso y, por lo tanto, sufrirán enfriamiento y letargia.

Suelen ser animales que han tenido un ambiente intrauterino deficiente y, por lo tanto, su vitalidad es menor y el tiempo que transcurre entre que nacen y llegan a amamantarse es prolongado (Gráfica 5).

Temperatura corporal

Es necesario mantener unas condiciones ambientales que aseguren que el lechón se mantendrá en su rango de temperatura de confort para evitar que entre en un proceso de hipotermia.

Existe una correlación directa entre la temperatura rectal de los lechones a las 24 horas después del parto y la cantidad de calostro ingerida.

Vitalidad de los lechones

La hipoxia que sufre el lechón por rotura del cordón umbilical (partos prolongados) disminuye la vitalidad con la que nace y, por lo tanto, la ingesta de calostro. Como consecuencia, el riesgo de morir por hipoglucemia y/o aplastamiento es mucho mayor.

Consumo de calostro

Los lechones que nacen con poca vitalidad no son capaces de ingerir una adecuada cantidad de calostro en las primeras horas tras el nacimiento con lo que no podrán satisfacer sus necesidades energéticas ni adquirir la inmunidad pasiva.

Aplastamiento

El aplastamiento es una de las principales causas de mortalidad en los lechones en maternidad y puede deberse a varias causas, por ejemplo:

Cerdas de mayor paridad: suelen ser animales más pesados y tienen mayor tendencia a aplastar lechones.

Lechones nacidos con poca vitalidad o poco peso: permanecen debajo de la madre y suelen ser aplastados a las pocas horas del parto.

En el Cuadro 1 se presentan las principales causas de mortalidad de los lechones en sus primeros días de vida.

 

ALIMENTACIÓN DE LA REPRODUCTORAS

En la actualidad, disponemos de una amplia variedad de sistemas de alimentación en maternidad (dosificadores, alimentación líquida programada, sistemas de alimentación automática) pero, independientemente del sistema empleado en nuestra granja, debemos de conseguir maximizar el consumo de pienso por parte de la reproductora. Con ello conseguiremos:

Maximizar la producción de leche y, por lo tanto, el crecimiento de los lechones lactantes.

Minimizar la pérdida de peso en las reproductoras: pérdidas superiores al 12% de su peso reducen la tasa de ovulación y de supervivencia embrionaria en el siguiente ciclo productivo (Cuadro 2).

Lo más difícil es gestionar la curva de alimentación para que coincida con la curva de producción de leche de la cerda. Como norma general, lo resumiremos en tres puntos:

El primer y segundo día tras el parto administramos una sola comida para evitar los aplastamientos con el movimiento de las cerdas.

La cantidad de pienso que daremos es la que la cerda se comía al final de la gestación (aproximadamente 2,3 kg).

Entre el tercer y sexto día iremos incrementando, aproximadamente, unos 500 g/día y se administrarán dos comidas al día.

Desde el día 6 – 8 hasta el final, se administran tres comidas con un incremento diario de 800 g/día (los domingos solo damos una comida).

Es posible que, llegado a un punto de consumo, la cerda no quiera comer más. Entonces, durante 2 o 3 días mantendremos constante la administración hasta que se vea que la cerda admite más pienso.

 

FORMACIÓN DEL PERSONAL

La formación del personal y su compromiso con la granja es muy importante, ya que sin ellos el funcionamiento de la misma no será el correcto. Es necesario establecer protocolos de formación para todas las personas de la granja.

Cuando entra un trabajador nuevo en una granja, como en cualquier puesto de trabajo, debe pasar un periodo de formación y aprendizaje. No hay que dar nada por sabido y hay que explicar las distintas tareas de una forma clara y concisa.

Las fases del aprendizaje se pueden resumir en cuatro puntos básicos:

Formación: enseñar a la persona junto con alguien de la granja que realice esas tareas.

Supervisión:dejar realizar las tareas con la supervisión directa de su formador.

Apoyo:resolver las dudas que le surjan en la realización de sus tareas.

Delegar:dejar que la realización de las tareas sea desempeñada en su totalidad por el nuevo operario y verificar los resultados.

Estas pautas y protocolos deben llevarse a cabo en cualquier tarea y cualquier fase de la producción.

Para ilustrar su importancia, en un estudio de Goodband et al. (2006) se monitorizó el consumo del pienso y el peso al destete de los partos que atendía empleado (Gráfica 6) y la conclusión fue que los lechones atendidos por el nuevo empleado consumieron menos pienso y se destetaron con menor peso que el resto.

 

PUNTOS CRÍTICOS DEL PERIPARTO

El periparto constituye uno de los periodos de mayor importancia en la fase de maternidad. Es el momento de transición entre la gestación y la lactación, y hay importantes cambios hormonales y metabólicos que debemos de tener en cuenta. Los puntos de interés en esta fase se resumen en la Figura 2:

En la siguiente parte de este Manual, abordaremos los aspectos fundamentales del manejo de lechones en la fase de maternidad.

Leer más:

Manual de manejo de cerdas reproductoras – Parte 1: Nulíparas

Manual de manejo de cerdas reproductoras parte 2: Reproducción

Manual de manejo de cerdas reproductoras – Parte 4: Manejo del lechón

DESCARGAR BIBLIOGRAFÍA

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