En la primera y segunda parte de este manual abordamos los aspectos clave del manejo de nulíparas y del manejo reproductivo. En esta tercera parte abordaremos el manejo de reproductoras en maternidad.
La fase de lactación es una de las más complejas de la producción porcina, no solo por las instalaciones necesarias, sino porque tenemos que manejar dos tipos de animales diferentes (la cerda y sus lechones) con exigencias nutricionales y ambientales totalmente distintas. |
Este manual intenta ofrecer herramientas de trabajo sencillas y útiles que permitan optimizar los procedimientos y mejoren los resultados obtenidos.
MAMOGÉNESIS
Durante el desarrollo de la glándula mamaria, podemos establecer tres fases en las que podemos intervenir para que se produzca un correcto desarrollo del tejido secretor y de la producción de leche.
Durante el período de crecimiento de la nulípara se produce un gran desarrollo del tejido mamario debido a la acción de los estrógenos, por lo que restringir el consumo de pienso en esta fase tiene repercusiones negativas sobre la mamogénesis.
Al final de la gestación los estrógenos de origen fetal contribuyen al desarrollo de la glándula mamaria, siendo importante no sobrealimentar en exceso a la cerda durante esta fase ya que podemos cometer dos fallos:
El vaciado completo de la glándula mamaria es esencial para poder seguir produciendo leche. Por ello, este vaciado, completo o incompleto, determinará gran parte del rendimiento mamario y es lo que hará que se produzca mayor o menor cantidad de leche.
Cuando los lechones son de pequeño tamaño o con vitalidad reducida, la glándula no se vaciará totalmente, quedando restos de leche en los alveolos que impedirán una producción adecuada.
Maximizar el número de mamas funcionales ayuda muchísimo en el manejo. Cuantas más mamas activas tenga la cerda, menos adopciones serán necesarias, lo que supone una gran ventaja desde el punto de vista sanitario.
Este punto lo abordaremos en la cuarta parte de este Manual donde nos centraremos en el manejo del lechón, ya que es de gran importancia para mantener la salud de la explotación.
LACTOGÉNESIS
La lactogénesis se divide en dos fases:
Todos los cambios hormonales ocurren al final de la gestación e inicio del parto, existiendo una correlación entre el incremento de prolactina, la caída de progesterona y el aumento de la relaxina, lo que promueve un cambio metabólico, pasando de un estado anabólico a catabólico necesario para generar una intensa producción de leche.
En aquellos casos en los que las reproductoras no tienen una fuerte disminución de los niveles de progesterona se observa un incremento en la mortalidad de los lechones como consecuencia de la falta de ingesta de calostro y de leche. En la Gráfica 1 se observa cómo desciende la mortalidad de los lechones cuando el consumo de calostro es mayor. |
La calostrogénesis se inicia 7-10 días antes del parto, pero también se produce calostro en el momento del parto, incrementando con el vaciado de la mama por parte de los lechones recién nacidos.
Sabemos que las reservas energéticas con las que nace el lechón no son suficientes para cubrir sus necesidades, por lo que es muy importante la ingesta de una cantidad adecuada de calostro (Gráfica 2).
FALLO LACTACIONAL
La falta de producción de leche en los primeros días tras el parto es uno de los mayores problemas y retos a los que nos enfrentamos. Puede deberse a varias causas y nuestro objetivo será evitarlas o, al menos, reducirlas en todo lo posible para minimizar las consecuencias:
Los partos distócicos o con una duración mayor a las 5 horas aumentan el riesgo de sufrir metritis y, como en cualquier proceso infeccioso, pueden generar un síndrome febril que conlleve una falta de consumo de pienso y agua y, por lo tanto, a una pérdida de producción de leche.
Los partos distócicos o con una duración mayor a las 5 horas aumentan el riesgo de sufrir metritis y, como en cualquier proceso infeccioso, pueden generar un síndrome febril que conlleve una falta de consumo de pienso y agua y, por lo tanto, a una pérdida de producción de leche. Cierto grado de estreñimiento antes del parto es fisiológico para favorecer la recuperación del agua del intestino necesaria para la producción de leche. Cuando este estreñimiento es persistente o grave, puede derivar en un Síndrome de Disgalaxia postparto.
Se debe conseguir que la cerda beba más de 20 litros de agua al día durante la fase de lactación. |
Es fundamental disponer de un adecuado caudal de agua en la sala de partos y de una adecuada limpieza del comedero, ya que la cerda tendrá un consumo de agua óptimo si el agua está limpia y sin restos de pienso por lo que, si es necesario, habrá que retirar el pienso no consumido.
El estrés de adaptación puede aparecer cuando introducimos a las cerdas en las maternidades poco antes del momento del parto.
VER VÍDEOS DE PLAZAS DE LACTACIÓN
La elevación de la temperatura en la sala de partos favorece la aparición de estrés, lo que, sumado al cansancio de la cerda por el aumento de la frecuencia respiratoria en un intento de eliminar calor, contribuye a prolongar la duración del parto.
La alimentación de la cerda al final de la gestación debe estar limitada dado que una ingesta excesiva de pienso se asocia a la aparición de edemas mamarios. Éstos suelen ser más frecuentes en las cerdas de primer parto y provocan una reducción en la producción de calostro y de leche.
LECHONES NACIDOS MUERTOS
El número de lechones nacidos muertos es una de las mayores pérdidas de producción en la fase de maternidad y debemos minimizarlos. Para ello, revisaremos una serie de puntos:
La oxitocina es una hormona ampliamente usada para reducir el intervalo entre el nacimiento de los lechones, pero hay que evitar la sobredosificación ya que aumenta los traumatismos sobre el cordón umbilical por una mayor probabilidad de ruptura y, por tanto, el riesgo de asfixia de los lechones.
Las cerdas gordas padecen un estrechamiento del canal del parto que dificultad la salida de los lechones, incrementando la probabilidad de que nazcan lechones muertos.
Las cerdas primerizas tienen el canal del parto más estrecho, mientras que las cerdas multíparas tienen pérdidas de tono muscular, lo que hace que las contracciones para la expulsión de los lechones sean de menor intensidad.
Las gestaciones más cortas dan lugar a mayor número de nacidos muertos, lo que podría deberse a la inmadurez de los lechones y su incapacidad de iniciar la respiración.
Si bien, no existe una relación directamente proporcional, la probabilidad de tener más nacidos muertos se incrementa con un mayor número de lechones nacidos vivos.
En aquellos partos que superan las 5 horas de duración, hay un incremento de lechones muertos por asfixia por ruptura del cordón umbilical o desprendimiento de la placenta.
Los lechones con un peso inferior a 0,8 kg tienen mayor probabilidad de nacer muertos al presentar una mayor susceptibilidad de sufrir hipoxia durante el parto.
Los casos graves de estreñimiento pueden conducir a la obstrucción del canal del parto, dificultando la expulsión de los lechones que nacerán muertos.
La inducción del parto es una buena práctica que se puede convertir en un gran error.
Lo ideal sería saber el día del parto para poder inducirlo sin las consecuencias mencionadas, pero esto es prácticamente imposible ya que el rango de duración de la gestación es variable.
En la Gráfica 4, aunque observamos que cerca del 80 % de los partos se producen entre los días 115 y 117 de gestación, aún hay un 20 % de cerdas que paren fuera de ese rango. Esto dificulta conocer el momento adecuado para la inducción al parto.
MORTALIDAD PERINATAL NO DEBIDA A CAUSAS INFECCIOSAS
El 80% de la mortalidad de los lechones se produce en los primeros 5 días de vida y la mitad de este porcentaje ocurre en los 2 primeros días. Estas pérdidas deben ser analizadas con el debido detenimiento para poder minimizarlas.
En la Figura 1 vemos que la mortalidad perinatal puede asociarse a factores dependientes de la cerda, del lechón, del ambiente o de las instalaciones, estando muchos de estos factores interrelacionados. Esto es importante tenerlo en cuenta de cara a su abordaje.
A continuación, comentaremos algunas de estas causas por su importancia:
Los lechones nacidos con bajo peso tienen mayor probabilidad de morir en los primeros días de vida porque tienen una gran superficie corporal en relación a su peso y, por lo tanto, sufrirán enfriamiento y letargia.
Es necesario mantener unas condiciones ambientales que aseguren que el lechón se mantendrá en su rango de temperatura de confort para evitar que entre en un proceso de hipotermia.
La hipoxia que sufre el lechón por rotura del cordón umbilical (partos prolongados) disminuye la vitalidad con la que nace y, por lo tanto, la ingesta de calostro. Como consecuencia, el riesgo de morir por hipoglucemia y/o aplastamiento es mucho mayor.
Los lechones que nacen con poca vitalidad no son capaces de ingerir una adecuada cantidad de calostro en las primeras horas tras el nacimiento con lo que no podrán satisfacer sus necesidades energéticas ni adquirir la inmunidad pasiva.
El aplastamiento es una de las principales causas de mortalidad en los lechones en maternidad y puede deberse a varias causas, por ejemplo:
En el Cuadro 1 se presentan las principales causas de mortalidad de los lechones en sus primeros días de vida.
ALIMENTACIÓN DE LA REPRODUCTORAS
Lo más difícil es gestionar la curva de alimentación para que coincida con la curva de producción de leche de la cerda. Como norma general, lo resumiremos en tres puntos:
FORMACIÓN DEL PERSONAL
La formación del personal y su compromiso con la granja es muy importante, ya que sin ellos el funcionamiento de la misma no será el correcto. Es necesario establecer protocolos de formación para todas las personas de la granja.
Cuando entra un trabajador nuevo en una granja, como en cualquier puesto de trabajo, debe pasar un periodo de formación y aprendizaje. No hay que dar nada por sabido y hay que explicar las distintas tareas de una forma clara y concisa.
Las fases del aprendizaje se pueden resumir en cuatro puntos básicos:
Estas pautas y protocolos deben llevarse a cabo en cualquier tarea y cualquier fase de la producción.
Para ilustrar su importancia, en un estudio de Goodband et al. (2006) se monitorizó el consumo del pienso y el peso al destete de los partos que atendía empleado (Gráfica 6) y la conclusión fue que los lechones atendidos por el nuevo empleado consumieron menos pienso y se destetaron con menor peso que el resto.
PUNTOS CRÍTICOS DEL PERIPARTO
El periparto constituye uno de los periodos de mayor importancia en la fase de maternidad. Es el momento de transición entre la gestación y la lactación, y hay importantes cambios hormonales y metabólicos que debemos de tener en cuenta. Los puntos de interés en esta fase se resumen en la Figura 2:
En la siguiente parte de este Manual, abordaremos los aspectos fundamentales del manejo de lechones en la fase de maternidad.
Leer más:
Manual de manejo de cerdas reproductoras – Parte 1: Nulíparas
Manual de manejo de cerdas reproductoras parte 2: Reproducción
Manual de manejo de cerdas reproductoras – Parte 4: Manejo del lechón
DESCARGAR BIBLIOGRAFÍA
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