Micotoxinas, la amenaza invisible para la producción porcina
Hoy en día, el desafío de las micotoxinas es mayor que nunca. La inactivación enzimática presenta una solución selectiva y eficaz a este creciente problema.
INCREMENTO DE LAS NECESIDADES DE PRODUCCIÓN VEGETAL Y ANIMAL
El rápido crecimiento de la población mundial lleva asociado un incremento de producción de alimentos de origen vegetal y animal. En esta situación, la seguridad alimentaria sigue siendo el elemento clave para hacer frente a las crecientes necesidades del mercado para seguir produciendo alimentos seguros.
Hoy en día, más del 70% de la producción mundial de cereales está destinada a la alimentación animal.
La calidad de las materias primas para la elaboración de los alimentos animales es un elemento clave para la mejora de la sanidad intestinal y, por consiguiente, la mejora de la productividad animal.
IMPACTO DEL CONFLICTO ENTRE UCRANIA Y RUSIA
El aumento de la demanda de materias primas para alimentación animal, unido a la situación actual del conflicto entre Ucrania y Rusia que ha provocado la suspensión de las importaciones de algunas materias primas, ha obligado a que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación:
Haya flexibilizado temporalmente los requisitos fitosanitarios para la importación de maíz procedente de nuevos proveedores de terceros países, facilitando la llegada de materias primas destinadas a la alimentación animal para así garantizar el suministro del sector ganadero.
La apertura a la importación de materias primas de nuevos países proveedores permite garantizar el suministro al sector ganadero, pero también incrementa el riesgo de la seguridad alimentaria por la potencial contaminación de los granos con diferentes especies de hongos.
Debido a que dichos granos viajan largas distancias en barco con cambios de humedad y de clima, combinado con una gran capacidad de adaptación de estos hongos, incrementa notablemente su prevalencia.
La contaminación de los granos con hongos no es solo un problema en sí mismo, sino que bajo ciertas condiciones ambientales (temperatura, disponibilidad de oxígeno y humedad) producirán micotoxinas.
LA AMENAZA DE LAS MICOTOXINAS
¿Qué son las micotoxinas?
Las micotoxinas son compuestos con diversa estructura química, en general de bajo peso molecular, producidas por muchas especies de hongos siendo los principales:
Aspergillus
Penicillium
Fusarium
Estos hongos y sus micotoxinas afectan la calidad de las materias primas causando pérdidas económicas millonarias mundiales.
La contaminación por micotoxinas puede ocurrir en diversas etapas de la cadena de producción (crecimiento, cosecha, transporte, procesamiento y almacenamiento). Tanto la contaminación por hongos como la posterior producción de micotoxinas están estrechamente relacionadas con factores (Tabla 1) como:
La humedad
La temperatura
El nivel de oxígeno
La calidad del grano
Si se garantiza una mayor calidad del proceso de cosecha, procesamiento, transporte y almacenamiento de grano, se reducirá la probabilidad de producción de micotoxinas por hongos durante el período posterior a la cosecha.
En este sentido, se hace vital conocer la prevalencia de micotoxinas en las distintas zonas y su estacionalidad.
¿Qué provocan las micotoxinas?
Los animales que ingieren alimentos contaminados con micotoxinas pueden presentar cuadros agudos o crónicos, observándose con frecuencia un empeoramiento de los parámetros productivos, pudiendo llegar a producirse úlceras severas y mortalidad.
Las consecuencias más comunes de la ingestión de micotoxinas son la disminución de la capacidad de respuesta inmunitaria y las alteraciones en la salud intestinal, conduciendo a una reducción del rendimiento productivo.
Se calcula que las pérdidas monetarias anuales a causa de la contaminación de granos por micotoxinas son de 900 millones de dólares al año.
Debido a la dificultad de eliminar por completo el riesgo de contaminación de los alimentos que ingieren los animales, el principal objetivo debe potenciar la salud intestinal para favorecer un adecuado desarrollo de su microbiota, contribuyendo así a mejorar el estado sanitario de los animales y, en consecuencia, los resultados productivos.
¿Qué tipos de micotoxinas hay y cuáles son sus principales efectos?
Actualmente se conocen aproximadamente 300 tipos distintos de micotoxinas, pero se estima que pueden existir más de 20.000.
Los alimentos pueden estar contaminados con varias micotoxinas, ya que son frecuentes los fenómenos de coocurrencia en los que los efectos negativos de las micotoxinas presentes pueden verse potenciados.
¿Qué podemos hacer para prevenir y/o enfrentarnos a las micotoxinas?
Si bien, en el mundo existe una gran variedad de micotoxinas, afortunadamente, también contamos con una extensa variedad de métodos de control para hacerles frente.
Estos métodos y tratamientos van desde las buenas prácticas de agricultura, transporte y almacenamiento, hasta la disponibilidad en el mercado de productos enzimáticos con un elevado valor tecnológico que mitigan sus efectos negativos sobre los animales.
Los ácidos inhibidores del crecimiento de hongos y los adsorbentes minerales han figurado históricamente como la principal estrategia para el control de micotoxinas.
Sin embargo, las mejoras tecnológicas han permitido obtener nuevas perspectivas de control en la producción animal.
Los inhibidores del crecimiento fúngico impiden el desarrollo de los hongos y, en consecuencia, la formación de micotoxinas durante el almacenamiento de grano, mientras que los adsorbentes operan con eficacia en la eliminación de micotoxinas en el tracto digestivo de los animales, ya que su unión a estas toxinas se hace principalmente por polaridad.
Los mecanismos de inactivación enzimática han demostrado ser una solución eficaz para la detoxificación de micotoxinas que están mal controladas por los métodos tradicionales en la producción animal.
Los estudios en las áreas de microbiología y enzimología han llevado al descubrimiento de enzimas producidas por microorganismos capaces de catabolizar micotoxinas.
Las enzimas son específicas, catalizando reacciones químicas en puntos concretos de las moléculas.
La actividad enzimática depende de las características ambientales, como la temperatura, el pH y la presencia de activadores o inhibidores en el entorno.
Existen enzimas que son específicas para la inactivación de las micotoxinas más relevantes que afectan a los animales de producción monogástricos.
Detoxa Plus es un agente de inactivación enzimática eficaz y seguro formulado específicamente para el control de las micotoxinas más frecuentes en los alimentos, contribuyendo a minimizar sus efectos en el porcino.
La inactivación enzimática de las micotoxinas es el mejor método para controlar el problema siempre presente de la contaminación de los alimentos con micotoxinas. Detoxa Plus® posee una eficacia de inactivación garantizada para las micotoxinas actualmente más problemáticas y predominantes en la alimentación porcina.