La tasa de mortalidad de las cerdas reproductoras asciende año tras año de manera alarmante, lo que representa un gran impacto en:
Esta situación conlleva a una disminución de la productividad, ya que gran parte de las bajas que ocurren durante la gestación de las cerdas, dando lugar a una pérdida de lechones por cerda y año.
ABORDAJE DEL DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LA MORTALIDAD DE REPRODUCTORAS
El diagnóstico y el tratamiento de la mortalidad de reproductoras deben abordarse desde una nueva perspectiva, ya que comprender en qué momento productivo se ha producido la muerte y cuáles han sido los signos presentados tendrá un gran valor. Para ello, será útil conocer cierta información, como el estado productivo de la cerda, su ciclo, etc. (Figura 1).
ESTADO PRODUCTIVO
El momento en el que se ha producido la baja de la reproductora es un indicador clave de diagnóstico (Figura 2).
Las bajas que se produzcan durante esta fase se clasificarán en tres períodos en función del tiempo de gestación que tenga la cerda.
Principio de la gestación
En este período suelen aparecer problemas asociados a cistitis y pielonefritis en los días posteriores al destete y durante el primer mes de gestación.
También es posible encontrar [registrados]otras patologías asociadas a infecciones uterinas debidas a:
Para evitar estos problemas, es necesario: |
Mitad de la gestación
Las bajas a mitad de gestación ocurren, principalmente, como consecuencia de procesos relacionados con los aplomos. Las cojeras comprometen el bienestar de las cerdas, produciendo un aumento en el número de bajas.
Cuando las cerdas con cojeras se alojan en grupo suelen dejar de ir a comer y acaban presentando una marcada pérdida de condición corporal, lo que pone en riesgo la gestación e, incluso, puede requerir el sacrificio en la granja.
Además, en ciertas ocasiones y dependiendo del estatus sanitario de la granja, pueden aparecer patologías respiratorias que recirculan de manera subclínica.
Final de la gestación
El avanzado estado de gestación conlleva un aumento de la presión intraabdominal, resultando en taquipnea que dificulta la refrigeración de la cerda, ya que el aumento del volumen abdominal reduce el espacio de expansión pulmonar y, con ello, empeora el intercambio gaseoso.
Además, en muchas de las granjas se aumenta el aporte de pienso a las cerdas al final de la gestación con el objetivo de incrementar el peso de los lechones al nacimiento. Sin embargo, esto no ocurre realmente así, ya que el incremento de peso en estos animales es marginal.
Durante el período de periparto, la mayoría de las bajas ocurren principalmente por:
Prolapsos uterinos
Los prolapsos ocurren como consecuencia del incremento de la presión abdominal debido a la fermentación de las proteínas en el pienso de lactación junto al estreñimiento fisiológico del momento.
Mamitis
Entre las muchas causas que pueden desencadenar esta patología, cabe señalar la entrada de las reproductoras con mayor condición corporal de la debida.
La cerda que ha consumido mucho pienso durante el último tercio de la gestación puede reducir su consumo a la entrada en paridera y, en ocasiones, si es muy acusado, puede producirse la muerte del animal.
Partos distócicos
Un parto distócico puede provocar la muerte de la cerda por retención placentaria o de algún lechón que no haya podido expulsar durante el parto.
Metritis
Las metritis suelen aparecer tras un parto prolongado que conlleva a una infección ascendente que pueda complicarse en el tiempo.
Durante la fase de lactación, gran parte de las bajas están asociadas a problemas del aparato digestivo:
Debido a la alta ingesta de pienso que tienen las cerdas en esta fase durante un período corto de tiempo, se produce un aumento considerable en el número de bajas asociadas a Clostridium.
Las torsiones se deben a las características anatómicas del aparato digestivo de las cerdas y a la ingesta de altas cantidades de pienso durante esta fase.
Los prolapsos rectales, que tienen la misma etiología que los prolapsos uterinos, se producen como consecuencia del aumento de las fermentaciones, con el consiguiente incremento de la presión intraabdominal.
Las úlceras gástricas son frecuentes durante la fase de lactación y, normalmente, se asocian a:
Cabe señalar que también hay cerdas sufren enfermedades cuya causa no es posible esclarecer y suelen dejar de comer. Estos animales deben ser sacrificados por la fuerte pérdida de condición corporal que presentan. |
CICLO PRODUCTIVO
Es importante conocer el ciclo productivo en el que se producen las bajas, ya que aporta mucha información sobre el problema que está aconteciendo:
Cuando las bajas ocurren en las cerdas de primeros ciclos, pueden existir dificultades ligadas a la adaptación de las futuras reproductoras que enferman al entrar en contacto con la población de la granja.
Los abortos son más frecuentes en primerizas y, en ocasiones, esto conduce a la pérdida del animal por una recuperación inadecuada.
Cuando la baja se produce desde el 5º ciclo en adelante, suelen ser cerdas que arrastran problemas de patologías crónicas en la granja y, ante la más pequeña contingencia se produce la baja del animal.
Tanto las cerdas de primer ciclo como las cerdas de más de 7 ciclos suelen tener problemas con el parto.
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FORMA DE MUERTE
Las muertes súbitas se producen en cerdas que no muestran sintomatología previa en la granja y, de hecho, suelen estar comiendo correctamente antes de morir. Las causas más frecuentes de muerte súbita son:
En este tipo de bajas se encuadran aquellas cerdas que se han identificado como enfermas y se han tratado, pero sin éxito.
ÉPOCA DEL AÑO
En nuestras latitudes, los patrones estacionales se caracterizan por un aumento de las bajas durante los meses más cálidos (Gráfica 1) debido a causas relacionadas con el estrés térmico.
FRECUENCIA DE PRESENTACIÓN Y CAUSA
Es habitual encontrarse con un incremento de bajas durante las épocas calurosas, soliendo estar ligado también a los patrones de alimentación en gestación.
Ante la presencia de úlceras, torsiones y prolapsos en periparto, es necesario administrar piensos periparto con mayor contenido en fibra insoluble y, en aquellos casos en que no sea posible, suplementar la ración con 100 gramos de fibra insoluble adicional antes del parto.
La atención al parto es fundamental, tanto en cerdas primerizas como en cerdas de más edad, ya que una supervisión inadecuada puede aumentar la incidencia de partos distócicos, generando dolor y afectando negativamente el patrón de consumo durante la lactación.
La detección y aislamiento rápido de las cerdas que manifiestan cojeras es importante para su correcto tratamiento.
En cuanto a la calidad del agua, su control microbiológico es una herramienta valiosa para evitar procesos de clostridiosis en la granja u otros procesos.
CONCLUSIONES
Es difícil establecer la contribución de cada causa a las bajas de reproductoras en términos de porcentaje, ya que suele depender de la granja.
Además, un alto número de bajas rara vez se debe a un único factor, sino al efecto combinado de múltiples causas, aunque algunas puedan presentarse con mayor frecuencia.
Aunque en este artículo no se realiza especial énfasis en la patología, cabe destacar que se debe de mantener un buen estatus sanitario en la granja. Para ello, es imprescindible disminuir la presión de infección en las granjas poniendo especial atención en:
Para reducir las bajas de las reproductoras, es importante mantener las instalaciones en óptimas condiciones, realizando un buen manejo de la alimentación y la sanidad, identificando los problemas de forma temprana y atendiendo a las cerdas en los momentos de mayor compromiso, como el parto. |
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