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Nutrición y respuesta inmune en cerdos. Parte I – Macronutrientes

Escrito por: Alfred Blanch -

Alfred Blanch, Licenciado y Doctor en Veterinaria por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), se ha perfilado, desde el inicio de su carrera profesional en los 90, como un profesional de soporte técnico y planificación estratégica en el sector de nutrición y salud animal. Además de su formación como investigador en la UAB, también ha desarrollado trabajos de investigación en la Universidad de Nottingham (Reino Unido) y en la Universidad de Hohenheim (Stuttgart, Alemania).
Tras un primer período como investigador, se incorporó a la sede de la multinacional Roche Vitaminas (Basilea, Suiza), donde su trayectoria evolucionó hacia el área estratégica y de desarrollo en el sector de aditivos para piensos, a nivel mundial. Posteriormente, ha ejercido diversas funciones en la compañía Andersen S.A. (Barcelona, España), ampliando sus conocimientos en aditivos e incorporando algunos ingredientes y medicamentos veterinarios a su bagaje profesional.
Su recorrido profesional le ha aportado una dilatada experiencia en diversas responsabilidades empresariales además de claras habilidades en el ámbito internacional. Actualmente, compagina su labor como asesor a empresas productoras y distribuidoras de productos para nutrición y salud animal, con colaboraciones en diversas publicaciones sectoriales, a nivel nacional e internacional.

Macronutrientes

La nutrición y la inmunología están estrechamente vinculadas, de tal forma que el estado nutricional de los animales puede modular la actividad de su sistema inmunitario.

Figura 1. La conexión entre nutrición y respuesta inmunológica es absoluta y bilateral. La deficiencia de ciertos nutrientes puede alterar tanto a la inmunidad innata, al afectar la capacidad fagocítica, como a la inmunidad adaptativa, interfiriendo con la síntesis de citoquinas, la producción de anticuerpos o con la respuesta celular (Drake, 2010).

Una nutrición deficitaria, hecho bastante inverosímil hoy en día en producción animal, podría conducir a una ingesta inadecuada de energía y macronutrientes, así como a deficiencias en ciertos micronutrientes necesarios para una función inmune apropiada, dando lugar a una inmunosupresión o a una desregulación de la respuesta inmune.

El estrés inmunológico asociado a una infección o a cualquier otra alteración del estado sanitario de los animales provoca un cambio sustancial en sus prioridades metabólicas y, consecuentemente, en sus necesidades nutricionales. 

Una enfermedad puede exacerbar un estado nutricional deficitario al reducirse la ingesta por la falta de apetito, mermando la absorción de nutrientes.

Por otro lado, se altera también el metabolismo, de tal manera que aumentan los requerimientos de determinados nutrientes (Lochmiller y Deerenberg, 2000).

En la primera parte de esta serie de artículos abordaremos el papel de los macronutrientes, concretamente, energía y proteínas, en la respuesta inmune del cerdo.

  MACRONUTRIENTES  

El impacto de la ingesta de energía y/o proteína sobre la función inmunitaria de los animales está ampliamente estudiado.

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