La medicina veterinaria basa una parte muy importante de su labor en la prevención de las enfermedades y cuando llegamos a necesitar una acción terapéutica, significa que hemos fracasado en la prevención.
- Esto es especialmente cierto en los colectivos como el porcino. ¡Siempre será preferible poner todas las medidas posibles para prevenir las enfermedades antes que tener que curar sus efectos!
EL SISTEMA INMUNITARIO DEL LECHÓN
El sistema inmunitario de los lechones se vuelve competente durante el periodo fetal:
Sin embargo, esto solo ocurre, hasta el momento del nacimiento, con los patógenos de transmisión intrauterina transplacentaria.
El sistema inmunitario dispone de distintos tipos de activación.
Inmunidad innata
La inmunidad innata es congénita y basada en mecanismos que no necesitan aprendizaje. Hablamos de: |
Inmunidad adaptativa
La inmunidad adaptativa o adquirida es más compleja y necesita que el sistema inmunitario procese los antígenos. Se basa en la acción de los: |
Esta inmadurez supone un riesgo para la salud de los lechones y, por eso[registrados], existen mecanismos inmunitarios complementarios que mantendrán protegido al lechón hasta que adquiera una capacitación completa del sistema inmunitario. Hablamos de la inmunidad calostral.
LA INMUNIDAD PASIVA
Encalostrado
Siempre que haya un buen encalostrado, los lechones tendrán un perfil de inmunoglobulinas muy similar al de su madre -o al de la cerda de la que hayan tomado calostro- además de células inmunitarias activadas que son otro componente fundamental del calostro.
Para que los anticuerpos pasivos sean absorbidos, los lechones cuentan con varios mecanismos:
Siempre consideraremos a la cerda como el primer recurso inmunitario de los lechones.
- Será la salvaguarda durante las primeras semanas de vida del lechón, dando tiempo a que su propio sistema inmunitario se capacite para producir respuestas adaptativas.
Si lo hacemos bien, dependiendo del patógeno, tendremos a los lechones protegidos durante 3-9 semanas. Esta inmunidad, al carecer de células de memoria, tiene caducidad y termina desapareciendo.
Obviamente, es otro mecanismo defensivo, ya que la barrera intestinal abierta puede favorecer la entrada de patógenos víricos y bacterianos de forma paracelular, lo que se conoce como traslocación. Por ello, esta barrera permanece abierta durante muy poco tiempo.
Interferencia de la inmunidad maternal
Otro factor a tener en cuenta en relación a la inmunidad maternal es la posibilidad de que interfiera con las vacunaciones de los lechones.
En el peor escenario, podemos creer que hemos protegido a los lechones cuando, en realidad, los hemos dejado vulnerables a la acción del patógeno. Esto debemos tenerlo en cuenta a la hora de diseñar los protocolos de vacunación de los lechones.
¿CÓMO REFORZAR EL SISTEMA INMUNITARIO DEL LECHÓN?
Reforzar el sistema inmunitario puede ser una de las mejores estrategias de prevención.
Entenderemos como reforzar el sistema inmunitario a la acción de ponerlo en contacto con antígenos de forma controlada en el momento en que sea competente o evitar que esté distraído por distintos motivos.
Inmunidad intestinal
Cuando hablamos de inmunidad intestinal, debemos tener en cuenta un factor clave:
- El aparato digestivo constituye una frontera entre el exterior y el interior del organismo. Por tanto, es una vía de entrada de antígenos de todo tipo.
El sistema inmunitario asociado al aparato digestivo es una de las partes más importantes de la inmunidad y es estimulado continuamente.
Además, a través del sistema digestivo no solo entran patógenos, sino también antígenos que, no siendo los propios patógenos, se parecen mucho. Son los denominados patrones moleculares asociados a patógenos (PAMPs, por sus siglas en inglés).
En realidad, son moléculas necesarias para el reconocimiento de patógenos y suelen ser azúcares o lipoproteínas, en el caso de las bacterias, y patrones de ácido nucleico en los virus.
Estas moléculas imitan a ciertos receptores de Escherichia coli, consiguiendo que el sistema inmunitario esté continuamente activado y ejerciendo una acción inflamatoria frente a lo que percibe que es un ataque continuo por E. coli. |
Cuando pensemos en el sistema inmunitario, no solo tendremos en cuenta qué antígenos suministramos, sino qué antígenos evitamos.
Muchos de estos elementos son conocidos comúnmente como factores antinutricionales y están presentes en numerosas materias primas que usamos en la fabricación de piensos.
EL SISTEMA INMUNITARIO Y LAS PRINCIPALES ENFERMEDADES ENTÉRICAS EN TRANSICIÓN
La transición es un momento clave en la vida de los lechones:
Son muchos cambios juntos, lo que conlleva una activación del sistema inmunitario postdestete que hace que el intestino pierda integridad y sea vulnerable a la acción de los patógenos.
Algunas de las carencias del vademécum, como la falta de vacunas frente a rotavirus, se pueden suplir importando vacunas de otros países o incluso utilizando especialidades de otras especies como el vacuno.
Programa vacunal
Una vez que se empiecen a perder los anticuerpos maternales, tendremos que establecer un programa vacunal lo más completo posible, pero dada la cantidad de patógenos potencialmente activos, debemos basar las vacunaciones siempre en un diagnóstico certero de cuáles son los problemas que tenemos en la granja. Esto nos permitirá elegir las vacunas más necesarias en nuestro entorno.
Antes de plantearnos cualquier estrategia basada en el sistema inmunitario, debemos tener cubiertos los factores más básicos y críticos: BIOSEGURIDAD, INSTALACIONES, MANEJOS Y FLUJOS DE ANIMALES ADECUADOS.
Pretender tener un buen sistema inmunitario en ámbitos donde los animales están sometidos a malos manejos, en instalaciones inadecuadas para el tipo de animal que criemos, o haciendo mezclas de edades u orígenes, por poner algunos ejemplos, estará abocado al fracaso, generando enfermedad en los animales y frustración en técnicos y ganaderos. Tengamos estos factores controlados y después centrémonos en otro tipo de estrategias.
Para hacer frente a las patologías entéricas durante la transición, es necesario que los lechones tengan un sistema inmunitario activo, maduro, fuerte y estimulado frente a los patógenos que acechen a nuestros animales.
Además, podemos actuar sobre la alimentación, evitando patrones similares a patógenos que distraigan al sistema inmunitario y, desde luego, actuar mediante la microbiota, pero eso es un tema para otro día. |
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