En la actualidad, las principales autoridades garantes de la Salud Pública abogan por una racionalización en el uso de antimicrobianos, no sólo en el ámbito de Medicina humana sino en el de Medicina veterinaria, dentro del enfoque One Health. orina
Tanta es la preocupación por la emergencia de estas nuevas “superbacterias”, que la OMS cataloga la resistencia a antibióticos como una de las mayores amenazas para el desarrollo, la seguridad alimentaria y la salud mundial.
Es por ello que entidades como el PRAN en España y homólogos en otros países se encargan de ofrecer información y consejo al sector. Además, en la actualidad, numerosos grupos de investigación siguen trabajando para poder ofrecer herramientas que ayuden a los responsables de la producción y sanidad animal a afrontar esta importante tarea.
Recientemente, en el marco del proyecto TESTACOS, desarrollado por la Universidad de Zaragoza-Instituto Agroalimentario de Aragón en colaboración con otras cinco entidades del área transfronteriza España-Francia-Andorra, se ha llevado a cabo una investigación sobre la utilidad del estudio de la excreción de residuos de antimicrobianos por orina de cara a:
CONTAMINACIÓN AMBIENTAL
Idealmente, la gestión de un brote de enfermedad en una explotación porcina comenzará por un diagnóstico adecuado del agente causal mediante la recogida de una muestra adecuada para el cultivo microbiológico, lo que además permitirá
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Normalmente, el tratamiento de gran parte de los cuadros clínicos se basa en el uso de antibióticos y el estudio de la sensibilidad microbiana se lleva a cabo mediante un antibiograma.
Puesto que, una vez que estos compuestos alcanzan el medio ambiente, no es posible destruirlos y muchos de ellos no son biodegradables, la mejor forma de eliminarlos pasaría por gestionarlos de forma previa a su salida de la granja.
En este sentido, son muchos los tratamientos efectivos para su eliminación del estiércol, entre ellos:
La elección del tratamiento de residuos dependerá del antibiótico y su concentración, y esta elección dependerá de la sensibilidad del agente microbiano causal del brote y de las recomendaciones europeas. Dentro de la visión One Health, un adecuado estudio de la excreción de los residuos antibióticos tras el tratamiento podría mejorar su gestión a nivel de granja.
Con el objetivo de evaluar estas hipótesis, TESTACOS planteó un estudio en el que se comparó la tasa de excreción en orina de tres antimicrobianos tras el tratamiento de 62 cerdos (se trataron 20 cerdos con sulfametoxipiridazina, 20 con oxitetraciclina y 22 con enrofloxacina) en las instalaciones de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza.
Excreción de los antimicrobianos por orina
Cada día de muestreo se recogió orina de 1- 9 cerdos. La Gráfica 1 muestra la tasa de excreción de sulfametoxipiridazina, oxitetraciclina y enrofloxacina por orina.
Tiempos de vida media
A partir de los datos de la Gráfica 1, se calcularon los ritmos de eliminación (λz) por orina de los antimicrobianos. Los correspondientes tiempos de vida media T1/2 se calcularon a partir de la siguiente ecuación y la Tabla 1 recoge los resultados.
Si comparamos la excreción de los tres compuestos (Gráfica 2), se comprueba que la oxitetraciclina alcanzó las concentraciones más altas al comienzo del periodo de supresión. Este hecho, junto con el menor ritmo de excreción (T1/2 de 4,18 días), hace que, desde el punto de vista de la gestión de residuos, sea el compuesto más problemático.
Por su parte, la enrofloxacina tiene un T1/2 de 1,48 días y la sulfametoxipiridazina de 0,49 días, de forma que en este estudio se describen diferencias de hasta 10 veces en el ritmo de excreción dependiendo del antimicrobiano seleccionado, hecho que ratifica la necesidad crítica de conocer los ritmos de excreción de cara a una racionalización en la emisión de sus residuos al entorno.
ELECCIÓN DEL TRATAMIENTO ANTIBIÓTICO
De cara a la efectividad de un tratamiento terapéutico, será el antibiograma el elemento crítico que determinará el antibiótico a elegir, siempre cumpliendo con las definiciones de la EMA (EMA, 2020).
La EMA clasifica las sulfonamidas y tetraciclinas en la categoría D de antibióticos para uso veterinario, de forma que serían compuestos de primera elección, mientras que la enrofloxacina pertenece a la categoría B, y por tanto, es de importancia significativa en Medicina humana, debiendo usarse sólo cuando no haya antimicrobianos de efectividad equivalente en las categorías C o D.
Entre los antimicrobianos estudiados, sulfametoxipiridazina y oxitetraciclina serían los antimicrobianos a considerar. De acuerdo a los datos presentados, a igual efectividad, la sulfametoxipiridazina sería el de elección de cara a una racionalización en la gestión de residuos, ya que se excreta de forma más rápida, necesitando periodos de tratamiento de residuos inferiores (1 semana frente a 20 días para la enrofloxacina o más de 3 meses para la oxitetraciclina), lo que se traduce en ahorro energético y económico, al tiempo que se minimizan las emisiones de residuos de antimicrobianos al medio ambiente.
Sin embargo, la elección del antimicrobiano estará supeditada, en última instancia, al fenómeno de resistencia antimicrobiana, de forma que todas las propuestas que ayuden a la racionalización en la diseminación de los residuos antibióticos y limiten esta retroalimentación frenarán la generación de nuevas resistencias y protegerán la Sanidad humana y animal. |
Más información del proyecto POCTEFA-TESTACOS en www.testacos.com
El proyecto ha sido cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (POCTEFA 2014-2020).