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P.I.G Program – Optimización técnica de la vacunación porcina

vacunación

En nuestro artículo anterior, destacamos que la vacunación es un pilar fundamental en la gestión sanitaria porcina, pero su éxito depende de múltiples factores más allá de la vacuna en sí.

El Ceva P.I.G Program ofrece un marco estructurado y adaptable para identificar y mejorar estos factores, reduciendo fallos vacunales y optimizando la inmunidad del grupo.

FASE DE PRE-VACUNACIÓN: PREPARACIÓN Y PLANIFICACIÓN

Esta fase es crítica para evitar errores y garantizar la consistencia del proceso. Algunos de los elementos evaluados durante esta fase son:

Estructura y estatus sanitario de la granja: Las granjas con producción en una sola fase presentan mejores resultados debido a una menor presión de patógenos. En granjas de ciclo cerrado, se recomienda manejo por lotes semanales para reducir transmisión horizontal.

Estatus sanitario de la granja en cuanto a PRRS e inmunosupresión: La presencia del virus PRRS compromete la respuesta inmune. Los animales enfermos o infectados no deben vacunarse o deben ser los últimos en la sesión.

Formación del equipo y asignación de roles: Un equipo organizado con funciones claras es esencial. Debe existir un responsable que coordine la operación.

Conteo y evaluación de animales: Evita desperdicio de dosis y permite priorizar animales sanos.

Inspección del equipo: Jeringas calibradas, agujas limpias y del tamaño adecuado (ej.: 15 mm para lechones de 3 semanas). Es recomendable cambiar agujas cada camada o cada 15-20 animales en grupos de transición.

Almacenamiento y manejo de vacunas: Mantener entre 2-8 ºC, registrar temperatura diaria y evitar dejar abierta la puerta del frigorífico.

Preparación y atemperado: Llevar a 20-25 ºC antes de la administración para reducir reacciones adversas.

 

FASE DE VACUNACIÓN: PRECISIÓN Y BIENESTAR

En esta etapa, la técnica y el manejo son determinantes:

Seguridad ocupacional: El bienestar de los trabajadores tiene un impacto directo sobre la calidad de la vacunación. Uso de Equipos de Protección Personal (guantes, botas, overoles) para proteger al personal.

Manejo de los animales: Movimientos lentos, evitar golpes y eléctricos. Nunca vacunar en el suelo; el animal debe estar inmovilizado correctamente.

Técnica de inoculación: Aplicación según la vía recomendada por el fabricante, preferiblemente en las tablas del cuello. Comprobar dosis y verificar ausencia de reflujo. Animales con reflujo deben ser re-vacunados.

Control de agujas: Sustituir agujas dañadas o desgastadas para evitar abscesos y garantizar eficacia.

 

FASE POST-VACUNUACIÓN: TRAZABILIDAD Y MEJORA CONTINUA

Incluye limpieza, registro y seguimiento:

Limpieza del equipo: Desmontar y desinfectar jeringas al menos una vez al mes o cada 3.000 aplicaciones.

Informe de vacunación: Registrar lote, fecha, incidencias y reacciones adversas.

Monitoreo y retroalimentación: Auditorías periódicas y aplicación del Índice de Vacunación para medir calidad y definir acciones correctivas.

 

AUDITORÍA Y CONTROL DE CALIDAD

El P.I.G Program incorpora herramientas como Ceva Audit Manager para evaluar más de 100 puntos críticos y calcular el Índice de Vacunación.

Este índice permite cuantificar la calidad del proceso y priorizar mejoras, asegurando que las recomendaciones se implementen de forma sostenida.

 

Conclusión

El P.I.G Program convierte la vacunación en un proceso estructurado, medible y optimizable.

Adoptar sus protocolos reduce fallos, mejora la salud del lote y fortalece la sostenibilidad de la producción porcina.

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