En el caso del intestino, éste cuenta con una “barrera intestinal” (Salvo Romero et al., 2015), la cual se ve afectada de forma multifactorial (procesos infecciosos, nutricionales, de manejo, etc.); por lo que, ante un problema multifactorial harán falta soluciones multifactoriales.
IMPORTANCIA DE LA BARRERA INTESTINAL
En avicultura, por ejemplo, existen numerosas experiencias en cuanto a su adecuado mantenimiento, mientras que en producción porcina es relativamente reciente su estudio.
ANATOMÍA DE LA BARRERA INTESTINAL
La mucosa intestinal está compuesta por una serie de células epiteliales que hacen de barrera entre el medio interno y el externo. Ahora bien, se necesita una cierta permeabilidad para permitir el paso selectivo de ciertas sustancias.
Como se observa en la Figura 1, la barrera intestinal está provista de numerosas células, cada una situada en una parte del intestino y con su función correspondiente.
Capa interna y externa del moco
Contienen IgA secretora, mucinas y péptidos antimicrobianos
Epitelio
Lámina propia
Tejido linfoide: compuesto por macrófagos, células dendríticas, células plasmáticas, linfocitos, neutrófilos y tejido linfoide organizado (Placas de Peyer)
Atendiendo a las diferentes fases del ciclo de producción en el ganado porcino, el propio destete se considera como causa directa de estrés en los lechones, por lo que es de especial importancia tratar de evitar en la medida de lo posible todo aquello que genere un estrés adicional.
¿QUÉ OCURRE TRAS EL DESTETE?
Tanto el sistema digestivo como el sistema inmune van a sufrir una serie de alteraciones y suele coincidir con que la edad de los animales no es la idónea para que el proceso de destete se desarrolle con normalidad.
El periodo de lactación en la naturaleza tiene una duración de unas 20 semanas (Jensen et al., 1992; Weary et al., 2007).
Hay estudios que demuestran que, al aumentar la edad de destete, se consigue más tiempo para que el tracto gastrointestinal madure y que los lechones puedan adaptarse a una comida sólida durante el periodo previo al destete. Además, los destetes con más de 21 días de vida pueden derivar en una mejora del crecimiento (Main et al., 2004).
¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON LA DINÁMICA DE INFECCIÓN DE LAS PRINCIPALES PATOLOGÍAS DIGESTIVAS?
Hay que tener en cuenta que la dinámica de infección por parte de los principales agentes patógenos está cambiando.
Esto se debe en parte a la reducción de la utilización de ciertos antibióticos. Si recurrimos a bibliografía, hay un claro cambio de tendencia.
En 2008, Aarestrup y colaboradores recabaron información sobre la prevalencia de los principales patógenos digestivos.
Como puede observarse en la Figura 3, la prevalencia de Escherichia colidisminuía cada año desde un 45% de prevalencia en 1999 a aproximadamente un 20% en 2006.Ahora bien, esta evolución ha sufrido un cambio brusco y, hoy en día, se considera uno de los patógenos más prevalentes en el periodo posdestete.
Además, su aparición ya no solo se da los primeros días tras el destete, como se observa en la Figura 4, sino que puede llegar incluso a haber brotes a las entradas a cebo.
En lo que se refiere a la composición de las dietas, cuando los ingredientes utilizados son de baja calidad o la dieta está desequilibrada, el exceso de nutrientes no digeridos en el tracto gastrointestinal es usado como sustrato para las bacterias patógenas favoreciendo el desequilibrio de la microbiota intestinal y la aparición de enfermedades.
FACTORES ANTI-NUTRICIONALES
Los factores anti-nutricionales presentes en algunas materias primas, además de influenciar negativamente la digestibilidad de nutrientes, pueden favorecer la inflamación intestinal, por lo tanto, también tienen un papel importante sobre el rendimiento de los animales (Latham et al., 2018; Ikegami et al., 1990).
- Ácidos orgánicos e inorgánicos
- Probióticos/ Levaduras
- Prebióticos
- Aceites esenciales
- Enzimas
Las enzimas exógenas en particular, además de mejorar la digestibilidad de nutrientes y reducir el coste de la fabricación de piensos, también pueden reducir los efectos negativos de los factores anti-nutricionales, mejorando la salud intestinal.
Las proteasas mejoran la digestibilidad de las proteínas por hacer más disponibles los aminoácidos y las fitasas mejoran la digestibilidad de minerales como el fósforo al hidrolizar el ácido fítico, indigestible por animales monogástricos (Choct., 2006; Radcliffe., 2000).
Los ß-mananos son compuestos inmunógenos considerados como potentes factores anti-nutricionales que afectan negativamente la producción disminuyendo la rentabilidad (Anderson et al., 2008)
CARACTERÍSTICAS DE LOS ß-MANANOS
La enzima ß-mananasa, además de ayudar a proteger la integridad intestinal al degradar los ß-mananos presentes en el pienso, evita el gasto energético producido por la activación del sistema inmune innato (aproximadamente 3% de la energía alimentaria). Esta energía que se ahorra es destinada al crecimiento y desarrollo del animal (Spurlock, 1997).
La aplicación comercial de enzimas como aditivo alimentario tiene un historial de aproximadamente 35 años. Durante este período, surgió la industria de enzimas para piensos y ha pasado por varias fases de desarrollo. Con la tecnología actual, las enzimas producidas son cada vez más sofisticadas y específicas, los distintos modos de acción, causan efectos sobre el organismo animal que van desde cambios en la microflora intestinal hasta la respuesta del sistema inmune (Choct, 2006).
El productor que busca adaptarse a las nuevas tendencias que el sector cárnico atraviesa durante los últimos años, debe conocer todas las estrategias disponibles que permiten mantener o mejorar la productividad, ya sean control de enfermedades, programas vacunales, sistemas de bioseguridad, manejo, mejora de las instalaciones o estrategias nutricionales.
Como se ha mencionado anteriormente, ante un problema multifactorial harán falta soluciones multifactoriales.
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