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¿Por qué y cuándo se producen las bajas de los lechones en lactación?

Escrito por: Aitor Arrazola - BDporc. Genética y Mejora Animal. IRTA. , Joaquim Tarrés - Programa de Genética y Mejora Animal, IRTA-Torre Marimon joaquim.tarres@irta.cat , Llibertat Tusell - BDporc, Programa de Genética y Mejora Animal - IRTA , Nuria Alòs - BDporc, Programa de Genética y Mejora Animal - IRTA , Raquel Quintanilla - Programa de Genética y Mejora Animal, IRTA-Torre Marimon
La lactación es una fase crítica para que los lechones alcancen una buena tasa de crecimiento y sean resilientes durante los posteriores periodos de transición y cebo.

Los lechones más débiles de la camada, aquellos con poca vitalidad y vigor, tienen un mayor riesgo de exclusión, un acceso limitado al calostro y a la leche materna y, en general, un alto riesgo de baja1.

El parto es un proceso extenuante para las cerdas que les supone un alto consumo energético y puede llegar a limitar el aporte de oxígeno a los lechones si se alarga demasiado.

A mayor número de lechones nacidos vivos, mayor es la duración del parto, lo que se traduce en que los últimos lechones nacen más debilitados y necesitan de un mayor esfuerzo para acceder a los pezones y consumir el calostro.

Este problema se agrava sobre todo cuando el tamaño de camada excede el número de pezones funcionales de la cerda.

IMPORTANCIA DE LA PRIMERA SEMANA DE VIDA DEL LECHÓN

Los lechones recién nacidos han de consumir la cantidad mínima de calostro necesaria para recuperar su vitalidad en las horas posteriores al parto1,2.

Si no son capaces de encalostrarse correctamente, su supervivencia a lo largo de la lactación está en juego.

¿Qué nos cuentan los datos recabados en las granjas de reproductoras sobre el momento y los principales motivos de baja registrados en lechones durante la lactación?

En este estudio se han considerado los datos correspondientes a 307.547 cerdas reproductoras de capa blanca de 162 granjas españolas adheridas a la base de datos de BDporc (www.bdporc.irta.es).

De ellas, 888.462 registros de partos entre 2021 y 2023 con una anotación fiable de las razones de baja de los lechones fueron analizados para:

1. Estudiar los principales motivos de baja en lechones durante la lactación.
2. Identificar posibles factores de riesgo.

Estos partos dieron lugar a 13.347.696 lechones nacidos vivos, de los cuales 2.525.382 fueron dados de baja durante el periodo de lactación.

Del total de partos analizados, el 27 % no tuvieron bajas de los lechones registradas durante la lactación.

Este artículo describe la supervivencia de los lechones y sus causas de baja desde el parto hasta el destete, considerando también la evolución de estos a lo largo de la vida reproductiva de las cerdas.

PRINCIPALES MOTIVOS DE BAJA EN LECHONES

La supervivencia promedio de los lechones durante la lactación en los ciclos analizados fue del 81,3 %, es decir, el 18,7 % de los lechones causaron baja entre el parto y el destete.

Tal y como se muestra en la Gráfica 1, los resultados de este estudio indican los siguientes motivos declarados de baja de lechones:

Aplastamientos

Según estos datos, podemos extrapolar que[registrados] los aplastamientos por parte de la madre son una causa principal de bajas de lechones, dando lugar a al menos un quinto de las bajas de lechones durante el periodo de lactación.

Sin embargo, no podemos obviar que más de la mitad del total de bajas de lechones en este estudio se asocian a “otras causas”, que entendemos agruparía los lechones muertos por otras razones y los que se retiran por debilidad y poca vitalidad.

Problemas patológicos

Los problemas patológicos determinaron aproximadamente una octava parte de las bajas de lechones en lactación y, cuando se analizó en más detalle esta causa, el 92 % de estas bajas fueron debidas a diarreas.

En el 44 % de estos casos, las diarreas fueron causas por E. coli sin especificarse el agente patógeno en el resto de los casos.

Desde un punto de vista sanitario, los problemas de diarreas e infecciones responsables de una proporción relevante de bajas de lechones podrían minimizarse aplicando mejoras de bioseguridad antes y después del parto:

Una exhaustiva limpieza y desinfección de las salas de partos entre lotes es esencial para evitar la transmisión de enfermedades a siguientes camadas.

Es muy recomendable lavar bien a las cerdas antes de su entrada en la sala de partos, prestar atención a la consistencia de las heces, y mantener las parideras lo más limpias posible sin estresar a las cerdas, sobre todo durante los primeros días de vida de los lechones.

Problemas locomotores

Por último, un octavo del total de las bajas de lechones estaba asociadas a problemas locomotores del lechón.

Sin embargo, apenas se obtuvo información adicional que concretase en más detalle a qué se debían estos problemas locomotores.

Para poder desarrollar soluciones que permitan reducir esta causa de baja es importante poder discernir si estos problemas son indirectamente atribuidos a:

Casi aplastamientos.
Cuestiones congénitas.
Deficiencias nutricionales de los lechones.

Una conclusión que se extraería de estos resultados es que, tanto los aplastamientos debidos a la cerda como a la baja vitalidad de los lechones parecen ser las principales causas de baja de lechones, en las granjas y ciclos analizados.

SUPERVIVENCIA DE LOS LECHONES A LO LARGO DE LA VIDA REPRODUCTIVA DE LA CERDA

Los ciclos analizados dieron lugar a un promedio de 12,5 lechones destetados por camada sobre un promedio de 15,0 nacidos vivos por camada. Sin embargo, este valor varió en función el ciclo reproductivo de la cerda.

Tal y como se muestra en la Gráfica 2, el promedio del tamaño de camada (suma de lechones destetados y lechones dados de baja durante la lactación):

Asciende desde el primer al tercer ciclo reproductivo, donde alcanza el valor máximo con 15,7 lechones.

Decrece progresivamente en ciclos sucesivos hasta alcanzar un valor promedio mínimo por debajo de 14 lechones en ciclo superiores al décimo.

La supervivencia de los lechones durante la lactación no se distribuye homogéneamente a lo largo de los ciclos reproductivos de las cerdas.

De hecho, la supervivencia de los lechones a lo largo de la vida reproductiva siguió un patrón inverso al observado para el tamaño de camada (número de lechones destetados por parto más el número de bajas durante la lactación).

La Gráfica 2 ilustra que la supervivencia de los lechones decrece linealmente hasta el tercer ciclo, alcanzando valores mínimos del 77 % en el tercer y cuarto ciclos, e incrementa progresivamente a partir del quinto ciclo hasta valores promedio superiores al 95 % en el undécimo ciclo reproductivo.

Esta relación entre ambos parámetros ilustra que la supervivencia de los lechones está ligada al tamaño de camada.

Más allá de que las camadas hiperprolíficas tiendan a tener mayor número de lechones débiles1,3, es importante recalcar que la supervivencia de los lechones también se ve negativamente afectada cuando el tamaño de camada supera el número de mamas funcionales de la cerda.

Para maximizar la supervivencia de los lechones en lactación es aconsejable que el personal responsable en las salas de partos monitorice el número de pezones disponibles por lechón desde el parto y optimice la distribución de los lechones entre camadas según el número de pezones funcionales por cerda. De esta forma, se favorecerá la supervivencia de los lechones con poca vitalidad:

Facilitando el acceso al calostro y a la leche.
Minimizando la competencia y peleas entre lechones para acceder a mamas funcionales.
Fomentando la inclusión de los lechones más vulnerables3,4.

Relación entre motivos de baja de lechones y ciclo productivo de las cerdas

En cuanto a los motivos de baja de los lechones durante la lactación, no parece haber cambios relevantes en la proporción de razones de baja a lo largo de los ciclos reproductivos de las cerdas.

Únicamente, en las cerdas de ciclos muy avanzados (> 10) se aprecia un ligero aumento de la proporción de bajas de lechones debidas a «Otras causas».

Esto se debe a que, seguramente, muchas de estas cerdas se utilizan como nodrizas y adoptan los lechones más vulnerables de otras camadas en diferentes estadios de lactación, acarreando en su historial reproductivo la mortalidad o descarte de los lechones que han adoptado.

BAJAS DE LECHONES Y SUS CAUSAS A LO LARGO DE LA LACTACIÓN

Del total de granjas analizadas anteriormente, solo 87 anotaron la fecha de baja de los lechones durante la lactación (antes del destete).

Con la finalidad de evaluar cómo se distribuye el número de bajas de lechones a lo largo de la lactación se seleccionaron los 440.116 partos registrados en estas granjas. Estos ciclos tuvieron una duración media de la lactación de 26 días, coincidiendo con la mediana.

La Gráfica 3, generada con este subconjunto de datos, muestra que la mayoría de las bajas ocurren en la primera semana de vida de los lechones. En más detalle, un tercio de las bajas (32 %) se producen durante las primeras 48 h de vida de los lechones.

Se observa también un cierto incremento del porcentaje de bajas entre la tercera y la cuarta semana de lactación, entorno al día 25-26 de la lactación.

En los datos analizados, el promedio bajas en la cuarta y quinta semana fue de 2,9 y 3,0 lechones por camada, respectivamente. Ello puede ser debido a varios motivos que originan un mayor número de lechones dados de baja justo antes del destete y entrada en transición.

Últimas semanas de lactación

La transición alimentaria de leche materna a comida sólida es una fase sensible y estresante para los lechones que, si se hace de forma brusca, puede debilitar a los lechones, comprometiendo su crecimiento y estado inmunitario.

En los últimos años, la retirada del óxido de zinc y la reducción del uso de antibióticos han contribuido a aumentar las bajas al final de la lactación.

Una práctica adoptada para mitigar estas pérdidas es alargar los días de lactación.

También es posible que el incremento de bajas al final de la lactación se atribuya a:

Registros en los que solo se no anote correctamente la mortalidad.
Las bajas acumuladas durante la lactación.

De hecho, cuando se hace el recuento de lechones a destetar por camada unos días antes de retirar la cerda y terminar la lactación, es común encontrarse con casos en los que el número de lechones destetados no cuadra con la resta de los números de lechones nacidos menos las bajas y movimientos de lechones entre cerdas durante la lactación.

En estos casos, se suele anotar esta diferencia de lechones como bajas para poder cerrar el ciclo de la cerda y que los números cuadren. Sobre todo, si no se anotan el número de lechones retirados por camada.

Primera semana de lactación

En partos prolíficos donde el número de lechones nacidos vivos supera el número de mamas funcionales, es común mover a algunos de los lechones viables entre las 24 y 36 horas de vida a cerdas nodrizas que tengan capacidad de adoptarlos.

En este caso, la mortalidad de los lechones adoptados durante sus primeros días de vida se registra en los softwares según los días de lactación de la cerda en vez de la edad real del lechón.

Esto puede también puede dar lugar a errores en la interpretación de los resultados y dificulta discernir la mortalidad de lechones asociada con el proceso de emancipación del lechón a comida solida versus la mortalidad en los primeros días de los lechones adoptados en lactaciones avanzadas.

La Gráfica 4 muestra la distribución de las bajas por semanas y los principales motivos de baja según la semana de lactación en el subconjunto de datos analizados.

La mayor parte de las bajas de lechones tienen lugar la primera semana de lactación.

Un gran porcentaje (43 %) de estas bajas son debidas a aplastamientos (anotados como problemas comportamentales de la cerda).

En la primera semana, los problemas locomotores parecen ser también una importante causa de bajas de lechones (26 %).

Las bajas debidas a problemas patológicos durante la primera semana son aproximadamente el 17 %, en concordancia con el resultado obtenido con un mayor número de datos (Gráfica 1), observándose que este porcentaje decrece a lo largo del periodo de lactación.

Conjuntamente, estos resultados confirman que gran parte de la mortalidad y las bajas de los lechones ocurren durante su primera semana de vida.

De las causas de baja analizadas, los aplastamientos siguen siendo un problema relevante para la supervivencia de lechones en condiciones comerciales donde las cerdas están confinadas en parideras cerradas.

En muchas ocasiones, una elevada mortalidad y porcentaje de bajas por aplastamientos durante los primeros días de vida son una consecuencia indirecta de una baja vitalidad del lechón.

De hecho, un factor común de las bajas de lechones nacidos vivos durante los primeros días de vida es una baja vitalidad (por diferentes motivos antes del parto: hipoxia, baja concentración de ácidos grasos esenciales, falta de inmunoglobulinas maternales)  que consecuentemente resulta en:

Baja recuperación postparto.
Latencia.
Movilidad reducida.
Malnutrición.
Mal encalostramiento.
Pérdida de peso.
Muerte por hipotermia.

Sin embargo, no hay que olvidar otros factores que también fomentan la aparición de estos problemas de bajas predestete, como:

Problemas comportamentales de la cerda: gestión del estrés postparto y conducta materna.

Características de la paridera: dimensiones, zona para los lechones, enriquecimiento, temperatura ambiental y el tipo de suelo utilizado.

Es conveniente mejorar la anotación de las causas de baja de forma sistemática y correcta para reducir la cantidad de bajas descritas como otras causas y la incertidumbre que conlleva en la toma de decisiones para mitigar las bajas en lactación.

Además, es importante realizar un buen registro del número de bajas durante la lactación para que la suma de lechones retirados, bajas y destetados corresponda con el número de lechones nacidos vivos por ciclo.

Mejoras en la recolección de datos, sobre todo una minuciosa anotación de los lechones adoptados y retirados permitirá evaluar la idoneidad del manejo de los movimientos de lechones entre camadas (práctica que puede llevar asociada alta una mortalidad), así como la calidad de los lechones durante su preparación al destete.

Afinar en el registro de bajas ayudaría a identificar en más detalle los factores de riesgo asociados con la mortalidad predestete y desarrollar estrategias de prevención para reducir el número lechones que se pierden por camada durante la lactación mejorando el bienestar animal y la sostenibilidad de la producción de las granjas de reproductoras.

BIBLIOGRAFÍA

1. Muns, R., Nuntapaitoon, M., & Tummaruk, P. 2016. Non-infectious causes of pre-weaning mortality in piglets. Livestock Science, 184, 46-57.

2. Koketsu, Y., Iida, R., & Piñeiro, C. 2021. Five risk factors and their interactions of probability for a sow in breeding herds having a piglet death during days 0–1, 2–8 and 9–28 days of lactation. Porcine Health Management, 7, 1-10.

3. Koketsu, Y., Iida, R., & Piñeiro, C. 2021. A 10-year trend in piglet pre-weaning mortality in breeding herds associated with sow herd size and number of piglets born alive. Porcine Health Management, 7, 1-8.

4. Li, Y. Z., Anderson, J. E., & Johnston, L. J. 2012. Animal-related factors associated with piglet mortality in a bedded, groupfarrowing system. Canadian Journal of Animal Science, 92(1), 11-20.

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