Los objetivos de la alimentación multifase de las cerdas hiperprolíficas comienzan por la recría, pasando por la gestación y terminando en la lactación:
En la recría se recomienda tener tres fases diferenciadas siempre y cuando sea posible.
Es importante tener en cuenta el intervalo destete-cubrición (IDC) y los valores estándar cerdas jóvenes antes primera cubrición, realizando un flushing para aumentar la tasa de ovulación.
Durante el primer mes de gestación es crucial que las cerdas que vienen de una lactación previa recuperen la condición corporal.
Durante la fase que va desde los 30 días hasta 85 días de gestación, la alimentación de las cerdas será de mantenimiento según los objetivos establecidos.
Durante el último mes de gestación se procederá a aumentar o no la curva en función del comportamiento de las cerdas, el tamaño de las camadas, la vitalidad y viabilidad de los lechones, recomendaciones de la genética, etc.
Durante la fase de periparto, es recomendable suministrar piensos bien diseñados que permitan una transición óptima entre gestación y lactación.
Durante la fase de lactación, el objetivo será maximizar el consumo de pienso, evitando la pérdida excesiva de músculo y grasa, aumentando tasas de ovulación de cerdas en ciclo posterior y acortando IDC del siguiente ciclo.
Alimentación durante la fase de desarrollo
Cuando hablamos de alimentación de cerdas hiperprolíficas, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la alimentación en la fase de desarrollo de estos animales es fundamental para su longevidad en la granja y para reducir las tasas de mortalidad.
La tendencia actual durante esta etapa es limitar la Ganancia Media Diaria (GMD), evitando cerdas excesivamente pesadas a la primera cubrición. |
Los objetivos para conseguir la máxima productividad y longevidad podrían ser los siguientes:
Cada genética tiene unos valores estándar a la primera cubrición para alcanzar los máximos objetivos, siendo fundamental conocerlos perfectamente y adaptarse al máximo posible a ellos.
En la Tabla 1 presentada por Amaral Filha en el IPVS de 2008 se puede ver el efecto del peso a la primera cubrición sobre la longevidad.
Tabla 1. Efecto del peso de cubrición sobre la longevidad (Amaral Filha, IPVS 2008).
Productividad y tasa de retención sobre tres partos consecutivos en base al peso de cubrición
Es verdad que muchas de nuestras instalaciones no están preparadas, pero lo ideal según la edad y el peso de recepción de los animales, sería trabajar con 3 piensos:
1. Desde los 30 a 65 kg. 2. Desde los 65 a los 105 kg. 3. Desde los 105 kg hasta la cubrición. |
Muchas veces recibimos los animales a partir del punto 3, con lo que ya solo trabajamos con un pienso.
Alimentación durante la gestación
Una vez que las cerdas están preparadas para la primera cubrición, lo ideal sería que comieran durante su primera gestación un pienso especial, ya que son animales que están creciendo y desarrollándose.
En la mayoría de las granjas esto no es posible, pero en aquellas de nueva construcción y en aquellas donde las primíparas se alojan separadas de las multíparas es una opción interesante para favorecer su desarrollo. |
Antes de cubrir a las cerdas, bien porque vengan de una sincronización de celos que conocemos o de un destete, se debe incrementar la cantidad de pienso ingerido con el fin de aumentar la tasa de ovulación de las cerdas y reducir el IDC. De esta manera:
Se obtendrán más lechones.
Ser reducirán los costes al minimizar el número de días no productivos.
Se aumentarán los ciclos/cerda/año.
Primer mes de gestación
En el periodo próximo al celo, las cerdas disminuyen su consumo, lo que significa que, a partir de los 5 días post-IA es importante regular de nuevo la cantidad de pienso suministrado para mantener una óptima condición corporal. Durante este primer mes de gestación, las cerdas procedentes de la lactación deben recuperar su condición corporal óptima.
Al igual que en los valores de referencia a la primera cubrición, cada genética debe indicarnos sus valores objetivo para adaptarnos perfectamente en este primer mes y conseguir el mayor porcentaje posible de cerdas dentro de estos valores. |
La alimentación durante el primer mes de gestación es crucial, ya que el desgaste de las cerdas hiperprolíficas en el parto y lactación es enorme. Nuestros manejos en maternidad intentan destetar el mayor número posible de lechones a los 28 días, lo que supone Mejorar la condición corporal de las cerdas redunda en una mayor calidad de lechones, lo que vendrá determinado, en parte, por este primer mes de gestación |
Segundo y tercer mes de gestación
A partir del primer mes, las cerdas entran en una fase de aproximadamente dos meses (día 30 hasta día 85-90) en la que sus necesidades no son tan elevadas ni tan exigentes.
Siempre hablamos de alimentar a la cerda en este periodo en función de sus necesidades de mantenimiento.
Es en esta fase donde, si se ha realizado un buen trabajo en la maternidad y en el primer mes de gestación, se puede disminuir la cantidad de pienso ingerido por la cerda. Si quedan cerdas que aún tienen que recuperarse para alcanzar los valores objetivo (por ejemplo 16 mm de EGD) se procederá a aumentar o disminuir la cantidad de pienso suministrado. |
Último mes de gestación
Durante el último mes de gestación, se produce un aumento considerable del tamaño de los fetos, con unos promedios de 600 g a los 90 días de gestación y lechones de 1,5 kg el día del parto.
Es por ello que, desde el día 85- 90 hasta el parto se puede trabajar de dos maneras distintas:
Aumentar la comida en el último mes de gestación.
Trabajar en curva plana sin aumento de pienso.
En Europa se trabaja con ambos enfoques, aunque, en mi opinión y más en genéticas hiperprolíficas, es más frecuente recurrir a la primera opción, no tanto por los lechones, cuya calidad estará determinada por el trabajo realizado durante la lactación previa y la gestación, sino por la cerda y todos los recursos que desvía a los lechones durante el último mes y para hacer frente al parto y a los primeros días de lactación en unas condiciones metabólicas óptimas. |
Alimentación durante el periparto
Otro tema de actualidad es el uso de pienso periparto, aunque no siempre posible trabajar con este tipo de pienso por temas de distribución y aplicación en granja.
El suministro de pienso periparto desde la entrada de las cerdas en maternidad hasta 5-7 postparto permite:
Una transición lógica entre el pienso de gestación y maternidad.
Aumentar cantidades de pienso si está bien formulado y con aporte de fibra de alta calidad.
Aumentar el aporte de pienso de calidad contribuye a reducir el riesgo de que las cerdas desarrollen el Síndrome de Mastitis, Metritis y Agalactia (síndrome MMA) y aumentar consumos de agua a su vez lo que aumentará la producción de leche de la cerda.
Si se logra que la cerda coma bien tras el parto, habrá mucho terreno ganado en la alimentación en la fase de maternidad.
Los últimos estudios (P. Theil) ponen de manifiesto la importancia de garantizar el aporte de energía a las cerdas durante las horas próximas al parto. El consumo de pienso durante las 3 horas previas al comienzo del parto y durante las 6 horas posteriores disminuye la duración del parto y el porcentaje de lechones nacidos muertos. Esto es debido a que la energía del pienso ayuda en el ritmo de contracciones, reduciendo significativamente la duración del parto. |
Sistemas de alimentación automatizada
Un avance importante en los últimos años ha sido el desarrollo de sistemas de alimentación automatizada, tanto en fase de gestación como en maternidad.
Estos sistemas permiten ajustar las raciones y poder saber lo que comen las cerdas es crucial para ajustar curvas en función de la condición corporal, el ciclo y el momento fisiológico en el que se encuentran.
El uso de estos sistemas permite optimizar las curvas de alimentación de las cerdas, lo que adquiere una enorme relevancia en los sistemas multifase, ya que se pueden controlar y corregir de manera sencilla las curvas, ajustándolas a los objetivos establecidos de condición corporal (músculo y grasa).
Si bien, el uso de dosificadores tradicionales cumple esta función, deben ser manejados muchas veces durante un ciclo reproductivo, lo que en la práctica conlleva a errores que con estos sistemas son subsanados y controlados.
La posibilidad de dar de comer a las cerdas tantas veces como se considere necesario para ajustarse a su apetito y capacidad de ingesta ayuda mucho a evitar problemas debidos a la ingesta de grandes cantidades de pienso en periodos muy cortos de tiempo.
El uso de dosificadores electrónicos en maternidad permite dar 3-4 comidas antes el parto sin el esfuerzo de mano de obra que esto requiere en los sistemas tradicionales. Con el aumento en el número de comidas, se consigue que en cada comida las cantidades sean inferiores, favoreciendo la salud intestinal, estimulando el consumo de agua y reduciendo la incidencia de cerdas con síndrome MMA. Todo ello redunda en unas mejores lactaciones y mejores lechones al destete.