La castración quirúrgica de los lechones en las granjas es una práctica que habitualmente se realiza en los lechones macho para prevenir o evitar la presencia de olor sexual en las canales, la agresividad entre los individuos y las montas indeseadas (EFSA, 2004; Fredriksen et al., 2011).
CONTEXTO ACTUAL Y LEGISLACIÓN VIGENTE
En España, según el Real Decreto 1135/2002 de 31 de octubre, relativo a las normas mínimas de protección de cerdos y de acuerdo con la Directiva de la Comisión Europea 2001/93/EC, está permitido realizar la castración de los lechones macho sin necesidad de aplicar ningún tipo de anestesia ni analgesia prolongada dentro de los primeros siete días de vida, mediante métodos que no supongan el desgarro de los tejidos y siempre que esta práctica sea realizada por personal cualificado.
A partir del séptimo día de vida, la normativa vigente obliga a que la castración de los machos se realice bajo anestesia y aportando analgesia prolongada, debiendo ser ambas administradas por un veterinario (RD 1135/2002 de 31 de octubre).
En relación a la castración de las hembras, la normativa vigente sólo permite dicha intervención excepcionalmente por motivos terapéuticos o profilácticos, como en el caso de las hembras de explotaciones porcinas de extensivo.
La cirugía debe realizarse siempre bajo anestesia y administrando analgesia por parte del veterinario, que además es el que debe realizar y certificar la intervención quirúrgica (RD 1221/2009 de 17 de julio).
En Europa, según el informe publicado con el Consorcio CASTRUM (2016), la situación en los diferentes países miembros respecto a la castración quirúrgica de los lechones seguía siendo heterogénea.
La castración quirúrgica se había abandonado parcialmente en países como España y Portugal y casi en su totalidad en otros como Irlanda o Reino Unido.
En ambos casos la alternativa a la castración quirúrgica de los lechones es la cría de machos enteros que son sacrificados antes de alcanzar la pubertad, obteniendo un menor peso de las canales en el momento del sacrificio.
En Croacia, Bulgaria, Eslovenia, Polonia, Hungría o Italia entre otros, la castración quirúrgica seguía haciéndose mayoritariamente sin anestesia ni analgesia.
Países como Suiza, Bélgica o Noruega permitían la castración quirúrgica de los lechones macho, realizada únicamente por veterinarios y bajo anestesia y analgesia prolongada, independientemente de la edad de los animales (Fredriksen et al., 2009; Fredriksen et al., 2011; CASTRUM consortium, 2016).
Actualmente, tan solo dos países europeos, Alemania y Francia, han fijado como fecha para el fin de la castración quirúrgica el año 2021.
En el caso de Alemania se ha regulado el uso de isoflurano como anestésico inhalatorio en la castración de lechones por parte de personal cualificado que deberá acreditar formación teórico-práctica.
En Francia se ha autorizado a los ganaderos al uso de anestésicos y analgésicos para reducir el dolor en este y en otros procedimientos de manejo del ganado porcino.
ACTUALMENTE, TAN SOLO DOS PAÍSES EUROPEOS, ALEMANIA Y FRANCIA, HAN FIJADO COMO FECHA PARA EL FIN DE LA CASTRACIÓN QUIRÚRGICA EL AÑO 2021.
NOCICEPCIÓN VS DOLOR
El abordaje de la anestesia y analgesia en el momento de la castración no puede hacerse sin una comprensión clara de los conceptos de nocicepción y dolor. |
El abordaje de la anestesia y analgesia en el momento de la castración no puede hacerse sin una comprensión clara de los conceptos de nocicepción y dolor.
La nocicepción hace referencia al
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