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Micotoxinas emergentes y sus efectos en el porcino

Escrito por: Panagiotis Tassis - Profesor Titular de Medicina y Reproducción Porcina Clínica de Animales de Producción, Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Aristóteles de Tesalónica (Grecia)

La especie porcina es muy sensible a la toxicidad asociada a la exposición a las micotoxinas. Si bien, las principales micotoxinas y sus metabolitos han sido estudiadas en profundidad, también es necesario prestar atención a las “micotoxinas enmascaradas”, formas conjugadas de estas toxinas que pueden pasar desapercibidas en los análisis rutinarios, y a las “micotoxinas emergentes” potencialmente tóxicos para los cerdos.

  MICOTOXINAS PRINCIPALES  

Entre los animales de producción, el cerdo es una de las especies más sensibles a las micotoxinas1. Hasta la fecha, la atención se ha centrado en las principales micotoxinas que tienen efectos tóxicos en esta especie, con especial atención al deoxinivalenol (DON), la zearalenona (ZEN), las fumonisinas (FBs, especialmente FB1), las aflatoxinas (AFs, sobre todo AFB1), la ocratoxina A (OTA) y la toxina T2, producidas por diversos hongos, como Aspergillus, Fusarium y Penicillium, ya que parecen representar la mayor amenaza para la salud y productividad de los cerdos en todo el mundo, y ocupan con razón la mayor parte de la investigación en ese campo científico.

En relación a estas micotoxinas, también se investigan algunos de sus metabolitos, como la α-o β-zearalenol y el 3- y 15-acetil-DON por su potencial tóxico.

  MICOTOXINAS ENMASCARADAS  

Además de las micotoxinas mencionadas, también existe la posible carga tóxica adicional ocasionada por sus formas conjugadas, también llamadas “micotoxinas enmascaradas”. Algunos de estos metabolitos son difíciles de evaluar mediante técnicas analíticas convencionales o pueden “pasar desapercibidos” en la evaluación rutinaria de los piensos.

Las principales micotoxinas enmascaradas son el deoxinivalenol- 3-β-d-glucósido (DON-3-Glc), la zearalenona- 14-β-d-glucopiranósido (ZEN-14-G) y la ZEN 16G2-4.

Dichas formas son probablemente hidrolizadas en sus formas libres por los microorganismos intestinales en los mamíferos y, por tanto, representan una toxicidad imprevista5.

  MICOTOXINAS EMERGENTES  

Una tercera categoría de micotoxinas recientemente evaluada es la de las “micotoxinas emergentes”. Basado en su primera descripción en 20086, el término se refiere a las micotoxinas que no están reguladas legislativamente y que no suelen incluirse en los análisis rutinarios. Los principales representantes de esta categoría son las enniatinas (ENNs), la beauvericina (BEA) y la moniliformina (MON), además de muchos metabolitos fúngicos como los precursores de las aflatoxinas (esterigmatocistina, averufina, etc.) y los alcaloides ergóticos.

La presente revisión se centrará en las enniatinas, la beauvericina y la moniliformina.

DENOMINAMOS MICOTOXINAS EMERGENTES A

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