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Últimos avances en vacunas frente a la Neumonía Enzoótica Porcina

Escrito por: César B. Gutiérrez Martín - Catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de León , Óscar Mencía-Ares - Profesor Ayudante Doctor del Departamento de Sanidad Animal de la Universidad de León , Sonia Martínez Martínez - Profesora Titular del Departamento de Sanidad Animal de la Universidad de León
A lo largo de este artículo se efectúa una revisión sobre las últimas vacunas elaboradas para la prevención de la neumonía enzoótica porcina y se comenta su eficacia, después de una breve descripción de la enfermedad y su agente etiológico, y de un repaso a las vacunas tradicionales.

LA ENFERMEDAD Y SU AGENTE ETIOLÓGICO

El Complejo Respiratorio Porcino (CRP) constituye una entidad multifactorial frecuente en la porcinocultura mundial que provoca pérdidas económicas cuantiosas derivadas de la conversión ineficaz del alimento, de la utilización de antibióticos en los tratamientos y de vacunas en la prevención.

No se trata de una zoonosis por lo que su transcendencia se ciñe a lo meramente pecuniario, con las únicas excepciones de algunas cepas de Pasteurella multocida, que pueden transmitirse raramente a través de las mordeduras o de secreciones nasales porcinas, o de Streptococcus suis, que podría ocasionar esporádicamente meningitis o septicemias humanas (Díez de los Ríos y cols., 2021).

 

 

 

 

  CRP – LOS SOSPECHOSOS HABITUALES  

PATÓGENOS PRIMARIOS

Entre los patógenos primarios asociados al CRP se encuentran aquellos que ocasionan inmunosupresión, como el Virus del Síndrome Respiratorio y Reproductor Porcino (PRRSV), el Virus de la Influenza Porcina, el Virus de la Enfermedad de Aujeszky, Coronavirus, Circovirus y Mycoplasma hyopneumoniae, o que atacan a los fagocitos porcinos, como Actinobacillus pleuropneumoniae.

PATÓGENOS SECUNDARIOS

Entre los patógenos secundarios u oportunistas figuran Bordetella bronchiseptica, Pasteurella multocida, Glaesserella parasuis o Streptococcus suis, que se aprovechan de la acción de los patógenos primarios (Assavacheep y Thanawongnuwech, 2022).

Si la enfermedad ocurre únicamente por efecto de los agentes primarios, los animales mueren o, alternativamente, el proceso remite en un tiempo razonable. Sin embargo, cuando se complica con los agentes oportunistas, el cuadro respiratorio se alarga, lo que origina unas pérdidas económicas de mayor envergadura (Gutiérrez Martín, 2014).

  MYCOPLASMA HYOPNEUMONIAE – ALLANANDO EL TERRENO PARA LOS OPORTUNISTAS  

Mycoplasma hyopneumoniae es responsable de la Neumonía Enzoótica Porcina, una enfermedad crónica que ocasiona considerables pérdidas económicas.

Como cualquier micoplasma, carece de pared bacteriana, pero puede fijarse al epitelio ciliado de la tráquea, bronquios y bronquiolos, ocasionando daños de consideración y facilitando el asentamiento de otras bacterias, principalmente A. pleuropneumoniae y P. multocida.

1 Fijación de M. hyopneumoniae al epitelio ciliado traqueal, bronquial y bronquiolar con generación de lesiones. 2. Asentamiento de bacterias oportunistas.

De distribución mundial, como factores predisponentes en las explotaciones intensivas cabe destacar:

PATOGENIA Y SIGNOS CLÍNICOS

En su patogénesis resulta fundamental la acción sobre los macrófagos alveolares, que repercute en la reducción de su capacidad fagocítica, a lo que se suman la estimulación linfocitaria y de las citocinas proinflamatorias (Haesebrouck y cols., 2004; Gutiérrez Martín, 2014).

Resultan susceptibles los cerdos de todas las edades, y, como en cualquier proceso crónico, su mortalidad es escasa. Sin embargo,

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