La normativa vigente (Directiva 2008/120/CE y Recomendación (EU) 2016/336) indica que el raboteo no puede practicarse sistemáticamente como único método de prevención de la caudofagia.
Solo está permitido realizar el raboteo en aquellos casos en los que se demuestre la incidencia y que, una vez realizados los cambios oportunos en el manejo y las infraestructuras, no se hayan podido controlar los brotes de caudofagia. |
Tanto la Recomendación (EU) 2016/336 como el conocimiento científico evidencian que los principales factores que pueden intervenir en los brotes de caudofagia, así como favorecerlos o desencadenarlos, ya están identificados.
La caudofagia es un proceso multifactorial, por lo que
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