La situación del sector ganadero en España comienza a ser preocupante en la medida que los márgenes en este momento son negativos en casi todas las especies debido a la subida de costes, lo que conlleva una subida de los precios.
A la cadena alimentaria le cuesta mucho repercutir en los lineales el aumento de coste real que tiene producir alimento hoy en la península ibérica. La oferta está mucho más segmentada que la demanda y el aumento de costes apenas se ha podido repercutir.
Los márgenes del sector alimentario son muy reducidos y no pueden absorber las subidas acumuladas de costes, provocando unos rendimientos negativos que acabarán destruyendo demanda en todas las especies.
En algunos productos ya se nota que el precio de las carnes va subiendo, como vacuno y porcino, aunque más lentamente de lo necesario para entrar en cuentas positivas.
De momento no encontramos indicadores positivos para que esto suceda. Cuando, por argumentos fundamentales, podríamos encontrar un camino a la baja para buscar un enlace de cosechas en junio algo más atractivo, aparece este conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que provoca de nuevo tensión en los precios de las energías y, en particular, en Petróleo que arrastra los precios de los aceites vegetales nuevamente al alza y, con ello, también los precios de las semillas.
En este entorno de tensión, el Petróleo y las energías en general están tocando precios máximos. En concreto, el barril de Brent ha cotizado cerca de los 96 Usd/Barril, nivel no visto desde septiembre de 2014.
Está siendo un principal exportador de Trigo esta campaña tras su cosecha récord. En la siguiente tabla vemos los grandes números de producción y exportación de sus productos.
Concepto inflacción verde
Una de las consecuencias de la presión inflacionista mundial es la transición hacia un modelo productivo más “verde”. Es un fenómeno estructural en Europa, con menor impacto en Estados Unidos y prácticamente inexistente en Asia.
En términos energéticos, ha habido una mala planificación o una no planificación en Europa, cerrando múltiples fuentes locales de energía, como el carbón, pero especialmente la energía nuclear. Sin tener un sustituto interno, ha incrementado la dependencia de Gas Natural de Rusia, Noruega y Argelia, justo en un momento donde la demanda es alta en pleno invierno y con la reapertura de la economía.
Esto ha multiplicado por diez los precios del Gas Natural. Al mismo tiempo, el precio de la electricidad se ha multiplicado por tres poniendo en peligro la escasa industria manufacturera europea.
Rusia ha aprovechado el momento de mayor debilidad energética europea y tras finalizar la construcción del último gaseoducto, el Nordstream 2, para preparar una invasión de Ucrania y amenazando con cortar el suministro de gas a Europa.
En la producción alimentaria encontramos un fenómeno parecido. Las restricciones regulatorias han penalizado durante años la producción y los márgenes de los agricultores, ganaderos y productos alimentarios.
En este entorno, en 2020 se dispararon los precios de materias primas agroalimentarias tras años de tendencia a la baja. Además, tanto los precios de la energía como de los alimentos cada vez están más correlacionados.
La Inflación verde en los precios de energía, materias primas y alimentos, convierte a sus activos productivos en bienes escasos y estratégicos, siendo un gran activo para invertir/ahorrar y no perder poder adquisitivo por la erosión de la inflación global.
De ahí las amplias posiciones que vemos por parte de los fondos de inversión en Materias Primas. De momento esta situación puede prolongarse hasta final de este primer trimestre de 2022.
El último informe del departamento de agricultura norteamericano (USDA), arroja un dato relativamente conservador en cuanto a los recortes de previsión de cosecha en Sudamérica, dejando la estimación para Brasil en Habas de soja de 134 millones de tm, y un millón menos para maíz.
Revisa también Argentina en -1,5 millones de tm para habas de soja, manteniendo los 54 millones de tm de producción de maíz. Todo ello a pesar del clima seco y caluroso que esta semana se veía aliviado con lluvias en las zonas más afectadas, pero que aún existen dudas que puedan mejorar mucho la situación.
La reducción en la producción de Brasil desde los 144 millones que se estimaron al principio de la cosecha antes de la sequía provocada por el efecto “La Niña”, ya es importante. AG Rural la llevaría hasta los 128,5 millones de tm pero Conab incluso habla ya de 125 millones como máximo
Los precios altos están haciendo mella en la demanda. Las ventas de Estados Unidos están por debajo de las campañas anteriores y China parece recortará su previsión total de importación en -3 millones de tm con respecto a la anterior campaña.
Maíz
Los recortes en las previsiones de maíz han sido prácticamente nulos por parte del USDA. Sin embargo, debemos ser muy cautos por que falta por desarrollarse la segunda cosecha de Brasil (Safrinha) así como el desarrollo en Argentina.
El estado del cultivo en Argentina lógicamente ha empeorado con respecto a las buenas situaciones iniciales y en porcentajes similares al pasado ejercicio.
La demanda, a pesar de las últimas operaciones realizadas desde China, continúa por debajo del año anterior aunque ligeramente por encima de los estimados de Estados Unidos para completar la campaña.
Con estos números repasamos el balance, con perspectiva récord de producción, para un consumo récord también de consumo forrajero hasta los 751,9 millones de tm y doméstico hasta los 1.195,2 millones de tm.
El stock final quedaría en 302,2 millones, 10 millones por encima del final del año anterior. Habrá que estar pendiente del desarrollo durante los próximos 3 meses del maíz sudamericano para confirmar estos datos.
SITUACIÓN EN ESPAÑA
Abajo vemos un mapa de la evolución de las sequías en España desde 1961, es curioso ver las series de sucesión y el impacto en los volúmenes de cosecha.
Estos días estamos especialmente preocupados por la ausencia de precipitación acumulada desde hace más de 60 días en algunas zonas y que aún no tiene demasiado impacto en la merma estimada de los cultivos pero que dependiendo de zonas, en esta semana y la próxima será especialmente crítico. Andalucía sur especialmente crítico y en dos semanas la zona norte andaluza y Extremadura.
Cierto es que el desarrollo de la cosecha de Cebada y Trigo en España se decide sobre todo con el clima en los meses de abril y mayo, siendo estos los más críticos.
Hace tres campañas tuvimos dudas incluso para levantar cultivos en Castilla y León en estas mismas fechas. Sin embargo, comenzó a llover en marzo (extraño para España) prolongándose la lluvia hasta el mes de julio terminando con una gran cosecha.
Hemos visto perder rendimientos años con muy buenas estimaciones hasta el mes de mayo por olas de calor o heladas tardías, también hemos visto milagros con el agua incluso llegando más allá del límite.
En definitiva, es pronto para tomar decisiones drásticas pero sí, por supuesto, para evaluar diferentes posibles escenarios.
Si continuase la sequía se podría producir un efecto retención de ventas, que limitaría ese volumen comprometiendo la situación actual de precios descontados.
Podría suceder que viésemos en algún momento mercancía de importación en fábricas de producción del interior peninsular.
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Fuentes de Información: Agritel, AG Rural, Reuters, Grainstats, Cesfac, China Customs, Investing.com, Panda Agricultural Fund, Bloombert, Stone X, USDA, Kevin Van Trump, CME Group, y Eurotrade Agrícola (elaboración propia).
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