Los proyectos de investigación, tradicionalmente, se habían diseñado con la aproximación “top-down” (del inglés desde arriba hacia abajo), que en el contexto de la producción porcina se traduce en que muchas investigaciones se llevaban a cabo en granjas experimentales.
Existe una investigación fundamental que requiere ciertamente de condiciones muy controladas para obtener resultados significativos. Sin embargo, en las últimas décadas, la Unión Europea ha apoyado otra aproximación que se conoce “bottom-up” (del inglés de abajo hacia arriba), que precisamente busca una mayor implicación del sector usuario de la investigación, sobre todo en lo que se refiere a la conocida como investigación aplicada.
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Para cada una de las 4 áreas temáticas, los representantes de los productores definen dos retos cada año, sobre los cuales consideran que deberían buscarse buenas prácticas aplicadas actualmente en granjas comerciales.
De entre todas las buenas prácticas presentadas, se selecciona la mejor para cada reto, y se distingue al ganadero como el “embajador” para ese reto.
El objetivo final del estudio es elaborar materiales didácticos diversos (vídeos, imágenes, folletos…) que se publican en la página web del proyecto para ser difundidos a otros productores y al público en general.
Durante este año 2019, para el área de salud, los productores de porcino consideraron que dos de los retos de gran relevancia que se debían abordar eran:
Ambos retos son de gran relevancia y presentan un nexo de conexión en el marco global de One Health (“Una Salud”), que consiste en una estrategia mundial para fomentar la comunicación y colaboración interdisciplinar en el cuidado de la salud de las personas, los animales y el medio ambiente, entendiendo que todos están interconectados.
Las áreas de trabajo en las que esta estrategia de One Health es particularmente relevante son la seguridad alimentaria, el control de zoonosis y la reducción de las resistencias antimicrobianas.
El éxito en este último punto (la reducción del consumo de antimicrobianos y de las resistencias frente a ellos) depende en buena medida de que se apliquen buenas prácticas en los dos retos seleccionados por los representantes de los ganaderos del proyecto EUPIG y que a continuación detallamos.
DETECCIÓN/AVISO PRECOZ DE ENFERMEDADES
La vigilancia del consumo de antibióticos en veterinaria es un proyecto que se inició en el año 2009 en Europa, coordinado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Según datos de la EMA, España se situaba entre los países con mayor consumo por cabeza, y el sector porcino destacaba con uno de los más elevados.
Para ello, existe el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), y uno de sus objetivos fundamentales es la prevención de la enfermedad, con la finalidad de evitar su tratamiento.
Existen un conjunto de signos precoces que se pueden observar en los animales antes que desarrollen una enfermedad, como es el cambio de su conducta (mayor apatía) o una elevación de la temperatura.
La práctica que resultó ganadora del proyecto EUPIG en el año 2019 es una aplicación que permite detectar hipertermia en el cerdo, conocida como Degree2act.
Otra de las estrategias que se han considerado de gran relevancia para prevenir la enfermedad, es extremar las medidas de bioseguridad en la explotación.
Por otro lado, una de las prácticas presentadas desde España en el proyecto EUPIG, y que fue muy bien evaluada, fue un sistema de control de los movimientos de riesgo dentro de la explotación.
¿Una aplicación para detectar hipertermia en porcino?
La fiebre es habitualmente uno de los primeros signos con los que se manifiesta la enfermedad, puesto que se trata de una respuesta fisiológica que se ha considerado un mecanismo de defensa.
El propósito de Degree2act es detectar de modo precoz todos aquellos cerdos que potencialmente pueden desarrollar una enfermedad, con la finalidad de poder administrar un tratamiento individual en caso necesario.
Para ello, se utiliza una cámara termográfica Flir One, conectada a un teléfono móvil compatible, y el software desarrollado reconoce patrones de temperatura de acuerdo a un algoritmo.
Por lo tanto, se trata de una tecnología no invasiva y de fácil implementación en condiciones de campo, y que, en el caso de los dispositivos Flir One, Flir One Pro LT y Flir One Pro, es económicamente asequible (250-500 euros aproximadamente).
En un futuro próximo, nuevos dispositivos Flir y otros teléfonos serán validados para su utilización con la aplicación.
Su modo de empleo es sencillo y visual (ver Figura 2). La aplicación no muestra la temperatura exacta de un cerdo, si no que compara el resultado obtenido en un individuo con el rango de temperatura natural para cada etapa productiva para así detectar alteraciones, que aparecen en la imagen como un sistema de semáforo:
Temperatura dentro del rango normal
Muestra una elevación de temperatura probable
Muy probable alteración, apareciendo un mensaje de aviso
La utilización de la aplicación permitiría:
- Mejorar el bienestar animal
- Optimizar la administración de tratamientos terapéuticos y reducir el consumo de antimicrobianos
- Reducir la tasa de vacunaciones fallidas
- Mejorar el manejo de brotes de enfermedad
- Aumentar la eficiencia productiva
En el proyecto EUPIG, se evaluó el funcionamiento de esta tecnología en una granja comercial y se estimó que se podía reducir entre el 25% y el 30% el consumo de antibióticos por animal, reducir la mortalidad media en un 20-25% y aumentar la ganancia media diaria en un 10-15%.
Figura 2. El sistema Degree2act emite una respuesta estilo semáforo verde (a), naranja (b) o rojo (c) según el patrón termográfico del cerdo evaluado (Fotos de Degree2act, Xavier Vélez)
Control de los movimientos de RIESGO dentro de la granja
Otra de las estrategias que se han considerado de gran relevancia para disminuir el riesgo de entrada y transmisión de enfermedades es la implementación de medidas de bioseguridad.
En el proyecto EUPIG, se valoró muy positivamente una práctica llevada a cabo en la empresa MSD Animal Health, en colaboración con PigChamp (Figura 3).
Se instalaron equipos en 4 granjas que permitían registrar los movimientos internos del personal, con el objetivo fundamental de evitar el riesgo de diseminación interna del virus del PRRS. Se seleccionaron estas 4 granjas, porque tenían continua recirculación del virus.
En una primera evaluación, se registraron los patrones de movimiento habituales del personal. Después de analizarlos, se efectuaron jornadas de formación para proporcionar recomendaciones sobre medidas correctoras, y se realizaron discusiones regulares para revisar los protocolos.
Las alarmas diarias sobre movimientos de riesgo han ayudado a prevenir la diseminación de la enfermedad, puesto que se lograron reducir los movimientos de riesgo en un 70-80%. Se espera que la mejora de la productividad y la reducción de los costes veterinarios compensen la inversión inicial de instalación de los equipos.
SALUD INTESTINAL Y SU INFLUENCIA EN LA PRODUCTIVIDAD Y LA ENFERMEDAD
En los últimos años se ha logrado un gran conocimiento sobre el papel que lleva a cabo el tracto gastrointestinal como primera barrera defensiva del organismo, en lo que se conoce como el eje microbiota-intestino-cerebro.
La salud intestinal se puede ver comprometida tanto por agentes patógenos, como por otras situaciones como el estrés durante algunas etapas productivas.
Por ejemplo, los cambios que se producen durante el destete afectan tanto a la estructura como a la funcionalidad del intestino, y conllevan un estado inflamatorio en el intestino que altera la arquitectura de las vellosidades, la función de la barrera intestinal y la microbiota. De ahí la importancia de elaborar estrategias que permitan favorecer una buena salud intestinal.
En el proyecto EUPIG se premió como mejor práctica presentada el aporte de una alimentación líquida fermentada, que se lleva a cabo en una granja holandesa.
La alimentación líquida fermentada estabiliza el tracto gastrointestinal y mejora el crecimiento final.
La temperatura y la limpieza se consideran importantes para mantener niveles adecuados de ácido láctico, que actúa como un probiótico y disminuye el pH instestinal reduciendo el riesgo bacteriano, y niveles bajos de ácido acético.
Para un mejor efecto, se aporta conjuntamente la alimentación líquida fermentada con una mezcla de proteínas procedentes de plantas (se está investigando con fuentes locales de proteína) y de trigo y cebada.
Administrar alimentación líquida fermentada a las cerdas a la vez que a los lechones en el destete también aumenta su eficacia. Al principio de la experiencia, en esta granja se observó una disminución del 50% del consumo de antibióticos y en la actualidad están trabajando libres de antibióticos.
Durante el año 2020 se van a seleccionar nuevos embajadores para los próximos retos que se ha planteado el proyecto EUPIG. Concretamente, los temas que se han seleccionado como retos son los descritos en la Tabla 1.
FUTUROS RETOS DEL PROYECTO EUPIG
Si usted está interesado en conocer todas las buenas prácticas que se han premiado hasta el momento o participar en el 2020, no dude en visitar la página web: www.eupig.eu
¿Tienes ideas sobre Buenas Prácticas en la producción porcina? Envía tus propuestas a emma.fabrega@irta.cat
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