El virus de la gripe porcina origina una infección aguda en el aparato respiratorio con una duración de 5-7 días, haciendo que la detección del virus en el animal infectado sea complicado.
Contar con un plan de diagnóstico y de actuación bien planificado es esencial para poder actuar desde el primer momento.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que, cuando se trata de gripe porcina, existen dos presentaciones desde el punto de vista epidemiológico:
- Forma epidémica, que se produce con la introducción de una nueva cepa en una población sin inmunidad previa a la misma.
- Forma enzoótica, que ocurre en poblaciones en las que hay cierta inmunidad previa pero hay recirculación del virus entre los animales susceptibles.
Ante estas dos formas de presentación de la enfermedad (epidémica o enzoótica), es necesario hacer un abordaje integral, teniendo en cuenta las características de una de ellas:
- Forma epidémica:
- Poblaciones susceptibles: cerdas reproductoras y cerdos de transición/engorde.
- Muestreo: pulmones, secreciones nasales y muestras de sangre pareadas.
- Forma enzoótica:
- Poblaciones susceptibles: reposición, lechones y cerdos de transición/engorde.
- Muestreo: secreciones nasales y muestras de sangre pareadas