La cría porcina moderna ha evolucionado significativamente en las últimas décadas, pasando de sistemas extensos a modelos intensivos que priorizan la eficiencia, la productividad y el bienestar animal. Salud de las pezuñas de cerdo.
Al mismo tiempo, debido al aumento de la productividad, la sensibilidad y demanda de las cerdas han incrementado, requiriendo mayor atención por parte de productores y técnicos para asegurar la expresión de su potencial genético a lo largo de la vida productiva.
En este contexto, la salud del sistema locomotor de las cerdas, especialmente la integridad de las pezuñas, ha llegado a ser reconocida como un factor crítico para el éxito reproductivo y económico de las explotaciones.
Históricamente, los problemas locomotores se descuidaron ante otras prioridades sanitarias y nutricionales.
Además, el bienestar animal —cada vez más valorado por los consumidores y exigido por la legislación— se ve gravemente afectado por las lesiones en las pezuñas.
Por ello, garantizar la salud del sistema locomotor se ha convertido en una prioridad estratégica para sistemas de producción sostenibles, éticos, eficientes y rentables.
Principales causas de lesiones en las pezuñas y cojeras
Las lesiones en las pezuñas y la cojera en las cerdas tienen un origen multifactorial, resultado de la interacción entre factores genéticos y de selección, ambientales y de manejo, y factores nutricionales:
- Factores genéticos y de selección
Además, la conformación animal y las lesiones en las pezuñas, especialmente en la cara plantar, cuando no se observan adecuadamente en el momento de la selección, resultan en animales más propensos a la cojera y al desarrollo o mayor gravedad de lesiones en las pezuñas.
2. Factores medioambientales
Abrasivos, resbaladizos, exceso de humedad, acumulación de residuos, suelos mal cuidados o insuficientemente espaciados son causas frecuentes de traumatismos mecánicos, disminución de la resistencia de los cascos y desarrollo de lesiones.
3. Factores de gestión
Los movimientos bruscos, la agresividad al tratar con animales y las condiciones de estrés ambiental, por ejemplo, favorecen la aparición de lesiones.
4. Factores nutricionales
Los animales de alta productividad son más exigentes nutricionalmente. Además, estos animales son más sensibles a las condiciones de estrés.
En estas situaciones, la integridad de los tegumentos en general, incluyendo el epitelio, las membranas mucosas y las pezuñas, por ejemplo, se ve afectada.
La deficiencia de minerales traza como zinc, cobre, manganeso, selenio y cromo, aunque relativa, debido a su desviación para satisfacer las demandas del sistema inmunitario, o al suministro de fuentes que no permiten la disponibilidad metabólica de minerales en órganos y tejidos, compromete la formación de queratina, haciendo que el tejido corneal de la pezuña sea más frágil y susceptible a grietas, Fisuras e infecciones.
La biotina, una vitamina del grupo B, también es esencial para la integridad de las pezuñas.
Impactos de la cojera y las lesiones en los cascos en el rendimiento de las cerdas
Los impactos económicos de la cojera y las lesiones por cascos en cerdas en la cría porcina moderna varían entre granjas, y pueden agruparse y explicarse de la siguiente manera:
- Disposición temprana de cerdas
Las cerdas cojeas suelen ser descartadas antes de haber completado su ciclo de producción ideal.
Esto reduce la longevidad del rebaño, aumenta los costes de reemplazo de las cerdas, que representan una de las mayores inversiones en las granjas, y perjudica el estado de salud del rebaño.
- Eficiencia reproductiva reducida
El dolor y la molestia locomotora afectan directamente al comportamiento reproductivo de las cerdas:
- Menor manifestación del calor
- Tasa reducida de concepción
- Menor número de lechones nacidos vivos
- Intervalo aumentado entre el destete y el celo
- Disminución en el número de nacimientos por año
Estos factores comprometen la productividad reproductiva y reducen el número de lechones nacidos vivos por cerda, por año y a lo largo de la Vida productiva de la cerda.
- Aumento de la muerte por nacimiento y lechones momificados
Los estudios indican que las cerdas con lesiones en las pezuñas tienen una mayor incidencia de naceres sin vida y lechones momificados. Esto está relacionado con el estrés fisiológico y la menor ingesta de alimentos durante el embarazo, lo que afecta al desarrollo fetal.
Un estudio reciente mostró que las cerdas con lesiones graves en la línea blanca (Figura 1) y crecimiento y erosión del cojín plantar (Figura 2), que representan el 40% de los rebaños de 59 granjas, sufrieron una reducción del 5% en el número de lechones nacidos vivos en comparación con cerdas con menos lesiones y menor gravedad.
- Disminución del consumo de alimentos y conversión nutricional
La cojera reduce la movilidad de las cerdas, dificultando el acceso a comida y agua. Esto compromete la admisión voluntaria, especialmente en sistemas de vivienda colectiva, y afecta negativamente la conversión y el rendimiento del pienso
- Aumento del uso de antibióticos y costes veterinarios
Las lesiones en las pezuñas, especialmente aquellas con infecciones asociadas, requieren tratamientos antibióticos, antiinflamatorios y veterinarios.
Esto incrementa los costes de los medicamentos y la mano de obra especializada, además de incrementar el riesgo de resistencia a los antimicrobianos
- Aumento de la demanda laboral y el tiempo de manipulación
Las cerdas cojeas requieren atención individualizada, lo que aumenta el tiempo de manipulación por animal. Esto reduce la eficiencia operativa del equipo y puede comprometer otras actividades de la rutina de la granja.
- Necesidad de adaptaciones estructurales
Las granjas con alta incidencia de cojeras pueden necesitar renovar suelos, cubículos y pasillos para reducir el trauma y mejorar el medio ambiente. Estas reformas representan inversiones significativas en infraestructuras.
- Pérdida de valor genético
La eliminación temprana de cerdas con alto valor genético, antes de que expresen su potencial productivo, representa una pérdida económica directa. Esto también compromete los programas de mejora genética de la granja.
- Pérdida de rendimiento en descendencia
Los lechones de cerdas cojeas pueden presentar:
- Menor peso al destete
- Mayor variabilidad de peso en la camada
- Menor resistencia a enfermedades y
- Mayor tasa de mortalidad antes del destete.
- Impacto en la rentabilidad y la sostenibilidad
La suma de los factores anteriores compromete la rentabilidad del sistema productivo. Las granjas con altas tasas de lesiones en las pezuñas y cojeras tienen un menor retorno de la inversión en genética, nutrición y gestión.
Prácticas de gestión preventiva y estrategias de seguimiento
Para reducir los impactos negativos de la aparición de lesiones por cascos y cojeras en las cerdas, es esencial adoptar medidas de prevención y monitorización. Para ello, se necesita un enfoque integrado, que implique:
- Nutrición
- Ambiente
- Gestión y
- Monitorización continua
A continuación, algunas estrategias recomendadas:
- Suplementación Estratégica de Minerales
Además de prestar atención a los niveles de energía, proteínas, aminoácidos y grasas en las dietas, es fundamental cuidar los niveles y fuentes de minerales.
La inclusión de minerales en la dieta, que son moléculas que han demostrado ser absorbidas, de modo que estén metabólicamente disponibles en órganos y tejidos, especialmente zinc, cobre, manganeso, cromo y selenio, desde la fase de crecimiento de las inyecciones, fortalece la estructura necesaria para la pezuña y reduce la incidencia de lesiones.
- Evaluación periódica de la calidad fisicoquímica del agua potable
Se ha demostrado que la composición mineral del agua potable puede interferir con la absorción de nutrientes debido a interacciones en el tracto gastrointestinal y, en consecuencia, a la formación y crecimiento de las pezuñas.
Comprender la composición y los niveles de minerales, así como su variación a lo largo del año, permite adoptar estrategias que minimicen los efectos negativos de estas interacciones, como ajustes en los niveles o fuentes de minerales en las dietas, o la implementación de tratamientos de agua potable.
- Adecuación de las instalaciones
Los suelos deben tener permeabilidad, tamaño, buen drenaje y abrasividad adecuados, además de un mantenimiento frecuente. Son esenciales zonas de descanso cómodas y secas.
- Monitorización de la cojera y lesiones en las pezuñas
La aplicación regular de puntuaciones de locomoción (0 a 3) y lesiones en las pezuñas (1 a 3) en las granjas, siguiendo protocolos establecidos una o dos veces al año, permite la identificación temprana de alteraciones.
- Selección de lechones
La selección de las ramas debe tener en cuenta la forma en que caminan, la conformación de las extremidades y la integridad de las pezuñas, con especial atención a la cara plantar de las ramas.
- Entrenamiento en equipo
La formación regular en identificación de cojeras, lesiones y bienestar animal y manejo preventivo es fundamental.
Conclusión y recomendaciones prácticas
La salud de las pezuñas de las cerdas es un componente esencial para el éxito reproductivo, el bienestar animal y la sostenibilidad económica de la producción. Las lesiones en las pezuñas y la cojera no son solo problemas clínicos, sino indicadores de oportunidades de mejora en la selección de los dorados y en el manejo, la nutrición o el entorno donde.
La adopción de prácticas de prevención y seguimiento contribuye a una mayor longevidad de los criadores, un mejor rendimiento zootécnico y un mayor bienestar animal — pilares fundamentales para una cría porcina moderna, ética y rentable.

