Los hallazgos detectados durante el examen post mortem de cerdos en mataderos indican cambios que ocurren en los animales debido a una enfermedad o mal bienestar.
El análisis de los datos del matadero puede contribuir al conocimiento del nivel de salud y bienestar de los cerdos y a la identificación de problemas de salud y bienestar.
Varios estudios presentaron un análisis retrospectivo de los resultados de la inspección veterinaria de la carne en los mataderos con respecto a las tasas de cambios anatómicos en las canales de cerdo.
Eckhardt y col. y Kofer et al. analizaron los resultados de la inspección post mortem de los cerdos sacrificados en los mataderos austriacos.
Ambos estudios informaron neumonía, pleuresía, pericarditis y lesiones hepáticas entre los hallazgos más frecuentes.
En un estudio similar realizado en Italia, Ceccarelli et al. encontró la mayoría de las lesiones en el hígado, el corazón y el pulgar.
Entre las enfermedades, la infestación parasitaria del hígado (ascariasis y distomatosis) fue la más frecuente, seguida de la pericarditis y la poliserositis.
En Polonia, la tuberculosis, la septicemia y la piemia, las neoplasias, la leucemia, la ictericia y la emaciación se detectaron con mayor frecuencia durante la inspección de los cerdos antes y después del sacrificio. En total, se diagnosticaron lesiones patológicas en el 41.43% y el 49.09% de las canales de cerdo.
Hansson et al. investigaron el impacto de diferentes sistemas de cría de cerdos en la incidencia de hallazgos anatomopatológicos detectados durante la inspección de un matadero en Suecia y Kongsted y Sorensen en Dinamarca.
En cerdos de engorde criados de forma convencional, se detectaron con mayor frecuencia pleuritis, áscaris en el hígado, abscesos y heridas en la cola debidas a mordedura de la cola, mientras que en cerdos criados de acuerdo con normas orgánicas, se encontraron con mayor frecuencia enfermedades articulares como artritis y artrosis.
En los cerdos criados en libertad (tanto orgánicos como convencionales), se encontró una mayor incidencia de diferentes tipos de lesiones que en los cerdos mantenidos en interiores.
Específicamente, se encontró una diferencia en la incidencia de manchas hepáticas blancas, lesiones en la cola, lesiones cutáneas, artritis, fracturas óseas, septicemia y abscesos.
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Resultados
- Pulmones (cerdos de engorde 41%, cerdas 24% y lechones 52%)
- Riñones (cerdos de engorde 14%, cerdas 32% y lechones 15%)
- Hígado (cerdos de engorde 12%, cerdas 18% y lechones 19%)
Ello indica deterioro de la salud y bienestar de los cerdos transportados para el sacrificio.
Las diferencias en el número de hallazgos entre cerdos en finalización, cerdas y lechones fueron estadísticamente significativas (p<0.001).
El carácter de la mayoría de los hallazgos fue crónico, que documenta los problemas de salud y bienestar que ocurren en las granjas como resultado de la cría de cerdos actual.
También se detectaron hallazgos agudos e indicaron procesos que ocurrieron poco antes y durante el transporte al matadero.
Un hallazgo importante es la incidencia de lesiones parasitarias en el hígado en cerdos de engorde (cerdos de engorde 4%, cerdas 1% y lechones 1%) que documenta la persistencia de invasiones parasitarias en granjas porcinas.
Los hallazgos de lesiones traumáticas en las extremidades de cerdas y lechones (cerdos de engorde 0.08%, cerdas 0.14% y lechones 0.15%) están muy por debajo de la frecuencia de los hallazgos en órganos; sin embargo, su incidencia debería reducirse aún más ajustando la tecnología de alojamiento, transporte y manipulación.
Conclusión
El nivel de salud y el bienestar relacionado de los cerdos según la evaluación de los hallazgos post mortem en los mataderos varían.
- En general, la peor situación se da en los lechones, seguidos de las cerdas y los mejor evaluados son los cerdos en engorde.
La inspección post mortem reveló un número significativo de cambios anatomopatológicos incluso en cerdos considerados aptos para ser transportados al matadero y sacrificados para el consumo humano.
Está claro que todavía hay un espacio considerable para mejorar el nivel de salud y bienestar de las categorías individuales de cerdos. La inspección post mortem reveló un número significativo de cambios anatomopatológicos incluso en cerdos considerados aptos para ser transportados al matadero y sacrificados para el consumo humano.
En general, los resultados de la inspección post mortem muestran la necesidad de mejorar aún más las condiciones de transporte y alojamiento de los cerdos para reducir el impacto negativo de la cría intensiva en los órganos y otras partes del cuerpo de los cerdos, mejorando así la salud y el bienestar de los cerdos.
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