Entrevista con Ángel Baguer.
La vacunación de cerdas contra el PRRS es una práctica común para lograr la estabilidad en la granja gracias a la producción de lechones negativos al virus PRRS de campo.
Dentro de las ventajas del empleo de esta vacuna en cerdas está la reducción de la infección transplacentaria causada por el virus PRRS durante el último tercio de gestación: esto se traduce en mejora de los resultados reproductivos con una reducción de lechones mortinatos y virémicos, tanto al nacimiento como al destete.
También se observa un aumento de la mortalidad pre-destete en animales lactantes, y en algunas cepas de PRRS, incluso un aumento significativo en la mortalidad en cerdas. Estas pérdidas son muy cuantiosas, y es necesario establecer los programas de control para su reducción.
La vacunación de madres y lechones en sábana en granjas afectadas puede ser una herramienta muy útil para reducir el impacto productivo y corregir las desviaciones sobre los objetivos en las fases de transición y cebo, las que tienen mayor peso económico, pero es necesario implementarla con medidas de manejo y control de flujos de animales.
El flujo de lechones no virémicos al nacimiento es un objetivo clave para llegar a la estabilidad de la granja. Este paso es esencial para reducir la transmisión horizontal del virus de campo y maximizar el beneficio de la vacunación de PRRS de lechones, consiguiendo todas las ventajas adicionales en la fase de transición y cebo. Esto se apoya en una vacunación de lechones desde el primer día de vida y una instauración de inmunidad en 3 semanas.
El manejo de cara a la estabilización varía con la estructura de la granja, número de animales, sistema de producción, situación de esta, etc.
Supongamos que las analíticas previas nos indican que los lechones en la explotación se encuentras virémicos al nacimiento; en tal caso el primer abordaje sería la vacunación en sábana de las cerdas frente a PRRSV, para conseguir neonatos negativos a PRRS como inicio de la estabilización de la granja.
Tras la mejora clínica de los lechones recién nacidos y descenso del número de mortinatos, se monitorizan estos lechones a través de los fluidos de procesado (4-8 semanas después de la vacunación de las reproductoras).
El objetivo será comenzar la vacunación de animales no virémicos en los primeros 3-5 días de vida.
TAE
Definimos como el Tiempo a la Estabilidad (TAE), el tiempo transcurrido desde la instauración de la vacunación con Suvaxyn PRRS MLV hasta la producción de lechones negativos a la cepa de campo para PRRS. Así, el TAE en maternidad se produce entre las 4 y las 8 semanas tras la vacunación en sábana de las cerdas, dependiendo de la incidencia de la infección transplacentaria de la cepa de campo de PRRS.
TAE en transición
Por otra parte, el TAE en transición, entendiéndose como lechones negativos a virus campo hasta al menos las 6 semanas de vida, se alcanza entre las 8 y las 12 semanas en el 100% de las granjas.
TAE final de transición
Finalmente, el TAE a final de transición, es decir los lechones negativos a virus campo hasta al menos las 9 semanas de vida, se alcanzó entre las 8 y las 12 semanas en el 40% de las granjas y en el 100% de las granjas entre 15 y 16 semanas.
Durante aproximadamente las primeras 6 semanas es difícil conseguir resultados relevantes, ya que en numerosas ocasiones la enfermedad sigue su clínica mientras se instaura la inmunidad frente al virus. El veterinario debe mantener el ánimo del ganadero durante este tiempo, donde el esfuerzo no tiene recompensa inmediata.
Además, en granjas en las que ya se está realizando un protocolo de vacunación, es necesario revisar posibles fallos en los manejos de los flujos de los animales, tanto en la fase de lactación, como en transición, porque de ello también depende el éxito en el control y manejo de la enfermedad.
Suvaxyn PRRS MLV es la única vacuna capaz de vencer la inmunidad maternal desde el primer día de vida. Así, aplicada en lechones el primer día de vida, es capaz de inducir una respuesta innata, humoral y celular, caracterizada por niveles indetectables de citoquinas proinflamatorias (IL-8 y TNF-α) y de IL-10, lo que incide en la seguridad de la vacuna-; un incremento significativo de los niveles de IFN-α (respuesta inmunitaria adaptativa) y un aumento paulatino del número de células secretoras de IFN-γ específicas frente al antígeno, además de que induce anticuerpos neutralizantes.
Con todo ello, Suvaxyn PRRS MLV es capaz de reducir la replicación del virus PRRS y actuar rápidamente en la eliminación de la viremia.
Su alta afinidad por los PAMs (macrófagos alveolares porcinos), junto a su eficacia en la generación de inmunidad humoral y celular se traduce en una excelente capacidad de estabilización tras un brote de PRRS en granja, a través de programas vacunales de lechones y cerdas, haciendo de esta vacuna una potente herramienta para el control más avanzado de esta enfermedad. |
*Nota: Suvaxyn PRRS MLV puede utilizarse en cerdas nulíparas y en cerdas adultas antes de la cubrición no expuestas con anterioridad al virus PRRS o en la primera mitad de la gestación. Puede utilizarse en cerdas nulíparas y adultas expuestas con anterioridad al virus PRRS en la segunda mitad de la gestación. Para Suvaxyn PRRS MLV no ha quedado demostrada la seguridad de la vacuna durante la lactancia.