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¿Las tecnologías inteligentes en explotaciones porcinas conducen a respuestas inteligentes?

Escrito por: Franck L. B. Meijboom - Departamento de Ciencias de la Salud Poblacional, Facultad de Medicina Veterinaria, Universidad de Utrecht, Países Bajos , Mona F. Giersberg - Departamento de Ciencias de la Salud Poblacional, Facultad de Medicina Veterinaria, Universidad de Utrecht, Países Bajos

Los actuales sistemas de producción porcina en Europa son objeto de críticas por parte de la opinión pública. Al mismo tiempo, las tecnologías de la Ganadería de Precisión (GdP) que permiten el seguimiento automatizado de los animales están entrando en las explotaciones porcinas comerciales.

Con el propósito de mejorar la salud y el bienestar de los animales, estas innovaciones pueden responder a las preocupaciones del público. Sin embargo, pueden plantear problemas de aceptación por parte de la sociedad.

En esta revisión, analizamos si la literatura disponible permite determinar hasta qué punto la GdP puede mitigar o reforzar las preocupaciones sociales relacionadas con la producción porcina.

En primer lugar, analizamos los estudios sobre los sistemas de cría de cerdos en general y, a continuación, los relativos a la GdP como innovación en la producción animal.

Los retos de la ganadería frente a la opinión pública

La aceptación social de la producción ganadera ya no depende únicamente de criterios económicos o de argumentos relativos a la seguridad alimentaria¹, sino que actualmente se centra también en el Bienestar Animal, los riesgos para la Salud Pública y la Sostenibilidad Medioambiental.

Por ello, la producción porcina europea, que se desarrolla principalmente en sistemas intensivos y distanciada de una población cada vez más urbanizada, no está exenta de críticas por parte de la opinión pública¹.

Si bien la relación entre la opinión pública y el consumo de carne de cerdo parece ser bastante difusa, las actitudes críticas comunicadas en el debate público influyen en el desarrollo de políticas2. Así, la futura «licencia para producir» del sector depende de la medida en que sea capaz de responder a las preocupaciones de la sociedad³.

En lugar de considerar estas preocupaciones como un obstáculo que hay que superar para lograr la aceptación, también puede considerarse como un motor básico para la innovación.

Un ejemplo de esta innovación es la Ganadería de Precisión (GdP) que puede integrarse en el sistema actual de producción ganadera, pero también tiene el potencial de actuar como desencadenante de un cambio sustancial del sistema.

La GdP se define como la gestión de la producción ganadera basada en los principios y las tecnologías de la ingeniería de procesos. Se basa en la monitorización automática de los animales y de los procesos ambientales relacionados mediante diversas tecnologías de sensores inteligentes.

La GdP tiene el potencial de mejorar la salud y el bienestar de los animales, aumentando la productividad y mitigando el impacto medioambiental de la producción ganadera6,7.

No obstante, como ocurre con la mayoría de las innovaciones tecnológicas, la GdP puede enfrentarse a cuestiones relacionadas con la propiedad y la privacidad de los datos y con la preparación tecnológica de la población.

La Ganadería de Precisión es más compleja que la Agricultura de Precisión. A diferencia de los cultivos, los animales son reconocidos como seres sensibles que pueden interactuar y establecer relaciones con los humanos10. Así, el hecho de que los animales estén sometidos a tecnologías que puedan sustituir los cuidados humanos y las relaciones entre humanos y animales podría ser motivo de preocupación en sí mismo.

No se sabe hasta qué punto la GdP puede ser un medio para abordar las preocupaciones de la sociedad en relación con la producción porcina actual.

El objetivo de este trabajo fue investigar si la literatura disponible permite analizar hasta qué punto las tecnologías de Ganadería de Precisión tienen el potencial de mitigar o reforzar las preocupaciones sociales relacionadas con la producción porcina actual.

Para ello, se analizaron las actitudes del público hacia los sistemas de producción porcina y hacia las tecnologías de GdP tal y como se han descrito y analizado en la literatura. Se evaluó el tipo y la tendencia de las actitudes manifestadas y se identificaron las oportunidades y los desafíos en relación a la GdP como una innovación para hacer frente a las preocupaciones de la sociedad sobre la producción de cerdos.[registrados]

Actitudes y retos de la aceptación social para los actuales sistemas de producción porcina

Para este estudio, se revisaron 15 trabajos relacionados con la producción porcina. Salvo dos de ellos1,11, todos eran estudios empíricos, 8 de ellos con un enfoque cuantitativo, 3 con un enfoque cualitativo y 2 con un enfoque mixto.

La mayoría de los estudios revisados tratan sobre las actitudes de los ciudadanos y los consumidores. En dos casos, los términos «consumidor» y «ciudadano» se utilizan como sinónimos11,12. Metodológicamente, esto parece desfavorable, ya que los vegetarianos y veganos incluidos explícitamente en el estudio12 no se consideran consumidores de carne de cerdo.

Por otro lado, se puede argumentar que las preocupaciones de los consumidores ya no se limitan a las preocupaciones tradicionales relacionadas con el mercado o el consumo13,14, por ejemplo, las preocupaciones de los consumidores incluyen también cuestiones de Bienestar Animal. Estas preocupaciones no solo importan a la gente en su papel de consumidor, sino porque ciertos métodos de producción no son compatibles con sus ideas sobre la buena sociedad13.

Algunos de los trabajos revisados se centran en los ganaderos15,16, a veces distinguiendo entre ganaderos convencionales y ecológicos17-19, pero solo dos de ellos incluyen a otros actores, como los asesores en materia de producción porcina y los veterinarios21, o hablan de los productores en general (todos los implicados en la cadena, desde los ganaderos hasta los gerentes de los supermercados¹).

La tendencia general de las actitudes hacia la producción porcina es bastante negativa20, aunque el estudio de Krystallis et al.² muestra que los ciudadanos tienen actitudes más bien moderadas, es decir, ni muy negativas ni muy positivas, hacia el bienestar de los cerdos, la protección del medio ambiente y la producción industrial de alimentos.

Si se examina más detenidamente, los ciudadanos parecen pensar en el bienestar de los cerdos en dos grandes categorías21:

La salud de los animales definida por indicadores medioambientales.

La idoneidad de las condiciones de alojamiento.

Esto queda reflejado en el estudio de Busch et al.22 que concluye que la evaluación del Bienestar Animal por parte de la gente está más influida por su valoración del sistema de cría en el que se presenta el cerdo (indicador ambiental) que por su interpretación del lenguaje corporal del cerdo (indicador basado en el animal).

En línea con esta atención a los indicadores medioambientales, se expresa una gran preocupación por el pequeño tamaño de los corrales23, el suelo de slat2 y la falta de acceso al exterior2,16.

Cuando se les pide que evalúen aspectos de su propia elección, la mitad de los participantes mencionan y valoran positivamente la automatización, como el registro informático de los animales y la alimentación automátizada24. Además, los ciudadanos valoran el buen cuidado de los animales, que definen como el contacto regular entre el ganadero y los animales y el cuidado de los cerdos enfermos.

El impacto de las características demográficas varía según los estudios. Bergstra et al.20 y Krystallis et al.2 señalan que un nivel educativo más bajo aumenta la probabilidad de tener actitudes más negativas sobre el bienestar de los cerdos, mientras que Weible et al.25 no encuentran este efecto.

Lo mismo ocurre con la mayoría de las demás variables, como el consumo de carne2,12 o las creencias sobre las capacidades mentales de los cerdos21,22. No obstante, un mayor conocimiento de determinados sistemas de cría o prácticas agrícolas parece conducir sistemáticamente a una menor aceptación12,25.

En contraste con la sociedad en general, los ganaderos evalúan más positivamente el estado actual del bienestar de los cerdos15,16,19, existiendo una mayor discordancia en cuanto a los aspectos de comportamiento natural, dolor, estrés y disponibilidad de espacio15.

En el único estudio que tiene en cuenta a las distintas partes interesadas19, éstas pueden agruparse en función de sus actitudes y nivel de aceptación de los aspectos de la cría de cerdos.

Los ciudadanos y los productores de cerdos ecológicos comparten actitudes negativas, mientras que los ganaderos convencionales y los asesores son positivos con respecto a la mayoría de los aspectos presentados.

Un tercer grupo lo forman los veterinarios de porcino que mantienen una mezcla de actitudes positivas y negativas.

Por ejemplo, los veterinarios evalúan positivamente el alojamiento en interiores (de forma similar a los ganaderos convencionales), mientras que consideran inaceptables las intervenciones sin sedación (de forma similar a los ciudadanos).

La definición de bienestar y la motivación para criar cerdos con estándares superiores a los exigidos por la ley varía entre los distintos subgrupos de ganaderos17,18:

La motivación de los ganaderos ecológicos se basa en sus convicciones y para ellos el buen bienestar de los cerdos incluye la posibilidad de realizar un comportamiento natural.

Los ganaderos convencionales, por el contrario, definen el bienestar como una buena salud y un buen rendimiento, y consideran que la participación en programas de calidad es un requisito previo para producir.

Tras la revisión de la literatura citada, pueden extraerse tres conclusiones principales.

1. Los ciudadanos tienen actitudes más bien negativas hacia la producción porcina, principalmente en lo que se refiere al alojamiento. Esto supone un reto para la aceptación social de estos sistemas.

2. La tendencia de las críticas no es uniforme y el nivel de preocupación varía en función de los diferentes aspectos de la producción porcina y de los subgrupos de ciudadanos.

3. Las actitudes de los ciudadanos no coinciden con las valoraciones más positivas de los ganaderos sobre la producción porcina.

Tecnologías de GdP – ¿Clave para abordar preocupaciones del consumidor?

Para determinar si parte de las preocupaciones de la población con respecto a la producción porcina pueden abordarse mediante la aplicación de tecnologías de GdP, es importante conocer las actitudes de las partes interesadas con respecto a ellas.

La mayoría de los trabajos sobre GdP que cumplían los criterios de inclusión en esta revisión eran estudios no empíricos o revisiones. Solo un estudio analizó cuantitativamente las actitudes de los productores hacia la GdP26, mientras que otro incluyó entrevistas semiestructuradas27.

A continuación, se presentan los resultados de estos estudios empíricos, seguidos de los resultados de las revisiones y los estudios conceptuales sobre la GdP.

Lima et al.26 investigaron los factores que impulsan a los ganaderos a adoptar las herramientas GdP para la gestión de sus rebaños. Aunque los dispositivos de identificación electrónica para ovejas representan una tecnología poco sofisticada en un sector menos intensificado, las conclusiones generales podrían ser aplicables al sector porcino.

Los ganaderos que perciben la herramienta como «útil» y «práctica» la adoptan voluntariamente, mientras que los que se sienten presionados para aplicar la tecnología ven la herramienta como una carga y son más reacios a utilizarla.

Las características del productor asociadas a una actitud más positiva hacia la GdP son:

Mayor nivel de conocimientos informáticos

Uso de un Smartphone

La intención de intensificar la producción

Mayor tiempo de dedicación al rebaño

La edad del ganadero, el tamaño de la explotación y la presión social de otros ganaderos no tienen ningún efecto sobre la adopción de la GdP.

Hartung et al.27 entrevistaron a ganaderos de porcino que han implementado dispositivos de reconocimiento del comportamiento y control ambiental en el marco de un proyecto de investigación.

VENTAJAS
Las ventajas esperadas, según los ganaderos son:

Mayor estabilidad en la producción

Menos trabajo rutinario

PREOCUPACIONES

Las preocupaciones están relacionadas principalmente con:

El funcionamiento y el mantenimiento de la tecnología (practicidad)

La posibilidad de demostrar los beneficios esperados (utilidad)

La mayoría de los productores señalaban tener problemas para entender, interpretar e identificarse con los datos generados. Consideran la aplicación como un «proyecto de investigación» y se sienten abandonados por la tecnología y la normativa. Además, dudan de que la GdP aumente la aceptación social de la producción ganadera.

Las revisiones o perspectivas sobre el potencial de la GdP para la producción sostenible de cerdos se basan en suposiciones y especulaciones sin aportar pruebas empíricas ni explicaciones razonables.

Por ejemplo, se asume que la GdP favorecerá la aceptación de la producción porcina por parte de los consumidores, ya que éstos apreciarán los sistemas que impliquen una atención individual y una buena interacción entre el hombre y el animal28.

Sin embargo, no se argumenta por qué la GdP debería ser necesaria y exclusivamente un enfoque por animal y, por tanto, conducir a un mejor cuidado y bienestar para el individuo.

Del mismo modo, los profesionales veterinarios, científicos y genetistas, podrían ayudar a los productores a establecer normas para el almacenamiento y uso responsable de los datos con el fin de abordar los problemas de privacidad y derechos de los datos28.

En otro estudio se plantea la posibilidad de controlar el bienestar en tiempo real en los sistemas de producción intensiva mediante la construcción de «representaciones digitales» de los animales para acercarlos al ganadero29. Desafortunadamente, la supuesta relación causal entre la generación continua de datos y la mayor atención a los animales no se explica con más detalle.

Bos et al.30 estudian la relación entre la GdP y la objetivación de los animales en la producción ganadera intensiva. Si se consideran principalmente como elementos de un sistema, la integridad de los animales se vería comprometida, lo que también sería cierto para la identidad de los ganaderos en dicho sistema. Si bien la GdP podría aumentar el razonamiento instrumental del ganadero mediante la búsqueda de conocimiento (datos) y control (intervenciones), al mismo tiempo podría redefinir la noción de cuidado, si el cuidado del animal individual se implementa suficientemente en dichas tecnologías.

Los autores concluyen que la evaluación moral de la GdP no es posible sin tener en cuenta los efectos sobre las relaciones de cuidado en entornos específicos.

Werkheiser31 aplica la analogía de la crianza de los hijos para examinar si los ganaderos utilizan la GdP de forma que les permita cumplir con sus obligaciones de responsabilidad personal en el cuidado de sus animales.

Aunque así sea, la GdP no ayudará a los ganaderos a ser mejores productores en un sentido tradicional, es decir, seguirá existiendo el problema de conciliar la producción ganadera intensiva con lo que se percibe como «Buenas Prácticas Ganaderas».

Parece haber más problemas relativos a las interrelaciones, por ejemplo, que la GdP sustituye a las interacciones positivas entre humanos y animales, mientras que las tareas estresantes todavía tienen que ser realizadas por los humanos32.

En resumen, la literatura sugiere que los productores están preocupados por la practicidad y la utilidad de la GdP, pero no hay información sobre las actitudes de otras partes interesadas hacia estas tecnologías.

Discusión

El objetivo de esta revisión era determinar si la literatura actual permite responder a la pregunta “¿Hasta qué punto la GdP tiene el potencial de mitigar o reforzar las preocupaciones de la sociedad sobre la producción porcina actual?». Los trabajos revisados presentan tres retos principales en relación a la aceptación social de la producción porcina:

1. Las actitudes de los ciudadanos son más bien negativas.

2. El enfoque y el nivel de preocupación son diversos.

3. Existe una discordancia entre la evaluación de la producción porcina por parte de los ciudadanos y de los ganaderos.

Cabe señalar que, en la mayoría de los estudios, los participantes valoran puntos predeterminados, lo que podría conllevar el riesgo de adoptar posturas de conformidad social y utilizar los marcos y estereotipos existentes².

Además, la mayoría de las encuestas se centran en las preocupaciones más que en la apreciación, lo que se hace evidente por la redacción a menudo negativa de los puntos, por ejemplo, «Los cerdos se sienten cómodos en los establos modernos porque no tienen otra experiencia11,25, en lugar de, por ejemplo, «. . . porque están bien cuidados».

Cuando expresan su opinión libremente, las personas plantean aspectos similares que les preocupan, pero también señalan qué características de la producción porcina aprecian, incluida la automatización24. Los limitados datos disponibles sugieren que la producción porcina convencional no es rechazada per se, lo que puede ofrecer un margen de mejora dentro de este sistema.

Sería interesante obtener una visión cualitativa de las actitudes de otras partes interesadas, como por ejemplo los veterinarios. Los primeros resultados indican que comparten las perspectivas con los ciudadanos y con los productores19, por lo que podrían asumir un papel de puente en el debate público.

Si se considera que la GdP es un medio para hacer frente a los retos señalados anteriormente, se plantean las siguientes preguntas:

¿Puede la GdP responder a las demandas de la sociedad?

¿Puede atender a la diversidad de preocupaciones?

¿Puede acercar a los ciudadanos y a los ganaderos a sus visiones de la ganadería porcina?

Estas preguntas son difíciles de responder.

Salvo una referencia, la GdP no es objeto de los estudios mencionados sobre la producción porcina. Se podría argumentar que la GdP es una tecnología relativamente nueva y ampliamente desconocida fuera de las comunidades agrícolas y de ingeniería. Sin embargo, en Europa se han llevado a cabo numerosas investigaciones sobre la GdP en los últimos 20 años33.

Al menos los sistemas menos complejos, como el reconocimiento automático y la alimentación individualizada de las cerdas gestantes, son tan comunes en la práctica como los suelos de slat.

En lo que respecta a la literatura sobre las actitudes hacia la GdP en un contexto más amplio, hay dos estudios que se centran en los productores, es decir, en los usuarios finales de la GdP, mientras que falta información sobre las actitudes de otros grupos de interesados, incluidos los ciudadanos.

Esta revisión bibliográfica pone de manifiesto que, con la actual literatura disponible, no es posible determinar si la tecnología de Ganadería de precisión servirá para dar respuesta a las demandas de la opinión pública sobre la producción porcina.

No hay estudios que examinen las actitudes de los principales actores, salvo los productores, hacia la GdP. Esta información es necesaria para determinar si la GdP puede ser útil para hacer frente a las preocupaciones de la sociedad.

Esto es crucial para la innovación, dado que tratar con estos temas requiere algo más que simplemente proporcionar información o conocimientos, es insuficiente para cambiar actitudes preexistentes hacia determinadas prácticas agroganaderas13,25.

Se ha identificado un cierto conflicto entre la valoración de los problemas que deben abordarse en la producción porcina según la opinión de los ciudadanos y los productores. En este sentido, hay un vacío de conocimientos en cuanto a las actitudes hacia la producción porcina de algunos actores que podrían ser mediadores entre estos grupos de la sociedad, por ejemplo, los veterinarios.

Los datos empíricos de la opinión pública con respecto a la GdP y la visión de las partes implicadas sobre la producción porcina son elementos esenciales para un completo análisis socioético.

Esta combinación de análisis empírico y normativo es una forma de evaluación tecnológica que ya se ha aplicado en otros contextos, como la agricultura o la biotecnología alimentaria5. Este abordaje permite:

Indicar y analizar las potenciales objeciones contra la GdP que requieran más atención y que podrían resultar en una mayor innovación.

Relacionar aspectos valorados como positivos de la GdP con la producción porcina actual para atender a las preocupaciones de la sociedad.

Artículo traducido y adaptado de: Giersberg MF and Meijboom FLB (2021) Smart Technologies Lead to Smart Answers? On the Claim of Smart Sensing Technologies to Tackle Animal Related Societal Concerns in Europe Over Current Pig Husbandry Systems. Front. Vet. Sci. 7:588214. doi: 10.3389/fvets.2020.588214 (CC BY 4.0) 

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