El cerdo en crecimiento/acabado se encuentra en un estado lipogénico neto en el que la lipogénesis supera con creces la lipólisis y la movilización de la grasa. adiposo
Tanto la lipogénesis como la lipólisis están reguladas por la insulina. La insulina estimula la lipogénesis e inhibe la lipólisis en el tejido adiposo de rata incubado (Halperin y Denton, 1969; Saggerson y Greenbaum, 1970).
Los efectos de la insulina en el tejido adiposo porcino son más equívocos: la mayoría de los estudios in vitro han demostrado una estimulación modesta de la lipogénesis, pero poco efecto sobre la lipólisis (Mersmann, 1986; Mersman y Hu, 1987; Budd et al. 1994).
La disminución de la glucosa en sangre se debe a la inhibición simultánea de la liberación hepática de glucosa y a la estimulación de la utilización de la glucosa por el músculo y el tejido adiposo (Dunshea et al. 1992c). En el cerdo en crecimiento, Dunshea et al. (1992c) estimaron que, en condiciones basales, el tejido adiposo subcutáneo utilizaba aproximadamente el 26 y el 16% del recambio de glucosa para la lipogénesis y la oxidación, respectivamente.
Dado que el tejido adiposo subcutáneo es, con diferencia, el mayor depósito de tejido adiposo, estos datos sugieren que, en condiciones normales de variación de la insulina circulante, el tejido adiposo subcutáneo sería el principal lugar de utilización de la glucosa.
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