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Trastornos reproductivos como consecuencia de una mala condición corporal al destete

Escrito por: Rafael Pallás Alonso - Director técnico de KUBUS – España
En cualquier granja con una tasa de renovación anual correcta del 40–50%, el porcentaje de hembras primerizas, hembras que han parido una vez y van a hacer el segundo parto, oscila entre el 17% y el 20%.

Por tanto, es imprescindible tener buenos resultados productivos con este grupo para que el global de la granja obtenga óptimos resultados técnicos y económicos.

EL PROBLEMA DEL SÍNDROME DEL SEGUNDO PARTO

En las granjas actuales es muy habitual que en el primer parto de la cerda logre un excelente desempeño reproductivo (fertilidad a parto y no de lechones nacidos). Sin embargo, también es muy habitual que estos excelentes resultados del primer parto se vengan abajo en el segundo por la aparición del Síndrome del Segundo Parto.

Este trastorno reproductivo se manifiesta por los siguientes signos:

Anoestro postdestete: prolongación del intervalo destete-celo (>7 días).

Infertilidad: tasa de partos inferior al 85% (en muchas ocasiones no llegan ni al 80%).

Disminución del número total de lechones nacidos (<11 lechones).

La prolongación del intervalo destete – salida a celo (IDC) es una de las principales consecuencias de la deficiente condición corporal al destete teniendo mayor incidencia en las cerdas más jóvenes, apareciendo como uno de los signos principales del Síndrome del Segundo Parto.

La baja condición corporal al destete ocurre principalmente en las cerdas que acaban de tener su primer parto.

En el origen de este cuadro se encuentra la notable pérdida de peso que se produce durante la primera lactación, llegando las hembras al destete con una pobre condición corporal.

Una cerda de primer parto debe comer para mantenerse, crecer y producir leche para la camada, pero [registrados]el problema es que el consumo de pienso durante la lactación a menudo no es suficiente para cubrir todas estas necesidades.

Una cerda primeriza en lactación debería comer 7,5 – 8 kg/día. Sin embargo, el consumo de pienso medio de una primeriza rara vez supera los 6 – 7 kg/día y en ocasiones no llega ni a los 6 kg/día.

Este déficit energético perturba el funcionamiento hormonal, generando al destete un pico de LH retardado e inferior, lo que lleva a un retorno a celo tardío, una ovulación retrasada y una tasa de progesterona inferior a la normal y, por lo tanto, a la infertilidad.

Además, la tasa de ovulación de este tipo de hembras es inferior y, lo que es más importante, los ovocitos liberados son de menor calidad, lo que lleva a embriones con viabilidad reducida, aumento de la mortalidad embrionaria, camadas cortas y lechones más heterogéneos al nacer.

Uno de los puntos actuales de trabajo para mejorar el tamaño de los lechones al nacimiento es mejorar la condición corporal de las hembras destetadas en el ciclo anterior con el fin de que los ovocitos liberados sean todos de buena calidad y tengan un ritmo de crecimiento parejo, así ganaremos uniformidad en la camada siguiente.

LA UTILIDAD DE ALTRENOGEST

El uso de Altrenogest que se describe a continuación es válido tanto para las cerdas que acaban de terminar su primera lactación como para todas aquellas que al destete presenten una baja condición corporal, independientemente de su paridad.

El uso de Altrenogest al destete permite:

Retrasar la salida a celo unos días para permitir la recuperación de la cerda.

Cambiar el estado fisiológico de la cerda, de catabólico a anabólico.

Completar correctamente la involución uterina.

Disminuir el porcentaje de anoestros.

Mejorar los parámetros productivos del ciclo siguiente.

Dos días antes del destete se procede a la identificación de las cerdas que van al segundo parto y de todas aquellas que presenten una pobre condición corporal, independientemente del número de partos que tengan.

Al día siguiente, es decir, el día de antes del destete, se inicia la aplicación de Altrenogest.

El día del destete se aplica el producto y el grupo de cerdas es destetado de la misma forma que sus compañeras de banda, acompañándolas a la zona de destete-cubrición de la granja donde recibirán el mismo manejo nutricional que sus compañeras, flushing, alimentación con pienso de lactación, etc.

La aplicación de Altrenogest se prolonga durante 6 días más tras el destete, de forma que el número total de días de aplicación del producto es de 8 (1 previo al destete, el día del destete y 6 más).

Con esta práctica, el último día de aplicación del producto es el anterior al día del siguiente destete de las cerdas que han seguido el flujo normal de la granja.

Como las cerdas que han tomado Altrenogest vuelven a ciclar espontáneamente a los 4 o 5 días tras el cese de la aplicación del producto, salen a celo junto con las del destete de la semana siguiente, pasando a formar parte de la siguiente banda de producción.

Si esta forma de trabajo se realiza de forma continua, excepto la primera vez, no hay disminución en la cuota de monta semanal, ya que cada banda de producción pasa a la semana siguiente un grupo de cerdas, pero recibe otro de la banda anterior, con lo que el número de cubriciones semanales se mantiene prácticamente constante y el flujo de producción no se resiente.

IMPORTANCIA DE OPTIMIZAR EL IDC

La prolongación del IDC es uno de los factores que más influyen en los resultados productivos de las granjas, de forma que las cerdas que ciclan entre los 3 y 6 días tras el destete siempre tienen los mejores resultados productivos, tanto en fertilidad a parto como en prolificidad. En cambio, las cerdas que extienden este intervalo a los 7 – 10 días normalmente tienen los peores resultados de toda la granja.

Una alimentación deficiente en lactación origina una pérdida de condición corporal y, por tanto, la movilización de reservas. Cuanto mayor sea la pérdida de condición corporal, mayor será el IDC.

Por ello, el control del estado de carnes al momento del destete es una de las principales tareas del personal del área de lactación, de forma que pérdidas de peso superiores al 10% entre parto y destete ya son problemáticas y críticas por encima del 15%.

Las cerdas deben entrar a partos con un espesor de grasa dorsal entre 16 y 20 mm en P2.

La pérdida de grasa en el punto P2 entre el parto y el destete no debería ser superior a 4 mm, ya que las pérdidas superiores indican exceso de pérdida de condición corporal.

Las hembras que al destete se encuentran en un estado fisiológico con predominio catabólico tienden a:

Prolongar el IDC.

Aumentar el porcentaje de anoestros y repeticiones de ciclo.

Tener un menor número de lechones en el siguiente parto.

Para acortar el IDC no hay mejor estrategia que el trabajo intenso con varios machos a la vez desde el mismo día del destete.

CLAVES PARA EVITAR LA PÉRDIDA DE CONDICIÓN CORPORAL

Para evitar el deterioro de la condición corporal debemos implementar estrategias para incrementar el consumo durante la lactación:

Levantar a las cerdas varias veces al día.

Limpieza diaria de los comederos.

Suministrar pienso fresco varias veces al día: usar dietas concentradas.

Vigilar fermentaciones del pienso: las altas temperaturas de las salas de partos hacen que la fermentación aparezca rápidamente.

Suministro de agua ad libitum.

Caudal de agua mínimo: 3-3,5 L/minuto.

Suplementar agua.

Refrigerar las salas de partos.

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