Jordi Mujal
Ingeniero Responsable de Oficina Técnica de SERTIC, SA
En la producción porcina moderna es fundamental el control ambiental de las explotaciones, siendo la ventilación y climatización de las naves su parte principal.
Las condiciones ambientales afectan poderosamente en los resultados económicos ya que influyen directamente en la salud y el crecimiento de los animales.
El objetivo de un buen sistema de control ambiental es el control de los siguientes aspectos:
• La temperatura de la sala del modo más estable posible.
• La renovación del aire interior para aportar el oxígeno necesario.
• Distribuir de forma homogénea la renovación de aire.
• Evitar las corrientes de aire a la altura de los animales.
• Limitar los niveles de humedad relativa, presencia de gases nocivos y polvo en suspensión.
Por ser la ventilación un sistema que funciona las 24 h del día sin parar, su eficiencia energética es también de gran importancia.
Por lo tanto, los equipos para el control climático en una explotación deben ser, además, capaces de gestionar tanto la calefacción como la refrigeración.
También es preciso conocer en todo momento el consumo en función del caudal de los diversos ventiladores y sistemas que lo componen para el adecuado diseño de la instalación.
La ventilación en verano
Las altas temperaturas del verano tienen como efecto la reducción de la ingesta de pienso y en consecuencia, el menor crecimiento de los lechones y de la producción de leche de las madres.
A partir de un determinado nivel, las temperaturas causan estrés térmico, principalmente en las cerdas que están a punto de parir y que puede resultar fatal.
El cálculo de la ventilación y climatización de las salas de maternidad y de destete se realiza en base a conseguir evacuar el calor producido por los animales de forma que el aire en la sala no aumente más de 3° a 4°C.
Habrá que eliminar además el calor transmitido por paredes y techo, provocado por las altas temperaturas exteriores y la radiación solar. En este sentido es también de vital importancia contar con un buen aislamiento en la construcción de los pabellones.
La ventilación por sí sola no es capaz de mantener una temperatura inferior a la exterior a menos que se recurra a sistemas de refrigeración.
El sistema más recomendable es el uso de paneles humidificadores que consiguen una reducción de la temperatura del aire que circula a través de ellos del orden de 7° a 10°C, en función de la humedad relativa exterior, gracias a la evaporación de agua a su paso por el panel.
Durante las horas de máxima insolación, la depresión consignada en los locales debería ser la menor posible con el fin de aprovechar completamente la capacidad de caudal de los ventiladores con la mejor ratio de eficiencia eléctrica.
Como consecuencia, durante este período del año, es muy importante no limitar la velocidad máxima de los ventiladores ni dificultar o reducir la sección de paso del aire que entra al módulo a través de los humidificadores.
Consideraciones finales
No sólo es determinante contar con un sistema de ventilación y climatización correctamente dimensionado e instalado. También lo son la fiabilidad y rendimiento de los equipos, además de su escrupuloso mantenimiento en base a una revisión y limpieza periódica de ventiladores, entradas de aire y humidificadores, sin olvidar la comprobación de las sondas de temperatura que deben estar instaladas cerca de los animales y podrían requerir un reajuste.