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Virus de la Gripe Porcina

La Gripe Porcina es una enfermedad vírica muy contagiosa de los cerdos. Se conoce científicamente como virus influenza A porcino (VIA-P). El agente etiológico es un virus de la familia orthomyxoviridae. Se presenta como una infección de las vías respiratorias.

 

Síntomas:

 

Patogénesis:

La vía de entrada del virus en animales es nasofaríngea. Básicamente por contacto con las secreciones nasales y aerosoles con carga viral. Las excreciones del animal enfermo pueden ocurrir desde las 24 horas postinfección. Luego el virus tiene la capacidad de adherirse al epitelio y a los cilios. Tras la colonización se replica y extiende hacia los bronquios y bronquiolos. Esto provoca daño en el aparato mucociliar. También incremento en la producción de moco como respuesta defensiva ante el ataque del microorganismo.

Posteriormente ocurre necrosis y metaplasia del epitelio de las vías aéreas con exudado de neutrófilos y macrófagos y un exudado serofibrinoso. El efecto dañino sobre el aparato respiratorio eleva la susceptibilidad del cerdo a sufrir infecciones bacterianas secundarias.  Las hembras infectadas pueden padecer trastornos en la reproducción. Ejemplos de esto pueden ser los abortos.  Las tasas de morbilidad pueden alcanzar el 100%, mientras que la mortalidad suele ser baja. 

 

Diagnóstico:

Tras la aparición de los signos clínicos, deben tomarse las muestras entre las 24–72 horas. Los animales a muestrear no deben ser tratados previamenteLas muestras de elección son el tejido pulmonar e hisopos nasales. Aunque muestras de secreciones salivales obtenidas de cuerdas también son útiles para el diagnóstico poblacional.

El aislamiento del virus es lo más recomendado. Además, puede hacerse la subtipificación de los virus aislados mediante pruebas de inhibición de la hemaglutinación o del PCR con transcripción inversa.  Mientras que las muestras de tejidos con formalina permiten realizar pruebas de inmunohistoquímica. 

Otras pruebas serológicas utilizadas son la inmunodifusión en agar gel, , la neutralización vírica, el ELISA (no específicos de subtipos) y la inmunofluorescencia indirecta. 

 

Tratamiento, Control y Prevención:

No existe tratamiento específico. Generalmente se practica un tratamiento sintomático para mantener a los animales hidratados y la antibiótico terapia para evitar la presentación de infecciones oportunistas.  Se han comercializado vacunas con VIA-P inactivados. Estas vacunas generalmente contienen un único subtipo de VIA-P o varios. Para prevenir la enfermedad es esencial aplicar estrictas medidas de higiene y de bioseguridad. 

 

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Influenza A Porcina – OIE.

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