Una estrategia que parece mitigar los efectos negativos del estrés, es el enriquecimiento ambiental (EA). Generalmente, se define como la modificación ambiental de las condiciones de cautiverio, conduciendo a una mejora en el desempeño biológico de los animales La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), que cuenta con más de 150 países miembros, considera que […]
Una estrategia que parece mitigar los efectos negativos del estrés, es el enriquecimiento ambiental (EA). Generalmente, se define como la modificación ambiental de las condiciones de cautiverio, conduciendo a una mejora en el desempeño biológico de los animales
La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), que cuenta con más de 150 países miembros, considera que un animal presenta bienestar cuando está sano, cómodo, bien alimentado, seguro, es capaz de expresar su comportamiento y no sufre estados desagradables. como el dolor, el miedo y la ansiedad (OIE, 2008). |
Desafortunadamente, la producción intensiva de animales para beneficio humano ha reducido la capacidad de las granjas para brindar bienestar animal.
En el caso particular de los cerdos, la alta demanda para el consumo de su carne generó un incremento en su producción y en la forma de estabulación durante su cadena productiva (USDA-FAS, 2019).
En granjas con sistemas de manejo semi-intensivo e intensivo, los cerdos están constantemente expuestos a eventos aversivos como:
Los estudios indican que este tipo de condiciones genera estrés en los animales y, como consecuencia, un escaso bienestar.
Uno de los graves problemas del estrés, entendido como respuesta a una amenaza real o percibida que altera la homeostasis de un organismo, es que puede tener efectos negativos severos si se presenta de forma prolongada o continua.
Algunos de los efectos fisiológicos del estrés incluyen deficiencias en el sistema inmunológico y la activación del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HPA).
Mientras que experimentar estrés agudo es una respuesta adaptativa con la que un organismo mejora su capacidad para enfrentarse a su entorno y sobrevivir.
El estrés constante, prolongado o crónico, tiene efectos negativos sobre las funciones biológicas vitales, como la reproducción, la respuesta inmune y el crecimiento, principalmente debido a la cantidad de glucocorticoides y catecolaminas liberadas en el sistema.