La productividad de las cerdas ha cambiado drásticamente durante las últimas décadas. La selección genética continua condujo a una alta prolificidad y a la producción de una progenie muy magra.
La productividad de las cerdas ha cambiado drásticamente durante las últimas décadas. La selección genética continua condujo a una alta prolificidad y a la producción de una progenie muy magra.
Como consecuencia, las cerdas modernas producen camadas más grandes que antes y cada cría es más delgada y crece más rápido.
Durante la gestación, las cerdas experimentan cambios dramáticos con el crecimiento fetal y el crecimiento de la glándula mamaria.
Un estudio investigó el crecimiento de los fetos porcinos y determinó sus necesidades de nutrientes.
El crecimiento de los fetos fue bastante limitado hasta el día 70 de gestación (0,25 g de aumento de proteína/día), mientras que aumentó significativamente (19 veces) a 4,63 g de aumento de proteína/día después del día 70 de gestación.
Este aumento dramático en el crecimiento durante la última etapa de la gestación incluye el crecimiento del corazón, el hígado, los intestinos y la placenta.
Fue interesante observar que el crecimiento no fue significativo hasta el día 80 de gestación (0,41 g de aumento de proteína/glándula/día) mientras que aumentó significativamente (24 veces) a 3,41 g de aumento de proteína/glándula/día después del día 80 de gestación. |
Teniendo en cuenta estos patrones de crecimiento, los requerimientos de proteínas deberían ser mayores en la gestación tardía en comparación con la gestación temprana.