Plan de contingencia
09 Oct 2023

Plan de contingencia

Los planes de contingencia son fundamentales y deben estar previstos y preparados con antelación a cualquier brote. Todos los países deberían disponer de un plan de contingencia para peste porcina africana y aún más los que en la actualidad se encuentran en mayor riesgo.

Los planes de contingencia son fundamentales y deben estar previstos y preparados con antelación a cualquier brote. Todos los países deberían disponer de un plan de contingencia para peste porcina africana y aún más los que en la actualidad se encuentran en mayor riesgo.

Un plan de contingencia para el control de la peste porcina africana conlleva el sacrificio sanitario y la eliminación de animales infectados, sospechosos, contactos.

Por ello, un fondo de contingencia, legalmente sustentado para la compensación de los productores afectados por el sacrificio de sus cerdos, es fundamental como medida de control para promover la notificación y asegurar el éxito del programa de control.

El plan de contingencia debería incorporar un manual claro que incluya cada una de las actuaciones a realizar desde la sospecha hasta el final del foco.

Los planes de contingencia deben ser adaptados a las circunstancias epidemiológicas, sanitarias, productivas y de infraestructura de cada país y por supuesto de acuerdo con las normas y recomendaciones de la OIE vigentes.

Un plan de contingencia debe incorporar al menos tres apartados de carácter general que incorporen la mayor información posible sobre los siguientes datos:

  • Estructura administrativa de la zona o país: servicio veterinario, laboratorio de diagnóstico, legislación vigente.
  • Estructura ganadera: censo, número de explotaciones y su localización, movimientos, población silvestre, etc.
  • Características de la enfermedad: ficha técnica, factores de riesgo, animales susceptibles y/o vectores, cuadro clínico y lesiones, vías de entrada y difusión, periodo de incubación, muestras a remitir al laboratorio, métodos de diagnóstico, desinfectantes utilizados, etc. así como una información más específica de la actuación en la zona sospechosa o de confirmación de un foco, que debería incorporar al menos los siguientes datos:
  1. sistema de notificación, inspección de la explotación sospechosa (observación clínica y epidemiológica), envío de muestras al laboratorio,
  2.  zonificación del área afectada,
  3. inmovilización de la zona, actuación en las explotaciones colindantes, controles de movimientos, encuestas epidemiológicas,
  4. confirmación laboratorial,
  5. métodos de sacrificio de animales,
  6. procedimiento para destrucción de cadáveres,
  7. vacío sanitario,
  8. limpieza y desinfección en la explotación y transportes,
  9. controles serológicos de la zona y zonas adyacentes para conocer la posible difusión de la enfermedad,
  10. estudio de jabalíes y/o vectores,
  11.  utilización de animales centinelas para comprobar si se ha eliminado la presencia viral en
  12. las explotaciones afectadas sometidas a vacío sanitario,
  13. repoblación.

Se aconseja igualmente la preparación de un manual práctico que recoja detalladamente las actuaciones descritas con anterioridad y que se resumirían en los siguientes apartados:

  • Actuaciones tras el aviso de la sospecha.
  • Inspección de la explotación sospechosa, medidas concretas de bioseguridad a tomar en la explotación sospechosa y colindante.
  • Examen clínico y anatomopatológico. Qué debemos hacer y observar.
  • Toma y envío de muestras al laboratorio e información sobre el origen de la muestra. Tipo de muestras a colectar, laboratorios habilitados para el diagnóstico de peste porcina africana.
  • Modelo de la encuesta epidemiológica (preguntas concretas sobre la entrada de animales, semen, visitantes), así como relación y fecha de movimientos de entrada y salida de la explotación.
  • Detallar específicamente el método de sacrificio que se seguirá.
  • Procedimiento para la eliminación de cadáveres.
  • Métodos de limpieza y desinfección.
  • Zonificación: definición de las zonas focal, perifocal, buffer y de muestreo (controles serológicos).
  • Detección de vectores y método de captura de garrapatas.
  • Criterios para la utilización de animales centinelas.

Referencias
[1] Arias M., Sánchez-Vizcaíno J.M. (2002).– African swine fever. In: Trends in emerging viral infections of swine. A. Morilla, K.J. Yoon & J.J. Zimmerman (eds).119–124. Ames, IA: Iowa State Press. ISBN: 978-0-8138-0383-8

[2] EFSA. European Food Safety Authority. 2010.– Scientific opinion on African Swine Fever. EFSA Journal 2010; 8(3):1556 [149 pp.]. doi:10.2903/j.efsa.2010.1556. www.efsa.europa.eu

[3] Sánchez-Vizcaíno J.M. (2006).– African swine fever. In: Diseases of swine. 9th edition. pp 291-298. Ed. B. Straw, S. D’Allaire, W. Mengeling, D. Taylor. Iowa State University. USA. ISBN 10-0-8138-1703-X

[4] McVicar J.W. (1984).– Quantitative aspects of transmission of African swine fever virus. Am J Vet Res 45:1535-1541.

[5] OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal) (2008).– Manual de las pruebas de diagnóstico y de las vacunas para los animales terrestres. OIE, París.