La formulación de dietas es una parte crítica de una producción porcina rentable. Es generalmente aceptado que el alimento representa entre el 60-70% de los costos de producción y afecta muchas facetas del negocio.
La formulación de dietas es una parte crítica de una producción porcina rentable. Es generalmente aceptado que el alimento representa entre el 60-70% de los costos de producción y afecta muchas facetas del negocio; incluyendo: la compra de ingredientes, control de calidad, procesos en la planta de piensos (feed mill), programación, transporte y logística, entrega de alimento en granja, compra de equipo, y planificación comercial.
El alimento es el insumo más importante para el sistema de producción y es el impulsor clave del rendimiento de los cerdos. formulación
Es por eso que establecer las especificaciones de nutrientes correctamente para cada fase de producción para lograr que se cumplan los objetivos de rendimiento del animal es un paso crucial que se logra con la formulación de dietas.
Una vez que se definen los requerimientos nutricionales y las dietas se formulan, es tentador el pensamiento de “ya están hechas, y nos olvidamos” . Sin embargo, es fundamental entender que el contenido de nutrientes y el precio de los ingredientes no es estático, si no que está en constante cambio. Sabiendo esto nos hacemos la pregunta: ¿necesito reformular mis dietas?
Hay muchas razones para considerar la reformulación o actualización de las dietas. Algunas de estas son:
Además, las fluctuaciones en los precios del cerdo en canal o en pie afectan la rentabilidad y, por ende, se requiere reformular las dietas para ajustar el costo de producción y mantener el margen. Un ejemplo de esto se da cuando los precios de venta de canal son bajos, el margen de ganancia es menor por lo que se verá afectada, posiblemente, la inclusión de ingredientes alternativos, como lo son el aceite de soya, las grasas blancas (choice white grease) y algunos aditivos que ayudan a mejorar ganancia de peso y la conversión alimenticia.
El proceso de cambio de dietas lleva tiempo, y afectará las demandas de compra de ingredientes, por lo que es importante establecer un umbral mínimo para la reducción de los costos de la dieta y así evitar hacer cambios con demasiada frecuencia.
Algunos sistemas actualizan los precios de los ingredientes y la información de calidad de las materias primas, es decir, el contenido de nutrientes, semanalmente, mientras que otros prefieren hacerlo mensualmente.
Otros, sin embargo, adoptan un enfoque oportunista y solo cambian según sea necesario o cuando se producen cambios significativos en los precios o la calidad de los ingredientes. Este último enfoque no es técnicamente correcto; probablemente un enfoque más metódico que se adhiera a un horario regular capture la mayor cantidad de ahorros. formulación
A continuación, se dan dos ejemplos para ilustrar los posibles ahorros de costos que se puedan lograr cuando cambia el precio de un ingrediente o cambia el contenido de nutrientes de un ingrediente clave. En ambos ejemplos, se utilizaron los siguientes precios de ingredientes base (en USD/tonelada): maíz 230, harina de soya 493, DDGS (granos secos de destilería con solubles) 254, trigo (wheat midds) 249.
La tabla 1 muestra una comparación de costos de la dieta cuando el precio de DDGS subió de $254/tonelada a $325/tonelada.
El costo actual de la dieta aumenta significativamente (alrededor de $6-8/tonelada) a medida que aumenta el precio de DDGS. Pero si las dietas se reformularan utilizando el precio más alto de DDGS, se pueden capturar algunos ahorros ($ 0.18/cerdo aproximadamente). Aunque esto parece un cambio pequeño, cada centavo cuesta. Si se tiene un inventario de 100.000 cerdos, los ahorros se convierten en $18,000 debido a la reformulación.
La tabla 2 muestra lo que puede suceder si el nivel de nutrientes de un ingrediente clave cambia significativamente. En este ejemplo, utilizamos un valor de proteína de harina de soya del 45% para los costos actuales de la dieta.
Si la proteína de la harina de soya cambia, pero no la estamos midiendo, las dietas permanecerán sin cambios. Pero si incluso existe un programa rudimentario de control de calidad para medir rutinariamente los niveles de nutrientes en ingredientes clave, tenemos la oportunidad de generar ahorros en el contenido de nutrientes de harina de soya y reformular las dietas ahorrando varios dólares por tonelada.
*SBM= Harina de soya
El ahorro total por cerdo es más de $1.13 o más de $113,000/100.000 cerdos. Si este cambio de nutrientes ocurriera a la inversa (es decir, 47% de proteína de harina de soya, reduciendo a 45%) y no lo detectamos, las dietas ya no cumplirían con el objetivo (target) de niveles de nutrientes para el cual se formuló en primer lugar.
Esto tendría como resultado un menor desempeño de los cerdos, y como consecuencia, una mayor estadía para alcanzar el peso de mercado. Además, se utilizaría más alimento debido a una conversión de alimento más pobre generando la pérdida de ingresos por una menor ganancia diaria y peso final.
Conclusiones
Estos ejemplos demuestran la necesidad de monitorear rutinariamente los nutrientes de los ingredientes y reformular las dietas para capturar ahorros o cumplir con los requisitos de nutrientes de manera efectiva y eficiente en costo.
Un programa sólido de control de calidad en el que los niveles de nutrientes de los ingredientes clave (o los de mayor y común inclusión en dietas como maíz, soya, trigo, DDGS) se midan rutinariamente junto con las actualizaciones periódicas de los precios es un primer paso crítico para revelar oportunidades de ahorro de costos.
Esta información se puede utilizar para actualizar las formulaciones de alimentos al menos una vez al mes para garantizar que se capturen los ahorros de costos.