Las evaluaciones del bienestar en la granja son el método principal para evaluar el bienestar de los cerdos, pero estas evaluaciones requieren mucho trabajo y tiempo.
Además, existe un mayor riesgo de bioseguridad y transmisión de enfermedades dentro y entre granjas durante estas evaluaciones.
Por lo tanto, existe un mayor interés en utilizar datos recopilados de forma rutinaria para evaluaciones de bienestar.
Varios estudios tenían como objetivo evaluar el bienestar de los hatos basados en datos recopilados de forma rutinaria, incluida la inspección de la carne. Sin embargo, existe trabajo limitado sobre el uso de datos de inspección rutinaria de la carne con el fin de evaluar la salud y el bienestar de los cerdo.
En el 2009, el Farm Animal Welfare Council (FAWC) sugirió el uso de indicadores «iceberg» como un medio para evaluar el bienestar animal en general. Estos indicadores deben proporcionar una imagen del bienestar general del animal y funcionar como señal de advertencia de problemas subyacentes
Las lesiones en la cola y la piel se encuentran entre los indicadores de bienestar de los cerdos basados en animales más citados y paneles de expertos propusieron su uso en cerdos de engorde.
Objetivo: validar las lesiones de la canal como indicadores de «iceberg» para el bienestar en la granja y evaluar su desempeño como herramientas de seguimiento.
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Metodología
Se evaluaron 31 granjas de cerdos desde el parto hasta el final (∼12% de los hatos).
Utilizando una versión adaptada del protocolo Welfare Quality mediante la inspección de 6 corrales de cerdos seleccionados al azar en el primer destete (4 a 8 semanas), segundo destete (8 a 13 semanas) y etapa final (13 a 23 semanas).
Se calculó la prevalencia promedio de los resultados de bienestar para cada etapa.
Se desarrollaron modelos de regresión lineal para predecir la prevalencia de cada resultado de bienestar en cada etapa en función de la prevalencia de las diferentes lesiones de la canal.
Resultados
Los resultados de los diferentes aspectos del bienestar que fueron mejor predichos por la información del matadero (más alto R2) fueron malas condiciones corporales (primera etapa de destete), bursitis (segunda etapa de destete), acurrucarse (primera etapa de destete), lesiones graves en la cola (etapa de finalización) y problemas respiratorios (segunda etapa de destete).
Se utilizaron árboles de regresión y curvas de funcionamiento del receptor (ROC) para evaluar la utilidad de las lesiones de la canal como herramientas de seguimiento.
Los valores de corte de la prevalencia predictiva de lesiones en la canal fueron similares utilizando ambas técnicas.
Los modelos para predecir granjas problemáticas con mala condición corporal, bursitis y lesiones graves en la cola fueron moderadamente precisos.
La sensibilidad y la especificidad variaron del 75 al 100% y del 70 al 87%, respectivamente, en el valor de corte óptimo de la prevalencia predictiva de lesiones en la canal.
Conclusión
Los resultados muestran la posibilidad de utilizar las lesiones de la piel y la cola de la canal como indicadores de iceberg de la salud y el bienestar de los cerdos en la granja.
Es necesario trabajar en el futuro para evaluar el costo de incluir el registro de las lesiones de la canal en la inspección de la carne, el costo de no identificar las granjas problemáticas y el costo de visitar o penalizar incorrectamente las granjas problemáticas antes de que las lesiones de la canal puedan usarse como indicadores de bienestar en un entorno comercial.
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