La acidificación del agua durante la transición mejora la salud intestinal, el aprovechamiento de nutrientes y el rendimiento productivo.
Los lechones, en sus primeras semanas de vida, se enfrentan a diversos desafíos, especialmente relacionados con su sistema digestivo inmaduro.
Durante el destete y la transición a la alimentación sólida, los lechones son susceptibles a trastornos digestivos y enfermedades gastrointestinales que afectan su bienestar y rendimiento.
La acidificación del agua ha demostrado ser una estrategia efectiva para mejorar la salud digestiva de los lechones: |
Los ácidos orgánicos e inorgánicos se añaden al agua en concentraciones específicas, generalmente entre el 0,1% al 1% del volumen total del agua consumida por los lechones en función del objetivo de pH en agua deseado y los resultados productivos que se buscan.
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La acidificación se puede aplicar de manera continua o durante ciertos períodos críticos, como en este caso (la transición) o cuando se detecta un brote de enfermedades gastrointestinales en la granja.
La acidificación del agua consiste en la adición de una sustancia acidificante (ácido), capaz de liberar átomos de hidrógeno (H+) a un medio para variar su pH (disminuyéndolo).
En el mercado es común trabajar con ácidos orgánicos e inorgánicos en función de los objetivos que se quieran conseguir.
Los ácidos orgánicos contienen carbono (C), cadenas de carbohidratos (CH3) y se caracterizan por tener un grupo funcional carboxilo (-COOH). Este tipo de ácidos proviene de fuentes biológicas.
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El uso en continuo y a grandes dosis de ácidos orgánicos tienen el inconveniente de favorecer la presencia de biofilm en las tuberías, produciendo contaminaciones en el agua y obstrucciones de bebederos.
Los ácidos inorgánicos con pKa bajo son aquellos cuya constante de disociación ácida es pequeña, lo que significa que se disocian fácilmente en el medio, liberando protones (H+ ). Los ácidos inorgánicos se disocian totalmente en una solución acuosa y no tienen capacidad para llegar a nivel intestinal.
Estos ácidos no tienen acción a nivel intestinal, puesto que ya se han disociado anteriormente, terminando su acción a nivel estomacal. Los ácidos inorgánicos más utilizados son el fosfórico, clorhídrico, sulfúrico, entre otros.
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Como su propio nombre indica, la acidificación del agua implica la adición de dichos ácidos al agua de bebida de los lechones para conseguir dos funciones con sus correspondientes beneficios:
Mejora de la eficacia del cloro
En el caso del uso del cloro para desinfectar un tipo de agua con un pH superior a 6,5, la disociación del ácido hipocloroso no se producirá y la capacidad de desinfección del cloro adicionado será prácticamente nula.
Es por ello por lo que, se adicionan ácidos al agua que se trata con cloro para mejorar la capacidad desinfectante del cloro.
Mejora de la digestión y absorción de nutrientes
Un agua más ácida favorece la activación de las enzimas digestivas en el tracto gastrointestinal de los lechones, mejorando la descomposición de los alimentos y la absorción de nutrientes.
La acidificación del agua ayuda a activar la pepsina, una enzima clave para la digestión de las proteínas. Con una digestión más eficiente los lechones pueden aprovechar mejor los nutrientes de los alimentos y, como resultado, presentar un mayor crecimiento y desarrollo.
El páncreas es el responsable de producir estas enzimas, pero las libera al tracto digestivo en forma de zimógenos, forma inactiva de las enzimas. La acción del ácido clorhídrico producido en el estómago acidifica el bolo alimenticio y hace que los zimógenos pasen a enzimas activas, capaces de iniciar el proceso de la proteólisis. |
En el caso que se trabaje con otro desinfectante, como podría ser el peróxido de hidrógeno, éste no es dependiente del pH del agua para que realice la desinfección.
Es decir, la calidad de la desinfección es igual en aguas con pH bajos o altos si se utiliza peróxido de hidrógeno.
PROCESO DE DIGESTIÓN DE PROTEÍNAS
1. Proteínas (en los alimentos): se descomponen en el estómago en polipéptidos (por la acción de la pepsina).
2. Polipéptidos: se descomponen en el intestino delgado por las enzimas proteolíticas (tripsina, quimotripsina) en péptidos más cortos.
3. Péptidos: se descomponen en aminoácidos libres.
4. Aminoácidos: son absorbidos por las células del intestino y transportados a través del sistema sanguíneo para ser utilizados por el cuerpo.
El sistema de producción de destetes precoces (21-28 días), favorece la mala absorción de las proteínas, puesto que el estómago de los lechones no está del todo desarrollado y la capacidad de producir ácido clorhídrico no es del todo suficiente como para realizar una proteólisis completa, sobre todo en dietas cada vez más hiperproteicas. |
Estimulación de las glándulas salivares, papilas gustativas y secreciones pancreáticas
La estimulación de las glándulas salivares favorece la producción de amilasas, como la ptialina, que inicia la digestión de los almidones en la boca. Este proceso comienza en la boca, facilitando la digestión posterior.
Finalmente, la adición de ácidos promueve un incremento de las secreciones pancreáticas para facilitar la descomposición más eficiente de los macronutrientes y favorecer la absorción.
Control de patógenos intestinales y reducción de trastornos digestivos
Mediante la adición de ácidos orgánicos se busca la acidificación intestinal, ésta juega un papel muy importante en la salud digestiva de los lechones creando ambiente ácido en el intestino. De esta manera se dificulta el crecimiento de bacterias patógenas como E. coli, Salmonella y Clostridium, que son más sensibles a un pH bajo.
Esto ayuda a reducir el riesgo de infecciones intestinales y trastornos digestivos, como la diarrea post-destete, que es común en los lechones cuando se separan de la madre.
En el caso de los ácidos orgánicos, que su constante de disociación (pKa) es más alta, se mantienen más tiempo en su forma ácida en el intestino. Este ambiente ácido no solo inhibe las bacterias dañinas, sino que también favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas, como Lactobacillus y Bifidobacterium, que son esenciales para una buena digestión y fermentación de los nutrientes.
Además, la acidez del intestino mejora la absorción de nutrientes, ya que algunos minerales y otros compuestos se asimilan mejor en un pH bajo.
En resumen, la acidificación intestinal no solo previene enfermedades, sino que también mejora la eficiencia nutricional y el bienestar general de los lechones. |
Potencia la barrera intestinal fortaleciendo el sistema inmunológico
El agua libre de patógenos y adecuadamente acidificada favorece un microbioma intestinal equilibrado, promoviendo el crecimiento de bacterias beneficiosas que tienen un efecto positivo en la función inmunitaria.
Una microbiota intestinal saludable es clave para un sistema inmunitario eficiente, lo que permite una mejor respuesta a infecciones y otros desafíos ambientales.
Al reducir el pH del agua, se favorece la digestión de nutrientes, se incrementa el consumo de agua y alimento, se controla la proliferación de patógenos y se promueve un microbioma intestinal saludable, lo que contribuye a un mejor rendimiento y menor mortalidad.
Implementar la acidificación del agua como parte de un manejo nutricional integral puede resultar en una mejora significativa en la salud y el bienestar de los lechones reduciendo la dependencia de antibióticos y mejorando los resultados económicos de la granja.
Azix Forte es un acidificante principalmente inorgánico altamente concentrado a base de ácido ortofosfórico (70%) y ácido fórmico (10%), muy bien estabilizado, con un alto poder de acidificación y capacidad de bajar el pH del agua a muy bajas dosis. |
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