La administración intratesticular de lidocaína, previa a la castración, mejora la GMD y la rentabilidad económica del lechón.
La castración de los lechones no deja de ser un tema controvertido, y la tendencia actual, motivada por la sociedad que exige un mayor estándar de bienestar animal, empuja al sector porcino a ajustarse estas expectativas, sin que ello suponga una pérdida de calidad del producto final.
Dado que, hasta el momento, no se ha logrado otro método que logre evitar la aparición del «olor a verraco» en la carne, la castración sigue siendo la técnica empleada actualmente. Hasta la fecha, se han intentado desarrollar métodos para reducir el efecto estresante de la castración quirúrgica en cerdos, pero por motivos económicos o logísticos, no han llegado a implementarse.
En un reciente estudio publicado en la revista «Veterinary and Animal Science», investigadores de la Universidad Estadual Paulista de São Paulo (Brazil), han demostrado que existe una técnica que permite reducir el estrés de la castración en los lechones, y que ésta puede resultar incluso rentable, reportando al ganadero un beneficio económico.
Anteriormente, ya se había estudiado el efecto de la anestesia local sobre la ganancia de peso, sin que se hubiera observado una diferencia significativa en la ganancia de peso, con respecto a los lechones castrados sin anestesia local. Sin embargo, Telles et al., argumentan que la duración de estos estudios fue insuficiente, ya que solo se evaluó hasta el día 60, sin que hubiera quedado claro si puede tener efecto en fases más tardías, por lo que decidieron evalaur el efecto de la administración prequirúrgica de anestesia local sobre el rendimiento de los lechones hasta el final de su ciclo de crecimiento.
Se tomaron dos grupos de lechones de 3-5 días de edad y peso similar; recibiendo el grupo experimental una inyección intratesticular de lidocaína + adrenalina por testículo, mientras que el grupo control,recibió una inyección de solución salina, y pasados 10 minutos, se realizó la castración.
Teniendo en cuenta que, para que esta técnica pueda llevarse a la práctica de campo, debe ser viable desde el punto de vista comercial, por lo que la manipulación de los animales solo se realizó una vez más de lo habitual, siendo la anestesia administrada por una vacunadora automática, de modo que puede utilizarse a gran escala.
A lo largo del estudio, se evaluaron dos parámetros:
- La Ganancia Media Diaria (GMD), en tres intervalos de tiempo: A) Desde antes de la castración hasta los 21 días, B) desde antes de la castración hasta los 60 días y, C) desde antes de la castración hasta los 102 días. Para ello, los animales fueron pesados después de la castración, entre los 3 y 5 días, a los 21 días, a los 60 días y a los 102 días.
- Impacto económico: Se calculó el ratio «coste/beneficio» con las siguientes variables:
- Coste: «Valor de la anestesia usada para cada animal» + «Coste del tiempo adicional de administración de la anestesia».
- Beneficio: «Diferencia de peso entre los grupo» x «Valor de 1Kg PV»
Resultados
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Los investigadores concluyeron que la administración de anestesia local antes de la castración aporta beneficios a varios niveles:
- Al reducir el estrés y el dolor en los lechones, contribuye a mejorar el bienestar animal.
- La hipersensibilidad escrotal que sufren los cerdos, ocasiona cambios en el comportamiento, tales como la disminución de la ingesta, puede prevenirse gracias al uso de anestesia local.
- El estrés que genera la castración, desencadena la liberación de cortisol, lo cual interfiere negativamente en la actividad metabólica del cerdo, y por tanto en la ganancia de peso, por lo que queda patente que, cualquier medida que logre reducir el estrés resultará en un beneficio económico para el ganadero.
Los consumidores actuales tienen una creciente preocupación por las condiciones de cría del ganado, esta concienciación colectiva con respecto al bienestar animal está forzando al sector ganadero a buscar nuevas formas de satisfacer las nuevas exigencias del mercado; la aplicación de técnicas sencillas como la descrita en este artículo pueden mejorar sustancialmente el bienestar animal, aportando simultáneamente, un beneficio económico añadido para el productor.
Para leer el artículo completo: Telles, F., Luna, S., Teixeira, G. and Berto, D. (2016). Long-term weight gain and economic impact in pigs castrated under local anaesthesia. Veterinary and Animal Science, 1-2, pp.36-39.
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