La mortalidad de los lechones puede sobrevenir como consecuencia de un conjunto de interacciones complejas entre la cerda, el lechón y el medio ambiente.
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La productividad potencial de las cerdas ha aumentado durante las últimas tres décadas de 20 a 30 cerdos, principalmente a través de las mejoras en la prolificidad y longevidad, y es probable que la genética y el manejo de las cerdas puedan aumentar el número de lechones destetados por cerda por año (LDCA).
Sin embargo, aunque LDCA es una buena medida para la productividad de la piara a corto plazo, no es la mejor medida para la longevidad de las cerdas, ni una buena medida para la calidad de los lechones o el bienestar de estos, así como de la cerda.
Existe una seria preocupación de que las piaras con alto LDCA pueden producir muchos lechones de bajo peso.
En el momento del parto la cerda cursa por diferentes eventos, tales como cambios hormonales, dilatación cervical, contracciones uterinas, correcta posición de los fetos en el canal cérvico uterino y expulsión de estos, así como la separación y expulsión de la placenta.
El progreso del parto representa un gran impacto en la supervivencia de los lechones recién nacidos, por lo que es importante conocer los factores, características y procesos que influyen alrededor de éste.
Debido al aporte importante de leche que requieren los lechones, las cerdas en lactancia necesitan un nivel de nutrición y alimentación más adecuado.
Al nacer, el líquido amniótico residual cubre al lechón, y su evaporación requiere un suministro de energía que puede prevenir de la transferencia de calor por radiación y convección con el microentorno circundante y la conducción de calor desde el núcleo del cuerpo.
La mortalidad neonatal en lechones no solo es una preocupación económica, sino también un problema de bienestar, en términos de bienestar, las estadísticas indican que un 8% de los lechones nacen muertos, mientras que un 11-12% mueren en los primeros días después del parto.
La mortalidad postnatal sigue siendo inaceptablemente alta, con al menos del 50% a 80% de las muertes de lechones se producen durante la primera semana después del nacimiento, y el período más crítico son las primeras 72 h de vida, y el aplastamiento representa entre el 70 y el 80% de las muertes.
Sin embargo, se ha mencionado que las principales causas directas e indirectas de mortalidad en la fase de lactancia son: aplastamiento, ésta causa se presentó en forma única en una 48% de los casos, como se muestra en la figura 1. Y la segunda se atribuyeron estas muertes durante la lactancia al aumento de la susceptibilidad a los patógenos debido a la baja capacidad inmunitaria de los lechones al nacer, si la mortalidad es por enfermedad, se produce principalmente por diarrea.
Figura 1. Factores asociados a la muerte de lechones por aplastamiento
La mortalidad durante la lactancia es considerada como el principal problema de bienestar animal en esa fase de la producción, aunque los factores causantes de la pérdida de los lechones son innumerables.
La mortalidad de los lechones puede sobrevenir como consecuencia de un conjunto de interacciones complejas entre la cerda, el lechón y el medio ambiente.
Aunque varios estudios indican que el complejo de hipotermia-inanición-aplastamiento, esto es debido a que el aplastamiento es por parte de la cerda, cual es la última causa de muerte de los lechones, el aplastamiento a menudo resulta de los efectos de la hipotermia perinatal y la inanición (Figura 2), la inanición puede tener dos orígenes: habilidad materna deficiente o por incapacidad del lechón para mamar e hipotermia.
Figura 2. Eventos interactivos que ocurren en el complejo de hipotermia-inanición-aplastamiento
A continuación, se presentan algunos métodos para asegurar la supervivencia de los lechones y que obtengan una dosis adecuada de calostro: