Los estudios han demostrado que el BPN está estrechamente asociado con el daño intestinal fetal-neonatal, y que puede conducir fácilmente a anomalías a largo plazo en el metabolismo de los lípidos (Yan et al., 2017).
El bajo peso al nacer (BPN) es producto de la alteración del crecimiento y el desarrollo del embrión/feto o de sus órganos durante la preñez (Wu y otros, 2006). Este indicador está estrechamente relacionado con la alta mortalidad y las complicaciones en los períodos fetal y neonatal. Además, causa anormalidades en la morfología intestinal (Wang […]
El bajo peso al nacer (BPN) es producto de la alteración del crecimiento y el desarrollo del embrión/feto o de sus órganos durante la preñez (Wu y otros, 2006).
Este indicador está estrechamente relacionado con la alta mortalidad y las complicaciones en los períodos fetal y neonatal.
Además, causa anormalidades en la morfología intestinal (Wang et al., 2010; Wang et al., 2014; Wang et al., 2018), reduciendo la absorción de nutrientes y perjudicando, en consecuencia, el crecimiento y el desarrollo postnatal.
Los estudios han demostrado que el BPN está estrechamente asociado con el daño intestinal fetal-neonatal, y que puede conducir fácilmente a anomalías a largo plazo en el metabolismo de los lípidos (Yan et al., 2017).
Sin embargo, no se ha estudiado bien el efecto del BPN y los mecanismos subyacentes en el metabolismo de los lípidos intestinales asociados a la enfermedad metabólica.
Recientemente se ha demostrado que la alteración de la composición de la microbiota intestinal puede promover la progresión de la enfermedad crónica (Wang y otros, 2016a; Korpela y otros, 2018; Li y otros, 2018; Huang y otros, 2019a; Li y otros, 2019).
Cada vez hay más pruebas que indican que la microbiota intestinal contribuye a la función del tracto gastrointestinal:
Además de la alteración del peso al nacer, la composición de la microbiota intestinal puede verse alterada durante la etapa de desarrollo intestinal (Li et al., 2018).
Al nacer, la microbiota intestinal sufre una alteración drástica y la composición es menos estable (Nuriel-Ohayon et al., 2016).
El BPN altera la composición de la microbiota fecal, perturba el estado metabólico e incluso afecta al desarrollo del sistema inmunológico de los lechones durante los períodos de lactancia y destete (D’Inca et al., 2010; Li et al., 2018; Wang et al., 2018).
Mientras tanto, muchos estudios informaron de que los microorganismos adherentes de la mucosa ileal y colónica aumentaron en los cerdos de bajo peso al nacer mediante un método tradicional de recuento de colonias (D’Inca et al., 2010).
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