Castilla y León se ha consolidado como la Comunidad Autónoma referente en España en materia de relevo generacional dentro del sector agrario, liderando esfuerzos para garantizar la continuidad y modernización del campo.
Entre las iniciativas más destacadas se encuentra la intervención en la sucesión de explotaciones agrícolas, un programa pionero a nivel nacional que ya ha permitido la incorporación de 180 jóvenes agricultores y la movilización de más de 12.000 hectáreas de tierra. Este sistema ofrece una compensación económica a los agricultores que deciden jubilarse y transfieren tanto sus tierras como sus conocimientos al nuevo titular, favoreciendo así el rejuvenecimiento del sector y asegurando la sostenibilidad y viabilidad de las explotaciones agrarias.
Por otra parte, Castilla y León ha liderado también la utilización del instrumento financiero destinado al relevo generacional, representando el 95 % de las operaciones realizadas en el último periodo a nivel estatal. Este mecanismo ha movilizado cerca de 300 millones de euros, de los cuales aproximadamente un 20 % ha sido canalizado directamente para apoyar a jóvenes agricultores, facilitando su entrada y permanencia en el sector.
La apuesta de la Junta de Castilla y León no se limita a las ayudas económicas y la transferencia de explotaciones, sino que también incluye un fuerte impulso a la digitalización y a la formación especializada. A través del Programa de Extensión Agraria Digital y la Estrategia de Impulso Tecnológico en la Formación Agraria, se están beneficiando más de 700 estudiantes en centros de Formación Profesional, más de 10.000 personas participan en cursos técnicos específicos, y cerca de 1.000 jóvenes se incorporan anualmente al sector agrario en la comunidad.
Estas medidas integrales no solo promueven la renovación generacional, sino que también preparan a los nuevos agricultores para afrontar los retos actuales del sector, como la innovación tecnológica, la sostenibilidad y la competitividad en mercados cada vez más exigentes. Gracias a estos esfuerzos, Castilla y León se posiciona como un ejemplo a seguir en España, garantizando el futuro del campo mediante políticas que combinan apoyo financiero, formación y modernización, elementos clave para asegurar el relevo generacional y la prosperidad del sector agrario en los próximos años.