Un documento oficial deja claras las intenciones de China en materia de carne porcina: Lograr en un plazo de una década, autoabastecerse en al menos el 95% de lo que consume internamente. El objetivo va en línea con la necesidad de proporcionar estabilidad en el tiempo al precio de la carne de cerdo (la proteína animal mas consumida del país, 22 kg per cápita actualmente).
El documento fue presentado en conjunto por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, la Comisión Reguladora Bancaria y los ministerios de Agricultura, Finanzas, Medio Ambiente y Comercio. Incluye además normativas en materia de bioseguridad, enfocadas en la prevención de la Peste Porcina Africana, cuya aparición en 2018 acabó con la mitad de la cabaña porcina del país. Esto provocó una mayor necesidad de importar carne (durante 2020 se duplicaron las importaciones), con su consecuente aumento del precio y disminución del consumo por habitante.
Aquellos países en condiciones de exportar se vieron favorecidos momentáneamente. Tal fue el caso de España, que paso de representar el 18,5% de las importaciones chinas a superar el 22% en 2020.
Durante 2021, China logró controlar el avance del virus de la PPA. Su cabaña lentamente comenzó a recuperarse, y cerró el año con un 13% menos de importaciones que 2020.
La prevención de otro escenario disruptivo similar a este, es el principal objetivo del plan de desarrollo recientemente presentado.
El plan se basa en 4 pilares:
Para el corriente año, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos estima que las importaciones chinas caerán en un 50% respecto al año anterior.
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