La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR) de China ha detectado recientemente un aumento en la oferta de carne de cerdo acompañado de una caída en los precios del producto. Esta situación se debe, según el organismo, al calor estival, a la menor demanda típica de esta época del año y a la salida al mercado de animales procedentes de segundas engordas realizadas anteriormente.
Los registros del regulador muestran que la relación entre el precio del cerdo y el del grano utilizado para su alimentación se mantiene por debajo de 6:1, un umbral que activa medidas específicas para garantizar la estabilidad del mercado. En este sentido, la CNDR anunció que iniciará la adquisición de carne de cerdo congelada destinada a las reservas estatales, coordinándose con distintos departamentos gubernamentales. El objetivo de estas compras es mitigar las fluctuaciones derivadas tanto de factores estacionales como del incremento temporal de la oferta.
China es el mayor consumidor de carne de cerdo del mundo, con un consumo per cápita aproximado de 25 kilogramos anuales, según cifras publicadas por medios locales. Aunque la mayoría de la carne es de producción interna, las importaciones representan cerca del 5 % del total, siendo España el principal proveedor europeo. Ahora bien, desde 2024, la carne de cerdo procedente de Europa está bajo investigación por posibles prácticas de competencia desleal por parte de las autoridades chinas. Esta medida se enmarca dentro de un contexto de tensiones comerciales entre Pekín y Bruselas que también afecta a otros sectores, como el de los vehículos eléctricos.