El agua es un nutriente esencial para los animales, siendo el componente mayoritario de su organismo.
En este artículo profundizaremos en tres aspectos claves para asegurar la calidad microbiológica del agua de consumo: el control del tratamiento de potabilización, la L+D del sistema de distribución del agua y el control analítico. |
CONTROL DEL TRATAMIENTO DE POTABILIZACIÓN
Cualquier tratamiento de potabilización, aunque sea automático, debe ser ajustado y revisado periódicamente ya que hay factores que afectan a la efectividad de los productos utilizados para el tratamiento de agua, como es la presencia de materia orgánica y la temperatura ambiente.
El parámetro utilizado para determinar la concentración residual de desinfectante y los valores óptimos varían en función del desinfectante utilizado:
Estos instrumentos permiten controlar diversos parámetros programables de manera conjunta:
pH
Potencial redox (ORP)
Cloro total
Cloro libre
Dióxido de cloro
Conductividad
Turbidez
Temperatura, etc.
Una de las combinaciones de parámetros más frecuentemente utilizadas son el ORP y pH.
El ORP sirve para medir la energía química de oxidación-reducción mediante un electrodo, que lo convierte en energía eléctrica, expresado en mV.
Una de las principales ventajas es que puede utilizarse independientemente del biocida aplicado, ya que todos los biocidas actúan como oxidantes.
El ácido hipocloroso
El ion hipoclorito
Para este tipo de productos, los valores óptimos de ORP se sitúan entre 650 – 700 mV. Estos niveles de mV en el agua, indican que el biocida producirá una rápida inactivación microbiana y que el agua estará adecuadamente desinfectada.
En cuanto a la conectividad, algunos de estos paneles permiten su uso en modo remoto para el telecontrol de la instalación a través puerto USB, ethernet o WIFI, acercando la explotación a la granja 4.0.
LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN DEL SISTEMA DE DISTRIBUCIÓN
Otro de los puntos críticos de control en las explotaciones que más influyen en la calidad microbiológica del agua es el sistema de distribución del agua.
El sistema de producción actual tiende cada vez más a la administración de productos vía agua (medicamentos, piensos complementarios, etc.).
Además, la presencia de restos medicamentosos puede reducir la eficacia de otros fármacos por interacciones entre ellos. Por ello, es vital realizar la limpieza de las líneas tanto en el vacío sanitario como durante la crianza.
EN VACÍO SANITARIO
Las limpiezas en vacío sanitario son altamente recomendables para eliminar toda la suciedad del sistema de distribución de agua, y así comenzar una nueva crianza con las mejores condiciones.
Generalmente, para este tipo de limpieza se llenan tuberías con la mezcla de agua y producto a alta concentración y se dejan inundadas durante un mínimo de 6 horas. Los depósitos y balsas de las explotaciones también deben ser limpiados periódicamente con los productos indicados.
Para este tipo de aplicación, los productos suelen ser de carácter ácido que permiten la eliminación de incrustaciones y restos calcáreos.
EN PRESENCIA DE ANIMALES
Las limpiezas en presencia de animales se realizan con el producto a menor concentración, puesto que no nos interesa que se desprenda gran cantidad de biofilm y suciedad que pueda ser ingerida por los animales y generar algún tipo de problema sanitario.
En este caso, serán los animales los que extraigan el agua por las tetinas, a diferencia de la limpieza en ausencia de animales. Para evitar que ingieran parte del biofilm, se recomienda abrir puntos finales, a poder ser con presión, y así extraer gran parte de la suciedad por estos puntos.
Generalmente, el tipo de productos utilizados son de carácter básico. Su composición y su poder alcalino permite la eliminación de los residuos grasos y proteicos, así como los restos de tratamientos medicamentosos, materia orgánica y biofilm.
CONTROL ANALÍTICO EN LABORATORIO
Es imprescindible verificar de forma periódica que los sistemas y protocolos se están desarrollando correctamente. Por ello, es necesario realizar el análisis microbiológico y fisicoquímico del agua, con una periodicidad semestral y anual, respectivamente.
Concretamente, uno de los puntos más novedosos de esta normativa es la inclusión de los colifagos como control operacional con el objetivo de comprobar la eficacia de los procesos de tratamiento frente a los riesgos microbiológicos.
Gran parte de los colifagos poseen una estructura similar a los virus entéricos patógenos como los Enterovirus, Adenovirus y Norovirus, que pueden provocar graves problemas sanitarios en las explotaciones.
Los colifagos tienen un comportamiento similar a los enterovirus con respecto al tratamiento químico del agua, por lo que determinar su presencia puede ser una herramienta útil para el seguimiento y control de los niveles bajos de contaminación, sobre todo en aguas tratadas con cloro, ya que los colifagos poseen una resistencia al cloro superior a la de los Enterovirus.
Por ello, la detección de colifagos nos puede indicar ya no solo la presencia de bacterias patógenas de origen fecal, sino también de la posible presencia de virus de transmisión entérica. |