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En enero de 2022 entró en vigor la nueva legislación sobre el uso de antimicrobianos y óxido de zinc (ZnO) en las explotaciones ganaderas. lechones
Los reglamentos 2019/6 y 2019/4 incluyeron cambios tan relevantes como evitar el uso rutinario profiláctico y metafiláctico de antimicrobianos, limitando y estableciendo un control más estricto de su uso.
En lo relativo al óxido de zinc, el Comité de Medicamentos de Uso Veterinario (CVMP) prohibió su uso a partir del 26 de junio del 2022.
Estos cambios han hecho que las mejoras en las instalaciones, la implementación de nuevas tecnologías, la calidad del lechón, la calidad del ambiente, la formación específica del personal, las técnicas de manejo, el Bienestar Animal y la sostenibilidad ambiental hayan pasado a un primer plano. |
PRIORIDAD N°1 – MANEJO DEL LECHÓN
Desde el punto de vista de las parideras, el manejo de los lechones es determinante para la producción de animales inmunológicamente estables, de calidad y con un buen peso al nacimiento y al destete, siendo posiblemente necesario aumentar los días de lactación para que, en su etapa de transición, no sufran problemas de adaptación nutricional que puedan traducirse en patologías digestivas.
Viabilidad
Durante sus primeras horas de vida, los lechones menos viables tienen menor capacidad de recuperar su temperatura corporal y la hipotermia afecta negativamente a su capacidad de succión, volviéndose letárgicos y con mayor probabilidad de
ser aplastados por la cerda (Alexopoilos et al., 2018).
La vitalidad del lechón postparto no solo depende de su morfología externa, sino que el hecho de que un lechón continúe su crecimiento, independientemente del peso al nacimiento, también dependerá de su capacidad de supervivencia.
La realización del test de APGAR (Randall, 1971) es una de las técnicas más utilizadas en la evaluación de la viabilidad del lechón del siglo XX (Farmer, 2020). Esta técnica consiste en la evaluación del lechón recién nacido de acuerdo con cinco parámetros fisioanatómicos simples:
Existe una relación directa entre la duración del parto y el tamaño de la camada, por lo que los lechones que nacen en último lugar tras un parto largo presentan una menor viabilidad que sus hermanos, pudiendo tener alterado el comportamiento de succión (Crespo y Gadea, 2021). |
Asimismo, cuanto mayor es el tamaño de camada, mayor es la competencia entre los lechones para la obtención de leche, lo que implica mayores diferencias en el crecimiento entre los lechones de la camada (Houben et al., 2017).
Peso al nacimiento
Se ha demostrado que el bajo peso al nacimiento de los lechones afecta de manera crucial a todos los parámetros productivos, siendo uno de los principales factores que afectan a la mortalidad en la lactación y al crecimiento de los animales durante todas sus fases productivas.
El peso al nacimiento influye mucho en el manejo en la paridera, ya que los lechones que presentan pesos bajos al nacimiento (<0,8 kg) necesitarán más cuidados que sus compañeros con pesos superiores durante toda la lactación y las fases posteriores.
Estos lechones presentan reservas limitadas de nutrientes y una menor capacidad para tomar calostro, estando limitada su viabilidad en las primeras fases de la lactación y elevando las tasas de mortalidad (Crespo y Gadea, 2021).
Además, también se ha demostrado que lechones que presentan una masa corporal más baja que sus hermanos (lechones más delgados, pero no necesariamente con bajo peso al nacimiento) presentan altas mortalidades en esta fase (Farmer, 2020).
Estudios sobre la etapa fetal revelan que una de las principales causas de bajo peso al nacimiento es una alimentación inadecuada en la fase de gestación, dado que el aporte insuficiente de nutrientes durante la gestación puede conducir a problemas intrauterinos en el desarrollo de los fetos (Crespo y Gadea, 2021).
Encalostramiento
El calostro juega un papel fundamental en la supervivencia de los lechones, no solo debido a la transferencia de inmunoglobulinas, sino porque es la principal fuente de energía durante las primeras horas de vida del lechón.
La producción de calostro es muy variable, existiendo estudios que señalan que las cerdas de 2o y 3er ciclo producen más que las cerdas primerizas (4,3 kg frente a 3,4 kg), pero las cerdas de más de 4 ciclos producen menos calostro que las primerizas (Devillers et al., 2007).
El aumento del tamaño de camada hace que la ingesta de calostro a nivel individual se vea reducida, por lo que habrá más animales cuyo encalostramiento haya sido subóptimo (Farmer et al., 2020).
Además, desde un punto de vista hormonal, la caída de progesterona se produce simultáneamente al aumento de la prolactina, jugando un papel importante en el alto rendimiento productivo de calostro (Foisnet et al., 2010).
Una ingestión deficiente de calostro puede llegar a suponer el 72% de las bajas en lactación
Los lechones que consumen menos calostro son menos vigorosos y serán menos capaces de sobrevivir en los días posteriores al nacimiento. Por lo tanto, la ingestión de calostro es necesaria para garantizar un aporte de energía adecuado y una buena transferencia de inmunidad pasiva (Tabla 1) óptima ayudando en la prevención de enfermedades (Farmer, 2020).
Para un buen encalostramiento se pueden utilizar cajas donde se introducen a los lechones más grandes durante un tiempo determinado, permitiendo que aquellos más pequeños puedan encalostrarse bien. La suplementación de leche a los lechones más débiles durante 3-4 días también contribuye a un mejor arranque de los animales más desfavorecidos. |
Control rutinario en salas de maternidad
Las adopciones se deben realizar después de que los lechones hayan sido encalostrados por su madre, siendo importante que alcancen un buen nivel inmunitario al nacimiento ya que ello condicionará el resto de la vida del animal.
Los movimientos de lechones deben realizarse dentro de una misma sala
Las salas de maternidad son estancas y se debe establecer una disciplina estricta para que el flujo de los lechones vaya siempre hacia adelante, evitando que los lechones rezagados sean trasmisores y perpetúen las infecciones en la explotación (Zimmerman et al., 2012). Por ello, la formación correcta del personal es muy importante.
El número de lechones tiene que ser el mismo que el de mamas funcionales
Es necesario comprobar el estado de las mamas para detectar la posible presencia de edemas, mamitis o agalaxia, debiendo controlar cuántos lechones tiene cada madre, los que puede criar y los que necesitan adopción.
Un correcto manejo de las adopciones favorecerá la homogeneidad de las camadas, consiguiendo un mejor peso al destete.
El personal debe de estar cualificado para identificar rápidamente los animales que están sufriendo deficiencias en la alimentación por enfermedad o por falta de ingestión de leche para realizar de forma adecuada el cambio y adopción de los animales.
Edad, alimentación y peso al destete
El lechón presenta una capacidad de crecimiento extremadamente rápida después del destete, pero existen una serie de factores que limitan en qué grado se expresa este potencial y son los que debemos trabajar en las salas de maternidad.
El peso, la edad al destete y la nutrición en paridera condicionan el arranque de los lechones en la fase de transición.
EDAD Y PESO AL DESTETE
La edad al destete y el peso al nacimiento son parámetros variables, por lo que el peso de los lechones destetados en una misma semana puede variar entre 2 y 4 kg entre el más grande y el más pequeño (Pluske et al., 2007).
Generalmente, dependiendo de la genética, se destetan lechones entre las 3 y 4 semanas de vida. Se considera que con menos edad los lechones aún no están familiarizados con el consumo de pienso.
Sin embargo, el punto más importante es mantener una disciplina de flujo de lechones y que no existan diferencias de edad importantes en el destete, ya que esta es la manera más eficiente de disminuir la presión de infección y transmisión de determinadas patologías, condicionando los crecimientos y consumo de pienso en la etapa de lactación.
Los flujos continuos en las lactaciones son sistemas que mantienen bolsas de infección y de recirculación continua de patógenos, por lo que pasar a sistemas de Todo Dentro-Todo Fuera es el mejor método de control de patologías (Farmer, 2020).
Cuando los lechones se destetan tienen que ser capaces de aprender a distinguir los mecanismos fisiológicos del hambre y la sed.
La falta de familiaridad con el agua y el alimento sólido implica que el lechón tarde un tiempo en aprender a cubrir sus necesidades. Por ello, debemos encargarnos de que la calidad del agua y la palatabilidad del pienso sea lo mejor posible para que los animales demuestren su capacidad de crecimiento.
El periodo de tiempo durante el cual un lechón no come tras el destete es especialmente importante.
El revestimiento epitelial del intestino es el tejido del organismo que crece con mayor rapidez y muchos de los nutrientes se absorben a través de la luz intestinal. Por ello, el aporte de nutrientes es esencial para el mantenimiento de la estructura de las vellosidades.
La calidad fisicoquímica y microbiológica del agua que suministramos deben cumplir los estándares de calidad y los niveles óptimos para mantener la salud intestinal de los lechones.
La higiene y desinfección de depósitos y tuberías de agua es un punto clave para evitar problemas de diarreas o bajadas de consumo de agua y pienso. Se pueden utilizar dosis altas de dióxido de cloro o ácido peracético con peróxido con un colorante alimentario (quitaremos el chupete más alejado del depósito hasta que salga agua coloreada y dejaremos inundar durante 24 horas todas las tuberías). El control de cloro o dióxido de cloro se debe efectuar semanalmente y registrarse en el libro de D.D.D. |
Para verificar la calidad fisicoquímica se debe realizar un análisis cada 6 meses si se trata de agua de consumo público, mientras que si el agua es de pozo la analítica debe realizarse trimestralmente.
Formación del personal
El trabajo con las cerdas hiperprolíficas y sus camadas de mayor tamaño implica que la necesidad de reforzar el manejo en las parideras de forma que los protocolos de encalostramiento, adopciones, alimentación y tratamientos adicionales de los lechones, manejo del consumo de agua e ingesta de pienso, como hemos visto, tengan un mayor peso en esta fase productiva.
La formación del personal tiene una gran importancia para alcanzar la excelencia en las salas de partos, por lo que es necesario establecer protocolos de formación estandarizados para que todo el personal de la granja sepa realizar todas las actividades de la misma.
La entrada de personal sin la debida formación da lugar a menores consumos de pienso en lactación y menores pesos de los lechones al destete. Simplemente es una muestra de la importancia que tiene un personal formado adecuadamente en la granja.
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