En el mundo del comercio porcino internacional, se han intensificado el conflicto entre México y dos de sus principales socios comerciales: Estados Unidos y Brasil.
Por un lado, el etiquetado “Product of USA” ha desencadenado preocupaciones en México y EE. UU., mientras que, por otro, un juicio de amparo está en curso para cuestionar la importación de cerdo brasileño a México.
Product of USA
Product of USA es una etiqueta que exige que los productos cárnicos vendidos en EE. UU. lleven esta etiqueta para indicar su origen estadounidense.
El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) de México ha expresado su preocupación por las nuevas regulaciones de etiquetado en EE. UU., que exigen el etiquetado de origen “Product of USA” a partir del 1 de enero de 2026. El CNA considera esta medida como lamentable y teme que provoque la segregación de los productos cárnicos mexicanos, lo que podría resultar en un riesgo de desabasto cárnico en el mercado estadounidense. Además, existe la preocupación de que estas regulaciones afecten la integración del mercado agroalimentario de Norteamérica, contraviniendo los principios del T-MEC (acuerdo comercial trilateral entre USA, Canadá y México) y las disposiciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Conflicto México Brasil
Por otro lado, en el ámbito de las importaciones de cerdo, México se encuentra inmerso en un juicio de amparo contra la entrada de carne de cerdo proveniente de Santa Catarina, Brasil. La Organización de Porcicultores Mexicanos (Opormex) ha promovido este juicio argumentando que las autorizaciones de importación no cumplen con las exigencias sanitarias establecidas en el Código Terrestre de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). A pesar de los esfuerzos de Opormex, las autoridades judiciales han retrasado la resolución del caso, lo que ha generado incertidumbre en el mercado porcino mexicano.
Aunque aún no se ha emitido una sentencia definitiva, el juicio de amparo ha generado un impasse en las importaciones de cerdo brasileño a México, con las empresas importadoras mostrando cautela en sus decisiones de compra evitando tener que descartar sus compras en caso de que se prohíba.
Se espera que la resolución final del caso pueda tardar más de ocho meses, dependiendo de diversos factores, incluidos los posibles retrasos en los trámites judiciales y los periodos vacacionales.
En resumen, las tensiones comerciales entre México, EE. UU. y Brasil están generando incertidumbre en el mercado porcino, con posibles repercusiones en el suministro y los precios de la carne. Los actores relacionados con la industria porcina están atentos a los desarrollos en estos conflictos, ya que podrían impactar significativamente en sus operaciones y estrategias comerciales.]
Te puede interesar: Visión 2035 para la Porcicultura Mexicana: Un Impulso Integral hacia el Futuro