Asociamos habitualmente, y en ocasiones de manera errónea, el concepto de plaga, a una cantidad ingente, desmesurada, de seres vivos (roedores e insectos) colonizando un determinado lugar físico. Antes de valorar la importancia de un buen control de plagas en una instalación ganadera, deberíamos aclarar, qué es una plaga y por qué debemos mantenerla alejada de nuestras instalaciones.
La pregunta es… ¿Qué es una plaga?
Las instalaciones ganaderas son un lugar idóneo para la presencia de plagas, por dos motivos muy claros[registrados]
:
- Son lugares en los que, por la presencia de animales, hay gran cantidad de agua y alimento, así como residuos derivados de esa presencia.
- Hay condiciones casi continuas de humedad y temperatura, por lo que se rompe el ciclo de estacionalidad (las plagas no se ven afectadas por condiciones exteriores) favoreciendo su desarrollo continuado y abundante.
Vemos pues, cómo una explotación ganadera puede suponer un paraíso a los ojos de ratas, moscas y otros habitantes accidentales que encuentran en ella:
- Alimento
- Refugio
- Lugar de cría
- Condiciones de temperatura y humedad óptimas
Este desarrollo “facilitado” va en contra de la bioseguridad (recordemos: “alejar los microorganismos y sus vectores de transmisión”), por lo que un control efectivo de plagas supone no un gasto, sino una inversión. Además aporta beneficios claros, como reducción del número de bajas, de vacunaciones y mejoras tangibles en la producción.
Las plaga...