Tradicionalmente, los antimicrobianos, el óxido de zinc (ZnO) y diversos ácidos se han utilizado en la prevención de diarrea y retraso en el crecimiento en lechones durante las primeras semanas postdestete.
Sin embargo, los bioservicios han demostrado que estos tratamientos pueden generar efectos adversos, como la destrucción de la microbiota protectora intestinal y el desarrollo de resistencias antimicrobianas.
Combinado con ácidos orgánicos bien dosificados y administrados en pulsos, el ácido hipocloroso puede bloquear la adhesión del patógeno Escherichia coli a las células intestinales del lechón, contribuyendo a la prevención de la diarrea y preservando la integridad de la microbiota intestinal.
El ácido hipocloroso (HClO), un metabolito activo producido por electrólisis de sal, se presenta como una alternativa eficaz.
Este compuesto permite una dosificación precisa y en tiempo real, lo que evita problemas de sobredosificación o subdosificación.
Es fundamental optimizar el tratamiento del agua con biocidas adecuados, teniendo en cuenta factores como:
La infraestructura de la granja.
Las características fisicoquímicas del agua.
La edad de los lechones.
Además, es necesario controlar la dosificación y la calidad del agua a lo largo de toda la línea de suministro, desde los depósitos hasta el punto final de consumo.
Esta estrategia, junto con el uso controlado de ácidos orgánicos para alcanzar un pH óptimo (pH 4-5) y la inclusión de probióticos, ofrece una solución eficaz para reducir las pérdidas en la producción porcina y disminuir la dependencia de antibióticos y metales pesados.
CONTEXTO Y PROBLEMÁTICA DE LA DIARREA POSTDESTETE
El destete es una etapa crítica para los lechones, marcada por:[registrados]
La transición de la dieta láctea a alimentos sólidos.
El estrés de la separación materna.
La exposición a nuevos patógenos.
Durante las primeras dos semanas postdestete, los lechones son particularmente susceptibles a infecciones intestinales debido a la pérdida de inmunoglobulinas maternas y la mezcla de diferentes camadas, lo que favorece la exposición a nuevas cepas bacterianas y genera disbiosis intestinal.
Esta disbiosis se caracteriza por una disminución en la diversidad microbiana y la pérdida de bacterias beneficiosas como los Lactobacillus spp. que protegen frente a patógenos como Escherichia coli enterotoxigénico (ETEC).
La infección por E. coli puede comprometer la barrera intestinal del lechón, causando:
Inflamación crónic...