En una información publicada hace unos días por un diario nacional, Ciudadanos denunciaba la existencia de un posible fraude en la venta de jamón ibérico, ya que según esta formación política, podría haber miles de jamones que se están vendiendo como ibéricos cuando en realidad no lo son.
El diputado en el Congreso realizó recientemente 23 preguntas, en las que incluía la colocación de 80.000 hembras en el libro genealógico de la raza porcina ibérica.
La presidenta de Aeceriber, Lucía Maesso, contestó por las redes sociales a Toni Cantó, criticando “su falta de rigor, además de una manifiesta ignorancia que siembra dudas y desprestigia el trabajo de la asociación”. Elena Diéguez, secretaria técnica de Aeceriber, ha dicho que se admiten las certificaciones a ojo, porque “se puede establecer cuando el animal es puro y cuando no”.
Ciudadanos, por su parte, esgrime como argumento que en 2014 se llegaron a calificar con la distinción 80.000 hembras, inscritas todas ellas en el libro que gestiona Aeceriber, a través del registro auxiliar.
Lo que han dicho es que esas cerdas pudieron apuntarse sin reconocer la pureza conocida, como mínimo desde su abuelos, como sí ocurre con los machos.
Las asociaciones contestaron que estas afirmaciones sólo son conjeturas, y se mostraron apenadas por el desprestigio que supone para el sector.
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