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Diarrea neonatal – ¿Qué está pasando?

Escrito por: Carlos Casanovas Granell - Servicio Técnico Porcino. Ceva Salud Animal

¿Qué ha cambiado durante los últimos años para que éste haya pasado a ser uno de los principales quebraderos de cabeza?

Probablemente han cambiado varias cosas, muchas de ellas prácticamente al mismo tiempo o con pocos años de diferencia. ¿Cuáles son estos cambios?

Hemos pasado de tener estructuras familiares, en granjas relativamente pequeñas, a tener grandes estructuras en granjas de cada vez mayor tamaño.

  Hemos pasado de tener cerdas en jaulas a tenerlas en patio.

Hemos aumentado los porcentajes de reposición, de alto nivel sanitario y con mayor frecuencia procedentes de fuera de España.

Empleamos líneas genéticas que ya han sobrepasado la línea de la hiperprolificidad para llegar a la superprolificidad.

 

Si sumamos todos estos factores en un corto espacio de tiempo, el resultado bien puede ser el que vemos en las granjas actualmente.

Sin embargo, a pesar de todos estos grandes cambios, parece que en muchos casos (no en todos) ha habido un factor sanitario adicional clave: la entrada de la DEP (Diarrea Epidémica Porcina) en el año 2014. Realmente parece que ha habido un antes y un después de la DEP y curiosamente cuando visitamos las granjas más afectadas, la mayoría “han pasado” esta enfermedad.

No está claro cuántas granjas están afectadas por la DEP en España, pero da la sensación de que los casos de diarreas recurrentes graves antes de la primera semana de vida en explotaciones que no han sufrido un brote de DEP son menos habituales.

 

¿Cómo influye el tamaño de granja y la hiperprolificidad?

La diarrea no se comporta de la misma forma en una granja con 30 partos semanales (unas 650 cerdas productivas) que con 160 partos (3.500 cerdas productivas).

Con un 20% de primerizas en cada lote, en la granja de 3.500 cerdas habrá 32 primerizas pariendo por semana. Solo con tener un 10% de ellas afectadas por diarrea, habrá 3 camadas (unos 45 lechones) dispuestos a contagiar a sus compañeros cuando:

  1. Los pongamos en una vagoneta para igualar camadas tras el nacimiento.
  2. Los mezclemos con otras camadas cuando hayamos realizado las adopciones.
  3. Los pongamos en un carro de procesado: en la granja de 3.500 cerdas pueden estar pasando 1.000 lechones diarios por este carro.
  4. Entremos en su corral para regular la alimentación, limpiar el comedero, coger lechones, tratar a la cerda… ¿En cuántos corrales se entra al día? Y más aún cuando las cerdas comen de cara a la pared…

La situación planteada puede considerarse como normal, pero ¿qué pasa cuando puntualmente se nos escapa de las manos y tenemos un mayor porcentaje de camadas afectadas? Sin unas buenas medidas de higiene y bioseguridad interna, empezamos a generar un efecto “bola de nieve” que posteriormente costará mucho parar.

 

Vacío sanitario y desinfección

Un aspecto básico que con demasiada frecuencia se pasa por alto es el vacío sanitario.

  Destete en jueves  

Los destetes en jueves siempre han sido nefastos desde este punto de vista, porque la entrada de cerdas en maternidad en lunes suele ser tardía y son pocos los que quieren introducirlas en fin de semana. Como consecuencia, se acaban entrando en viernes (muchas veces por la mañana), con el consecuente vacío sanitario de escasas horas.

  Destetes en lunes  

Los destetes en lunes que están imponiendo las líneas hiperprolíficas ofrecen en este aspecto una ventaja, ya que las cerdas se pueden mover tranquilamente en jueves o incluso en viernes.

Aun así, es curioso ver cómo, en algunos casos, no se aprovecha esta circunstancia y las cerdas se continúan introduciendo muy poco tiempo después de vaciar la sala.

El punto crítico en este apartado es el de siempre: las ganas de exprimir a fondo las instalaciones de maternidad, que con demasiada frecuencia llevan a sobrepasar los límites de lo razonable.

El correcto uso de desinfectantes es otro punto crítico a mejorar. A parte de cómo se usan, es importante tener en cuenta cuáles usar. En general, los veterinarios sabemos poco de desinfectantes y solemos emplear siempre los mismos. Entiendo que de vez en cuando habrá que cambiarlos, porque las bacterias se hacen resistentes, y también ajustarlos al tipo de agentes patógenos que tengamos en un momento determinado.

 

¿Cómo afectan las gestaciones en grupos?

El alojamiento de las cerdas en patios es otro cambio relativamente reciente que tiene dos claros efectos negativos:

Esto lleva a desajustes de condición corporal y de volumen de ingesta que acaban afectando a la bajada de leche y, consecuentemente, a la diarrea neonatal.

El contacto feco – oral es tiene una trascendencia difícil de valorar. Es posible que para algunos agentes (probablemente virus intestinales) sea positivo al fomentar una especie de retroalimentación que estimule la inmunidad maternal, mientras que frente a bacterias que esporulan, como el caso de Clostridium perfringens, sea contraproducente porque aumenta la excreción por parte de las madres y la presión de infección.

 

Introducción de reposición

En los últimos años se han introducido muchas cerdas procedentes del extranjero, principalmente de Dinamarca. No hay duda de que se trata de animales de altísima sanidad, muchos de ellos SPF.

  Patógenos desconocidos  

Sin embargo, ¿qué sucede con los agentes que habitualmente están presentes en las granjas como Rotavirus, E. coli, C. perfringens, C. difficile…? No tenemos ni idea de lo que estamos introduciendo a este nivel y, hasta hace poco tiempo, no hemos podido contrastarlo porque muchos de los agentes infecciosos no se han empezado a estudiar a fondo hasta hace poco.

Por ejemplo, ¿qué sabíamos del Rotavirus tipo C en España hasta hace poco más de medio año? ¿Es un nuevo agente introducido de forma externa o ha estado siempre presente?

  Adaptación deficiente  

Otra posibilidad es totalmente la contraria. Igual estas cerdas no son portadoras de algunos de estos agentes infecciosos que van a encontrarse en la granja de destino y cuando lleguen al parto no estarán preparadas para transmitir una buena inmunidad a sus lechones. Es decir, tienen un problema de adaptación.

 

El factor “chispa”

Habitualmente, los ganaderos preguntan ¿cómo es posible que ahora tenga problemas si hago lo mismo que hace un año y antes no los tenía?

La respuesta está en que en un momento determinado ha habido un factor desencadenante (el factor “chispa”) que ha iniciado una “bola de nieve” que no hemos logrado parar a tiempo.

 

El factor chispa puede ser de cualquier tipo:

A partir de aquí el fuego está en marcha, la presión de infección frente a todos los agentes presentes aumenta y la mayor o menor persistencia del problema dependerá de cómo se hagan las cosas. En la mayoría de ocasiones, habrá que mejorar lo que se estaba haciendo hasta ahora, no vale continuar haciendo lo de siempre.

  Diarrea Epidémica Porcina  

Es muy posible que la DEP sea el principal factor “chispa” en granjas que se han infectado y han superado el primer brote clínico a base de inmunizar a las cerdas, pero posteriormente el virus se ha establecido de forma endémica en la población. Con el tiempo es fácil que empiecen a llegar cerdas al parto sin inmunizar (principalmente primerizas). Estas camadas manifestarían diarrea como consecuencia de la DEP, pero también aumentarían la presión de infección frente a todos los otros agentes infecciosos.

 

Agentes infecciosos involucrados

En 342 granjas afectadas de diarrea neonatal en España y Portugal, tan solo hemos encontrado casos positivos a DEP en 13 (alrededor del 4%). La hipótesis sería que cuando analizamos un caso, raramente encontramos a las cerdas que han ejercido de factor “chispa”, porque la mayoría están bien inmunizadas y nos centramos en procesos diarreicos a pocos días de vida (otra cosa sería analizar lechones de mayor edad).

Lo que solemos encontrar son los otros agentes, que ahora son los que se encargan de mantener el problema como consecuencia del aumento de la presión de infección. Periódicamente llega alguna nueva cerda sin inmunidad frente a DEP, lo que hace que el problema persista. Todo esto no es más que una hipótesis, pero tiene bastante sentido.

 

Los laboratorios de diagnóstico ofrecen cada vez más información, fundamentalmente debido al descubrimiento de nuevos factores de virulencia y a su detección mediante PCR. Buena muestra de ello es el caso de E. coli.

 

En el siguiente gráfico se reflejan los distintos patotipos de E. coli que valoramos en un laboratorio de referencia de Alemania (IVD) y su % de detección.

Patotipos de E. coli procedentes de 85 casos positivos en 342 granjas en España y Portugal entre Noviembre 2014-Marzo 2018. Cuadro adaptado de Dr. Katrin Strutzberg Minder, laboratorio de diagnóstico IVD GmbH, Alemania.

El 71% de los ETEC detectados incluyen fimbrias AIDA y toxinas EAST, por lo que la actualización de las herramientas de diagnóstico es fundamental para detectar agentes que hace tan solo unos pocos años no sabíamos ni que existían.

 

CONCLUSIÓN

Si sumamos todos los valores de porcentaje de detección de agentes infecciosos aislados en distintas granjas de España y Portugal, obtenemos un 264%, lo que significa que casi todas las granjas están infectadas por varios agentes al mismo tiempo.

Estas combinaciones generan problemas complejos que obligan a instaurar distintas medidas al mismo tiempo (mejor higiene, confort térmico, ventilación, alimentación de la cerda, pautas vacunales, uso de autovacunas, feedback…) y durante un largo período.

La sensación es que en muchas ocasiones las medidas propuestas fallan porque no se les da tiempo a que funcionen y/o porque no se emplean de forma simultánea.

El uso de vacunas comerciales frente a E. coli está ampliamente establecido, pero aún quedan por controlar agentes que han demostrado jugar un papel muy importante, como C. perfringens tipo A y Rotavirus.

  VENTAJAS  

La ventaja de las autovacunas es que pueden combinar varios agentes o cepas (como por ejemplo en el caso de E. coli) que no se encuentran presentes en las vacunas comerciales.

  INCONVENIENTES  

El inconveniente es que ahora mismo es complicado añadirles el Rotavirus tipo A y, debido a la dificultada de su crecimiento in vitro, es prácticamente imposible añadir el Rotavirus tipo C.

Aunque la DEP se detecta en muy baja prevalencia, es muy posible que esté actuando de forma esporádica, ayudando a prolongar los problemas de diarrea neonatal.

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