El censo porcino de Dinamarca registra sus peores cifras desde hace 25 años. Aunque esta situación es generalizada para la mayor parte de la Unión Europea (UE), según los datos de la Oficina de Estadística de la Unión Europea (Eurostat), Dinamarca es uno de los principales países productores de ganado porcino y, por ese motivo, se ve mucho más afectado este país.
A principios de 2023, Dinamarca empezaba el año con un total de 11,54 millones de cerdos en sus granjas, lo que supone un 12,2% menos que en 2022. Esta es la cifra más alta de los últimos 25 años, una bajada demasiado impactante para un país tan avanzado en su producción de carne de cerdo. Esta reducción de la cabaña porcina de cerdos vivos, también se traduce con el sacrificio más lento de los cerdos y una reducción de la exportación de los lechones a otros países europeos, dejando de ganar un dinero extra por la transacción.
Si pensamos en los diferentes tipos de porcino, el cerdo de engorde ha visto reducida su cantidad en un 16,6%, la gran suma de 2,7 millones de animales. Esto ha supuesto que, en el primer mes de 2023, los cerdos llevados a sacrificar han sido un 14,1% menos que en 2022. Por otro lado, entrando un poco más en detalle, los cerdos que llegan a unas cifras de entre 20 y 50 kg, se han visto reducidos en un 11,4%, hasta llegar a los 5,36 millones de animales. Otra parte, refleja que el número de lechones también ha disminuido, específicamente un 10%, lo que supondría 2,33 millones. Así mismo, las cerdas reproductoras han bajado un 9,5%, es decir, 1,12 millones.
El motivo de esta bajada de la cabaña porcina reside en los altos costes de producción que tiene mantener una explotación porcina y, a su vez, la baja rentabilidad que se experimenta desde verano de 2021.
Esta situación no solo afecta a Dinamarca, sino también a todos aquellos países que verán disminuidas las exportaciones de lechones, que reducirán la oferta de carne en consecuencia.