El proceso de parto es una de las actividades más demandantes de energía para la cerda hiperprolífica moderna.
Como sugirieron Vallet et al. ( 2013 ), este proceso implica una de las actividades más agotadoras en la vida de las cerdas. Además, la construcción de nidos cuesta energía (Feyera y Theil, 2017 ), y esto contribuye al agotamiento de las reservas de energía (Feyera et al. , 2018 ) lo que hace que las cerdas sean más propensas a la fatiga durante el parto (van Kempen, 2007).
Por lo tanto, mantener un estado energético adecuado de las cerdas en el día esperado del parto mejoraría el proceso de parto, beneficiando a las cerdas y lechones recién nacidos.
Según Feyera et al., (2018) las cerdas que consumieron la última comida dentro de las 3 h antes del inicio del parto no estuvieron expuestas a niveles bajos de glucosa plasmática al inicio del parto y esto resultó en una duración más corta del parto y menores tasas de mortinatos que las cerdas que consumieron la última comida más de 6 h antes del inicio del mismo.
Sin embargo, la práctica de la privación de alimento en la fecha prevista de parición todavía se aplica en algunas granjas de cerdos.
Esto puede exponer a las cerdas a niveles bajos de glucosa en plasma, afectando negativamente el proceso de parto.
Investigación parto
Este estudio evaluó los efectos del suministro de energía en la fecha esperada del parto sobre la cinética del mismo y el rendimiento de los lechones durante las primeras 24 h después del nacimiento.
Se utilizaron un total de 80 cerdas. Se consideró como unidad experimental a las cerdas y sus respectivas camadas.
En el día esperado del parto, las cerdas fueron asignadas a uno de los siguientes grupos:
- cerdas que no tuvieron acceso al alimento desde la inducción del parto hasta el final del proceso del mismo ( CON, n = 40);
- cerdas alimentadas con 500 g de suplemento energético, que consistió en 250 g de la dieta de lactancia basal más 250 g de azúcar de caña, 18 h después de la inducción del parto ( SUP, n= 40).
Se registró la duración del parto; la asistencia al parto; el intervalo entre partos; el número total de lechones nacidos; nacidos muertos y momificados para cada cerda.
Los lechones se pesaron individualmente al nacer y 24 h después. El intervalo desde el nacimiento hasta el primer amamantamiento se evaluó individualmente para cada lechón en 16 camadas seleccionadas al azar (ocho camadas por grupo de tratamiento).
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