La calidad seminal es una de las claves de la eficacia reproductiva. Ello no quiere decir que siempre que se produzca un fallo reproductivo el semen utilizado sea la causa.
Hay otros muchos factores que entran en juego (manejo, patologías, bioseguridad, climatología, instalaciones, personal, etc.…), pero lo que sí está claro, es que, si la calidad seminal no es buena, repercutirá directamente en la eficacia reproductiva. |
Cuando hablamos de calidad seminal, no solamente hacemos referencia a la calidad inicial, es decir, cuando extraemos el semen y lo analizamos, sino el posterior manejo que se haga, desde el laboratorio a la hora de la producción de las dosis, pasando por el transporte y almacenamiento, hasta el uso que haga el operario de granja.
La higiene de los alojamientos de los verracos debe ser lo mejor posible, ya que la contaminación por suciedad influye en gran medida en la viabilidad de las dosis seminales. Por lo tanto, es necesario establecer protocolos de limpieza de las cuadras y monitorización de los mismos.
Es muy recomendable hacer una desinfección ambiental después de la limpieza del alojamiento. Para ello:
La producción de las dosis seminales en el laboratorio es un paso esencial, debiéndose analizar los principales parámetros que pueden afectar a la calidad seminal a la hora de la producción de las dosis:
Concretamente, el nivel de contaminación del semen tendrá consecuencias sobre la calidad seminal, pudiendo originar fenómenos de aglutinación, mortalidad de los espermatozoides, daño de los acrosomas y baja motilidad (Figura 1).
A lo largo del proceso de producción de las dosis seminales, es fundamental controlar en todo momento la temperatura, el tiempo, la higiene y el diluyente utilizado en su fabricación.
Otro punto fundamental son los autocontroles, ya que, una vez producidas las dosis, se deben llevar a cabo una serie de controles de calidad que sentarán las bases para unos buenos resultados.
Estos controles deben ser:
El objetivo de estos controles es poder atajar los problemas o fallos de producción antes de que repercutan en los parámetros reproductivos o, al menos, minimizar su impacto (Figura 2). |
Las condiciones de transporte y almacenamiento de las dosis seminales son aspectos esenciales que repercuten en la calidad seminal.
TRANSPORTE
El transporte debe de hacerse en el menor tiempo posible, debiendo estar las dosis refrigeradas en todo momento para mantener una temperatura óptima de 16°C. Como es lógico, esta temperatura debe estar monitorizada en todo momento.
ALMACENAMIENTO EN GRANJA
El control de la temperatura de almacenamiento se debe realizar con sondas que nos den información durante todo el periodo, ya que pueden ocurrir variaciones importantes de temperatura que afecten la viabilidad del semen y que no sean detectados con los termómetros de máxima y mínima.
|
Existen diluyentes capaces de maximizar la conservación de los espermatozoides en frío, pero utilizar semen después de las 72 horas de procesado, normalmente, conlleva un descenso en la prolificidad (Tabla 1), por ello, es importante tener en cuenta la edad del semen en el momento de su uso.
En la granja, las dosis seminales deben de ser usadas lo antes posible, de manera higiénica y sin ser expuestas a luz intensa o a altas temperaturas.
El operario no debe tratar las dosis bruscamente, ni dejarlas olvidadas fuera de la nevera, debiendo comprobar su edad antes de su utilización y rotarlas en la nevera cada 12 horas. Para ello, la correcta formación del operario es crucial. |
En muchas ocasiones, se olvidan estas indicaciones que son muy fáciles de cumplir, por lo que es necesaria la supervisión y no bajar la guardia en el desarrollo de las tareas básicas.
DILUYENTE
Es muy recomendable utilizar un diluyente de larga conservación y de alta calidad, no porque se vayan a usar las dosis seminales más allá de las 72 horas de la extracción, sino porque contribuyen a que los espermatozoides resistan mejor al estrés, ya sea en el transporte o durante su manipulación en la granja.
El reducido coste de la dosis seminal sobre el coste del lechón producido justifica el uso de este tipo de diluyente.
De hecho, no merece la pena ahorrar en el uso de un diluyente de larga conservación, ya que es una medida de reducir la incidencia de problemas reproductivos en las granjas asociados a los errores de manejo del semen. |
AGUA
De igual manera, la calidad del agua de la elaboración de las dosis debe ser controlada, no solo en lo que respecta a la conductividad, que no debe exceder los 10 μS/cm, sino también en cuanto al resto de parámetros físico-químicos. Así, la buena calidad del agua permite asegurar una correcta conservación de las dosis.
EFICACIA REPRODUCTIVA Y CUBRICIONES
El factor que más influye en la eficacia reproductiva es el número de cubriciones que debe mantenerse constante para conseguir un flujo constante de lechones y para que las tareas en maternidad y el resto de fases sean estables y previsibles.
El momento de máxima ovulación en las cerdas se produce a las 36-44 h después del inicio de la inmovilización, por lo que es en el último tercio del celo cuando debe aplicarse la dosis seminal.
El momento de la cubrición es importante, ya que hacerlo antes o después del momento alto del celo repercutirá negativamente en la reproducción.
Los factores que con mayor frecuencia suelen dar problemas son la inseminación y la calidad seminal (Tabla 2).
La calidad de la inseminación estará determinada por la forma en la que se realice la recela y la práctica de inseminar propiamente dicha, mientras que la calidad del semen estará influenciada por todo lo relacionado con la elaboración, transporte y almacenamiento del mismo. |
Ambos factores son los que más peso tienen en la fertilidad y prolificidad de una granja. Por lo tanto, recelar con tranquilidad con verracos adultos y no demasiado pesados, y disponer de una intensidad lumínica adecuada es esencial, al igual que el buen hacer en el CIA y su control.
El manejo de la cerda reproductora tras ser inseminada repercute notablemente en los resultados reproductivos:
En nuestras pruebas de campo hemos constatado que, de esta forma, las cerdas salen en celo un día antes y si se mantiene esta intensidad durante 25 días, hasta pasar el ecógrafo, la fertilidad y prolificidad también aumentan.
En la misma prueba, se realizó un control del ambiente en la nave de cubrición y gestación.
Tal y como se observa en la Gráfica 3, no se registraron temperaturas por encima de los 28°C entre julio y septiembre, lo que se tradujo en una mayor prolificidad en los partos de enero, con 1,5 lechones nacidos más por cerda cubierta en comparación con cuando no disponíamos de cooling de refrigeración.
En la Tabla 3, se muestran los factores que afectan a la actividad ovárica de la cerda, siendo la temperatura ambiental y la insuficiente estimulación por parte del verraco los que tienen efectos más intensos.
El fracaso reproductivo se mide en términos de tasa de partos que corresponde con el porcentaje de las cerdas que llegan al parto con respecto a las cubiertas inicialmente.
Este parámetro tiene en cuenta las repeticiones (vueltas a celo), los fallos en gestación, los abortos y las bajas en gestación. De ellos, las más importantes y que mayor incidencia tienen son las repeticiones y los abortos. |
RECAPITULANDO…
Te puede interesar: Inseminación artificial postcervical vs. cervical – Impacto en los parámetros reproductivos
[/registrados]