El procurador del Común de Castilla y León, Tomás Quintana, ha instado este miércoles a incrementar la inspección y el control de los requisitos medioambientales que deben cumplir las macrogranjas de ganado porcino, debido a numerosas quejas sobre los proyectos de instalación de explotaciones industriales de ganado porcino, de gran tamaño, en varias localidades de las provincias de Zamora y Soria.
Ante el impacto medioambiental que podría suponer su proliferación, el Procurador del Común solicitó información a la Junta de Castilla y León, así como a las Confederaciones Hidrográficas del Duero y del Ebro.
Se ha confirmado un incremento exponencial de las exportaciones (un 42,6% en el período 2015-2019), principalmente a países fuera de la UE, fundamentalmente a China (un aumento del 50% en 2018-2019) y Filipinas (un 12,4% en ese período).
Según los datos facilitados por el órgano medioambiental, existen actualmente 591 explotaciones de ganado porcino que requieren este tipo de autorización por su capacidad.
Por lo tanto, ha formulado una resolución dirigida a las consejerías de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, y de Fomento y Medio Ambiente, en la que recomienda minimizar el impacto de los purines y del estiércol que se generan. De esta forma plantea fijar un calendario de inspecciones de las instalaciones que albergan las explotaciones porcinas sujetas a autorización ambiental.
Por otra parte, el Procurador del Común ha llamado a la Junta a aprobar tanto el decreto de designación de las zonas vulnerables a la contaminación causada por los nitratos, como el código de buenas prácticas agrarias.
Finalmente, ha apuntado a medidas específicas de apoyo para garantizar la implantación en ellas de plantas de generación eléctrica o de biogás con el fin de que “pueda llevarse a cabo un sistema alternativo del tratamiento que permita reducir la carga contaminante de los purines y deyecciones”.