El virus de la influenza A (IAV) es uno de los patógenos más importantes que causan enfermedades respiratorias en los cerdos. cerdas nodrizas
La infección por IAV puede afectar parámetros de rendimiento como la ganancia diaria promedio, la eficiencia alimenticia (Donovan, 2010) y la mortalidad (Alvarez et al., 2015).
Además, el IAV tiene implicaciones para la salud pública debido al riesgo de transmisión bidireccional entre cerdos y personas, incluida la posible aparición de variantes con potencial pandémico (Vincent et al., 2014).
Muchos esfuerzos se han dirigido a controlar las infecciones por IAV en granjas porcinas con el objetivo de minimizar el impacto de IAV en la productividad.
Aunque la vacunación contra la influenza A puede reducir la gravedad clínica ( Sandbulte et al., 2015 ) y la transmisión (Romagosa et al., 2011), la vacunación por sí sola no es suficiente para prevenir completamente la transmisión.
Los lechones antes del destete desempeñan un papel central en el mantenimiento de las infecciones de influenza en los planteles de cría porcina (Díaz et al., 2015).
Entre los factores que contribuyen a la persistencia de las infecciones por IAV en los planteles reproductores y su posterior transmisión a los lechones se destacan:
- el sistema de producción y
- las prácticas de manejo que facilitan la transmisión del virus entre los lechones.
Vías de transmisión cerdas nodrizas
El virus de la influenza A se transmite principalmente por:
- contacto directo nariz- nariz (Brookes et al., 2009; Lange et al., 2009);
- contacto con fómites contaminados (Allerson et al., 2013) o;
- por aerosoles (Torremorell et al., 2012).
Prácticas de manejo que facilitan la transmisión cerdas nodrizas
Se sabe que prácticas como adopciones (Calderon-Diaz et al., 2017 ; Calderón Díaz et al., 2018), el flujo continuo (Torremorell et al., 2009) y la utilización de equipos contaminados transmiten IAV (Allerson et al. , 2013).
A su vez, los lechones infectados con IAV pueden propagarlo a otras granjas si se transportan a instalaciones fuera
del sitio durante el destete.
Es necesario comprender mejor cómo se infectan los lechones durante el período de lactancia para desarrollar medidas preventivas que disminuyan el riesgo de diseminación del IAV y mejoren la salud de los cerdos en
crecimiento.
Otra práctica de manejo que se ha demostrado experimentalmente que facilita la propagación de IAV entre camadas y contribuye al riesgo de infección de lechones es la utilización de cerdas nodrizas (Garrido-Mantilla et al., 2020).
Estas cerdas, generalmente, se seleccionan después del destete de su propia camada en función de un buen rendimiento durante la lactancia (Kirkden et al., 2013) y se les asigna una segunda camada (compuesta por lechones de otra/s cerda/s) de manera tal, de facilitar la supervivencia y el aumento de peso de estos.
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